La brutal agresi¨®n machista en Vigo que extiende las sospechas sobre un extra?o suicidio de 2010
Borja Rial est¨¢ en prisi¨®n porque hace unos d¨ªas intent¨® matar a su expareja prendi¨¦ndole fuego. Hace 14 a?os fue investigado por la muerte de otra novia y la Guardia Civil no descarta que se reabra el caso
Yohanna Comesa?a, de 29 a?os, decidi¨® antes del verano poner fin a una larga relaci¨®n con Borja Rial, de 41. Hacia las nueve de la ma?ana del pasado s¨¢bado, la chica sal¨ªa de su casa situada en un c¨¦ntrico barrio de Vigo para abrir puntual la cafeter¨ªa que ella regentaba. Cuando cerr¨® el portal¨®n y se dirig¨ªa al coche, la asalt¨® su expareja sin darle tiempo a reaccionar. Le vaci¨® encima una botella de gasolina y luego le prendi¨® fuego, dej¨¢ndola tirada en el suelo donde intent¨® librarse de las llamas. Su hermana acudi¨® r¨¢pidamente a atenderla y la traslad¨® al hospital. All¨ª se recupera todav¨ªa en la UCI de graves quemaduras que afectan al 35% de su cuerpo.
Esta agresi¨®n machista reabre otro caso en el que el mismo hombre estuvo involucrado en 2010, cuando su pareja de aquel entonces fue hallada muerta de un disparo en la cabeza. La justicia no encontr¨® pruebas para descartar una muerte fortuita, ya que el informe forense encontr¨® restos de p¨®lvora en sus manos de la v¨ªctima y ninguna en las de Rial. Las diligencias de investigaci¨®n se cerraron como un suicidio en apenas un mes.
Ahora es posible una revisi¨®n del proceso si el juzgado competente as¨ª lo decide y en el supuesto de que aparecieran nuevas l¨ªneas en la investigaci¨®n de la que se encarg¨® la Guardia Civil. ¡°No es descartable que se reabra judicialmente ya que ahora, con otra perspectiva, hay elementos del caso que no encajan y que han quedado sin respuesta¡±, comenta un portavoz del instituto armado.
Mar¨ªa Isabel Solla, de 24 a?os, apareci¨® muerta de un tiro en la cabeza en la casa donde conviv¨ªa entonces con su pareja Borja Rial el 17 de noviembre de 2010. Su familia siempre defendi¨® que no ten¨ªa motivos para quitarse la vida, pero el caso se acab¨® archivando como un desgraciado accidente ocurrido al manipular el arma ilegal de su novio. Sin embargo, 14 a?os despu¨¦s, el desenlace de esta historia cobra otra dimensi¨®n ante la trayectoria del principal implicado y las circunstancias poco cre¨ªbles que rodearon aquel certero disparo.
Inicialmente todas las sospechas recayeron sobre Rial, que ingres¨® en prisi¨®n provisional no solo por su posible relaci¨®n con la muerte de su novia sino porque el arma la hab¨ªa comprado ¨¦l y carec¨ªa de documentaci¨®n. Pero diez d¨ªas despu¨¦s de ingresar en el penal de A Lama (Pontevedra), el juez lo puso en libertad por falta de pruebas.
La v¨ªctima, que estaba desnuda y tendida sobre su cama, presentaba orificios de entrada y salida de un proyectil y la autopsia apunt¨® a un posible suicidio como causa m¨¢s veros¨ªmil. El atestado policial describi¨® que Borja Rial hab¨ªa sido detenido tras declararse propietario del arma que ¨¦l mismo ocult¨® bajo la maleza, a unos cien metros de la casa donde conviv¨ªa la pareja, y que fue localizada por los agentes en la inspecci¨®n de la vivienda. Adem¨¢s incid¨ªa en que Rial carec¨ªa de licencia y que hab¨ªa negado cualquier relaci¨®n con la muerte de su novia porque alegaba que no ten¨ªa motivos.
Con el informe forense que analiz¨® la trayectoria de la bala y apunt¨® a un suicidio, no a un accidente, las pruebas de bal¨ªstica encargadas por la Guardia Civil y las de parafina en las manos del joven y de su novia determinaron que ella hab¨ªa disparado el arma. Un dato que se consider¨® concluyente al hallar restos de p¨®lvora en las manos de la v¨ªctima y no en las del sospechoso. Pero esta prueba no es s¨®lida para uno de los expertos consultados de la Guardia Civil. ¡°Uno o dos guantes ser¨ªa suficiente para superar la prueba y descartar los restos de una deflagraci¨®n¡±, comenta.
El propio Borja Rial reconoci¨® en el juzgado que hab¨ªa comprado el arma, una Llama del calibre 45, en el poblado pontevedr¨¦s de O Vao, uno de los principales centros de distribuci¨®n de drogas y, por ello, objetivo policial. Seg¨²n su versi¨®n de los hechos en sede judicial, ¨¦l ocult¨® la pistola al verla junto a la joven fallecida porque sinti¨® ¡°p¨¢nico¡± a que lo detuviesen al tratarse de un arma ilegal.
El ingreso en prisi¨®n por aquellos hechos fue el primero de Rial. En la decisi¨®n de la juez de guardia que lo interrog¨® y envi¨® a la c¨¢rcel pesaron diversas circunstancias. Entre ellas, el hecho de que la pistola carec¨ªa de documentaci¨®n y que existiese un resultado de muerte directamente vinculado a su posesi¨®n ilegal, aun admitiendo que la propia v¨ªctima la hubiera manipulado cuando se produjo el disparo. Pero la magistrada tambi¨¦n advirti¨® en su auto de prisi¨®n algunos elementos que no encajaban en el escenario. En su opini¨®n, podr¨ªan existir algunas incongruencias en la declaraci¨®n del detenido, como que ¨¦l hubiera recogido la pistola que, seg¨²n declar¨®, estaba al lado del cuerpo de su novia, y luego la ocultase deliberadamente en el monte. Tres semanas despu¨¦s, el juez instructor decret¨® el archivo del caso.
La v¨ªctima encontr¨® su coche calcinado
Rial ha vuelto ahora a la c¨¢rcel, esta vez por una brutal agresi¨®n a su expareja. Ocurri¨® el pasado s¨¢bado. Agentes de la comisar¨ªa de Vigo localizaron al presunto agresor esa misma ma?ana y el encuentro no fue f¨¢cil. Cuando pretend¨ªan esposarlo, el hombre se resisti¨® con violencia, tratando de agredir a los polic¨ªas con una botella de cerveza. El detenido no ha colaborado en las pesquisas y se ha negado a declarar ante el juez, que le envi¨® a prisi¨®n al d¨ªa siguiente, investigado por el delito de homicidio en grado de tentativa. Las diligencias ya se remitieron al juzgado especializado en violencia de g¨¦nero de Vigo donde el detenido compareci¨® este jueves. Rechaz¨® nuevamente contestar a las preguntas del fiscal. Tambi¨¦n podr¨ªa enfrentarse a otro delito de atentado contra la autoridad por el intento de agresi¨®n a los agentes que le capturaron.
En los m¨¢s de cinco a?os que la pareja convivi¨® no constan denuncias previas de la v¨ªctima contra su agresor, aunque antes de 2010 Rial fue denunciado por amenazar a unos familiares y por discusiones con una de sus anteriores novias. Adem¨¢s, estuvo implicado en la venta de estupefacientes y en el trapicheo de diversas sustancias, pero consigui¨® evitar el cumplimiento de la condena. La defensa de Rial ha solicitado un informe psiqui¨¢trico para alegar que actu¨® bajo alteraciones derivadas de su habitual consumo de drogas y que pretende servir como prueba atenuante para el presunto agresor.
Desde el entorno familiar de la v¨ªctima, algunos testigos apuntan a que en estos ¨²ltimos meses Rial acos¨® a su exnovia con intenci¨®n de retomar la relaci¨®n pero ella siempre se neg¨®. De hecho, su expareja present¨® hace cuatro meses una denuncia porque encontr¨® su coche pr¨¢cticamente calcinado delante de la puerta de la casa, un incendio claramente intencionado. En el atestado, la chica apunta a Rial como sospechoso de la autor¨ªa de los hechos, pero la falta de pruebas y de testigos para armar una acusaci¨®n le dej¨® fuera del asunto. Hasta que, supuestamente y en el mismo escenario, el detenido volvi¨® a emplear la gasolina para intentar acabar con la vida de la mujer.
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