La nueva vida en Galicia del bibliotecario que desafi¨® la homofobia de Putin: ¡°Las sanciones a Rusia afectan m¨¢s a la gente corriente¡±
Vlad¨ªmir Kosarevsky, que hace seis meses pidi¨® ayuda en EL PA?S cuando estaba a punto de quedarse en la calle, se ha convertido en un referente de la lucha contra la censura y el recorte de derechos
Los penetrantes ojos de Vlad¨ªmir Kosarevsky miraron de frente a los lectores de EL PA?S el pasado 24 de febrero. La fotograf¨ªa del director de la Biblioteca Anna Akhmatova de Mosc¨², una de las m¨¢s importantes de la capital rusa, ilustr¨® el relato de los d¨ªas de valent¨ªa, terror y desamparo por los que pasaba entonces este hombre de 39 a?os. Hab¨ªa llegado a A Coru?a huyendo de Rusia despu¨¦s de desobedecer la orden del Gobierno de Vlad¨ªmir Putin para que destruyera los libros de autores LGTBI o que mencionasen la homosexualidad. Estaba a punto de quedarse en la calle. El plazo m¨¢ximo de estancia en el albergue que le hab¨ªa acogido iba a expirar. Y para tramitar su asilo, le hab¨ªan dado una cita desesperanzadora: el 15 mayo de 2025. ¡°He estado mirando esa foto. Mi cara transmit¨ªa miedo e inseguridad, no sab¨ªa qu¨¦ me iba a pasar¡ Hoy siento que estoy en un lugar seguro y tengo todo lo que me puede ayudar a integrarme aqu¨ª de una forma suave¡±, celebra Kosarevsky seis meses despu¨¦s, tiempo en el que la ONG Accem le ha facilitado alojamiento en un piso de refugiados de Vigo, protecci¨®n jur¨ªdica, apoyo psicol¨®gico y formaci¨®n. Est¨¢ especialmente contento: acaba de lograr un permiso de trabajo.
La publicaci¨®n de su odisea provoc¨® una ola de solidaridad que le dio un giro a su vida. Hoy comparte vivienda con otros cinco refugiados procedentes de Sudam¨¦rica y ha terminado un curso de marketing digital. De la mano de la asociaci¨®n gallega de bibliotecarios Bamad y de la federaci¨®n espa?ola, ha impartido conferencias contra la censura en congresos en Santiago de Compostela y Granada. El 16 de octubre dar¨¢ otra charla en Vitoria. El activismo de Kosarevsky va m¨¢s all¨¢ de su pa¨ªs natal y resuena con fuerza en esta Espa?a en la que ¡°el discurso de odio se est¨¢ extendiendo¡±, subraya Daniel B¨®veda, portavoz de Accem en Galicia. ¡°El testimonio de Vlad¨ªmir es muy ejemplarizante porque ¨¦l ha vivido en primera persona un peligro que est¨¢ ah¨ª por los avances de los partidos de ultraderecha en Europa¡±, aduce Sandra L¨®pez, portavoz de Les Coru?a, la asociaci¨®n por la visibilidad l¨¦sbica que ayud¨® primero a Kosarevsky en Galicia. ¡°En Italia ya est¨¢ pasando y en Espa?a pasar¨¢ si Vox entra en el Gobierno. La sociedad tiene que saber que ese no es el camino¡±.
Kosarevsky lleg¨® a Espa?a sin hablar ni una palabra de ninguno de sus idiomas y recal¨® en territorio gallego sin saber absolutamente nada de esta comunidad. Ahora avanza en sus clases de castellano y ha abierto un canal de Telegram en ruso para difundir el conocimiento sobre Galicia entre sus compatriotas, adem¨¢s de una cuenta de Instagram y otra de Tik Tok. ?l ha contado con una ayuda que no llega a todos los refugiados y aun as¨ª las dificultades siguen siendo muchas. Titulado en Biblioteconom¨ªa y con un posgrado en pol¨ªticas municipales, culturales y educativas, est¨¢ inmerso en los complicados tr¨¢mites para homologar sus diplomas universitarios, un proceso ¡°muy, muy largo¡±. ¡°Es una pena que no pueda dedicarme a lo que me dedicaba en Rusia¡±, lamenta. ¡°Conozco un caso de un cirujano refugiado que est¨¢ trabajando en una conservera porque con su t¨ªtulo no puede hacerlo ni de enfermero¡±.
La vida de Kosarevsky ha mejorado en el exilio al tiempo que empeora la situaci¨®n en su tierra natal. ¡°Cerca de un mill¨®n de rusos han escapado por todo el mundo, seg¨²n estad¨ªsticas divulgadas por la prensa independiente de Rusia¡±, afirma. La propaganda y la represi¨®n se han endurecido. Cada viernes, explica, se publica una lista de ciudadanos a los que el Gobierno de Putin declara ¡°agentes extranjeros¡± y que a partir de ese momento tienen prohibido impartir clases o charlas p¨²blicas. A los colegios, denuncia, ha llegado un nuevo libro de Historia ¡°impregnado de ideolog¨ªa de odio¡±.
Pese a estar a 4.500 kil¨®metros de Mosc¨², ¨¦l percibe c¨®mo se ha agudizado el ¨¦xodo ruso. Por las calles de Vigo escucha su lengua materna cada vez m¨¢s, pese a ser este un destino an¨®malo para los oriundos de Rusia. ¡°Lo que est¨¢ pasando ahora all¨ª es un infierno y para la comunidad LGTBI es insoportable. Han aprobado m¨¢s legislaci¨®n hom¨®foba¡±, explica. Putin ha puesto ahora la diana en la poblaci¨®n transg¨¦nero, con una nueva norma que proh¨ªbe cambiar de sexo. ¡°Recientemente, llegaron a Vigo dos personas trans huyendo de Rusia¡±, apunta. Seg¨²n datos del Ministerio del Interior, entre enero y junio de este a?o se registraron en Espa?a 898 solicitudes de protecci¨®n internacional de ciudadanos rusos, lo que supone 214 peticiones m¨¢s que en todo 2022. En lo que va de 2023, Accem ha atendido a 504 exiliados, de los que 110 pertenecen al colectivo LGTBI.
M¨¢s listas negras de libros
La censura en la biblioteca de Kosarevsky tambi¨¦n se ha agravado. Han llegado nuevas listas negras de libros que sus responsables deben destruir. A las obras de Haruki Murakami, Michael Cunningham, Danielle Steele o Sara Waters se han unido las de Linor Goralik, una escritora contraria a la guerra con Ucrania: ¡°Esta autora es muy peligrosa para el r¨¦gimen de Putin porque tiene un canal de Telegram muy seguido por adolescentes. De una forma muy sencilla e interesante, les explica qu¨¦ est¨¢ pasando con la guerra, con la comunidad LGTBI o con los recortes a la libertad. Est¨¢ rompiendo los patrones ideol¨®gicos que quiere imponer el Estado¡±.
Kosarevsky recibe cartas de compatriotas que le piden consejo para escapar o para salvar a familiares de ser alistados en el ej¨¦rcito. Hace poco le escribi¨® una madre angustiada porque su hijo va a cumplir 18 a?os y ya puede ser enviado a la guerra. Quer¨ªa saber qu¨¦ tr¨¢mites deb¨ªa hacer para que pudiera estudiar una carrera universitaria en Espa?a. Pero, como denuncia Accem, si ser refugiado es complicado de por s¨ª, para los que huyen del r¨¦gimen de Putin se han multiplicado los obst¨¢culos, incluso en esa Europa que dice combatir al mandatario ruso. B¨®veda asegura que hay exiliados que prefieren decir que son ucranios para esquivar el rechazo de parte de la ciudadan¨ªa y los bancos ni siquiera les permiten abrir una cuenta. Las ¡°peores consecuencias¡± de las sanciones a Rusia las est¨¢n sufriendo ¡°los civiles que huyen de Putin¡±, lamenta el portavoz de la ONG. ¡°Ser ruso no est¨¢ bien visto y se mete en el mismo saco a todos de forma injusta¡±.
Kosarevsky pide a las autoridades europeas que ¡°no compliquen m¨¢s la vida a los refugiados pol¨ªticos¡±. ¡°Mientras los rusos ricos que tienen responsabilidad en lo que est¨¢ pasando siguen viajando, haciendo negocios y disfrutando de sus casas en Europa y no les pasa nada, las sanciones afectan m¨¢s a la gente corriente¡±, denuncia. ¡°Mi ¨²nico deseo es que acabe la guerra. Es un agujero negro que devora todo lo que est¨¢ alrededor y hay gente que se est¨¢ enriqueciendo much¨ªsimo con ella¡±.
Mientras busca trabajo, Kosarevsky se dedica a dar forma a sus memorias. En el piso de refugiados comparte una peque?a habitaci¨®n donde es dif¨ªcil concentrarse. As¨ª que, como las ma?anas las emplea en estudiar castellano, por las tardes suele cobijarse en las bibliotecas para escribir. El plan se le ha chafado este verano por el cierre de estos recintos en horario estival. Pero se le ha ocurrido una curiosa soluci¨®n. Se ha sacado un bono gratuito para viajar en tren de Vigo a A Coru?a y realiza continuos trayectos literarios de ida y vuelta: ¡°El vag¨®n es como una c¨¢psula que me permite escribir tranquilamente. As¨ª, de paso, visito A Coru?a, mi segunda ciudad aqu¨ª¡±. Esa desde la que el pasado 24 de febrero Kosarevsky mir¨® de frente a los lectores de EL PA?S.
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