Domingo marciano en Madrid sin Rastro, sin Retiro, sin carreras y sin bares

Que no te cierren el bar de la esquina y que el fin del mundo te pille bailando, nos cantan Sabina y Chavela. Pues va a costar. Cerrados los bares, los madrile?os pensaron en los parques como v¨¢lvula de escape. Puede que no tanto para bailar esperando el Apocalipsis como para combatir las restricciones decretadas por el coronavirus. Se lo tomaron al pie de la letra y este s¨¢bado acabaron siendo multitud en las zonas verdes de la capital.

En un intento de demostrar que eso de quedarse en casa tiene que ir en serio, el alcalde no tard¨® en poner fin a esa romer¨ªa. Poco antes de comer orden¨® el cierre de todos los parques. A golpe de meg¨¢fono y en algunos casos con ayuda de drones la Polic¨ªa inst¨® al abandono de la Casa de Campo, Madrid R¨ªo y el Juan Carlos I. Fuentes municipales reconocen que es dif¨ªcil disuadir y concienciar al visitante en aquellos espacios que no pueden estar bajo llave.

La Comunidad hizo lo mismo en las ¨¢reas recreativas de la sierra y el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. No sea que, lejos de una urbe cada vez m¨¢s desierta, acaben convertidos en otro centro de peregrinaci¨®n propenso al contagio, como parec¨ªa ayer La Pedriza. Lo denunci¨® Emergencias 112 en un tuit.

Sin Rastro, sin El Retiro, sin pruebas deportivas y sin bares, Madrid afronta un domingo marciano. ¡°Estamos en guerra¡±. As¨ª de crudo lo ve Carlos Masc¨ªas, director m¨¦dico del Hospital Universitario HM de Torrelodones. Trata de hacer ver a los que dudan de la necesidad de no salir a la calle si no es imprescindible. ¡°Tenemos que pasar del pensamiento individual al colectivo, porque estamos en una fase muy aguda¡± de la pandemia.

¡°Y esto no van a ser dos semanas¡±, afirma al otro lado del tel¨¦fono mientras no deja de despachar con unos y otros en el centro hospitalario. Las jornadas de trabajo de los sanitarios est¨¢n siendo interminables y con decisiones delicadas y dur¨ªsimas. Las cifras no dejan de ir al alza. Esta s¨¢bado hab¨ªan muerto ya en Madrid 133 personas por el Covid-19 y los contagiados rondaban los 3.000.

Entre los que este s¨¢bado fueron evacuados de los parques hay a pesar de todo divisi¨®n de opiniones. ??igo, de 35 a?os, entiende que el Ayuntamiento hace lo correcto. Y eso que se vio obligado a abandonar a rastras el parque de Valdebebas junto a su mujer y su hija por un hueco que queda bajo una de las cancelas. Se les fue el santo al cielo. A las dos de la tarde fueron avisados del cierre por un empleado que no les habl¨® a menos de cinco metros. Los tres hab¨ªan estado haciendo ejercicio y comiendo de picnic. ¡°Hemos andado como kil¨®metro y medio por el parque y apenas nos habremos cruzado con una veintena de personas¡±, relata ??igo pidiendo al reportero que, por favor, no se le acerque demasiado.

¡°?No es m¨¢s peligroso ir todos metidos en el coche, en un autob¨²s o en el metro?¡±, se queja el rumano Florin, de 48 a?os. Lleg¨® desde Coslada con su mujer y sus dos hijos a airearse al parque de Valdebebas. ¡°Somos adventistas y hoy deber¨ªamos estar en la iglesia. Pero hace ya tres semanas que no vamos. Entiendo que aqu¨ª en el parque no debe haber peligro¡±. Ya y¨¦ndose se gira y deja a modo de conclusi¨®n: ¡°Al final de todo esto tendremos un pa¨ªs m¨¢s solidario, ver¨¢s¡±.

Adem¨¢s de m¨¦dico, Masc¨ªas es deportista. Su mensaje va tambi¨¦n para ellos. Insiste en que el ejercicio hay que restringirlo estos d¨ªas al que se pueda hacer en casa. La receta que propone para luchar contra el sedentarismo es marcarse una rutina, poner una hora fija en la que hacer una tabla de ejercicios de estiramiento y fuerza. O yoga. ¡°Nada de en pijama y sin afeitar. Uno se tiene que poner la ropa de deporte, sudar y despu¨¦s ducharse. Hay muchas aplicaciones y p¨¢ginas en Internet que nos proponen ideas que no llevan m¨¢s que unos minutos¡±. Para dar ¨¢nimos recuerda que los secuestrados que mejor han soportado el cautiverio son aquellos que se han marcado rutinas.

A estas alturas casi todos los grupos organizados de runners han suspendido sus citas. Aquel que no soporte el confinamiento, y como ¨²ltimo recurso, que salga a hacer deporte en solitario, aconseja Luis Pablo Garc¨ªa Coronado, supervisor de Fisioterapia en el complejo hospitalario de La Paz y triatleta. ¡°Con compa?eros es dif¨ªcil. Se suda, hay contacto, tocas vallas y mobiliario urbano¡­ Solo y en la Casa de Campo¡±. La soledad ¡°tiene beneficios psicol¨®gicos¡±, a?ade Masc¨ªas, aunque recalca que cualquier torcedura o peque?o accidente con la Sanidad saturada es un riesgo innecesario.

?La cabra tira al monte hasta con coronavirus? Jos¨¦ Luis Basalo, de 53 a?os, responde con los veinte kil¨®metros en los alrededores del estadio Wanda Metropolitano que ha corrido en la noche del s¨¢bado. En solitario y sin acercarse a nadie, recalca. ?l es el perfil de deportista al que m¨¢s da?o le pueden hacer las restricciones por el estado de alarma. Este consultor inform¨¢tico e infatigable corredor aficionado ya tiene preparados ejercicios para hacer frente al confinamiento en su casa. Pero ?qu¨¦ son unos estiramientos y unos ejercicios de fuerza en la terraza de su domicilio frente a los 200 kil¨®metros que corri¨® el pasado finde semana?

El cierre este s¨¢bado del parque de El Retiro, el gran parque del centro de la capital, simboliz¨® una cruda realidad que a muchos, quiz¨¢s la mayor¨ªa, cueste todav¨ªa asumir.

Entre los desalojados de El Retiro ayer hab¨ªa una docena de franceses llegados a Madrid para festejar que en mayo se casan dos de ellos. Sufrieron el viernes el cierre de los bares. Anoche, para desquitarse, promet¨ªan la gran juerga en su apartamento de Gran V¨ªa. Mientras, frente a la Puerta de Alcal¨¢, sobre las cuatro de la tarde, segu¨ªan celebrando la vida y la amistad ajenos a las ¨®rdenes de las autoridades. Muchas ganas de cachondeo. Abrazados, bien juntitos. Exultantes. Ni rastro de mascarillas. La novia, Corinne, de 32 a?os, luc¨ªa feliz su anillo. Junto a ella, el novio, David, de 30. Ella con un mu?eco hinchable a la espalda. ?l con el mismo en versi¨®n femenina. Todos pasan tres kilos del coronavirus. Al menos de momento. Una de las amigas se asoma al sarcasmo: ¡°?T¨² crees que se acabar¨¢n casando?¡±. Lo mismo les pilla el fin del mundo bailando las noches de boda de Sabina y Chavela.

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