La angustia de estar con un fallecido con coronavirus horas y horas
Los familiares de posibles v¨ªctimas de Covid-19 tienen que tramitar el sepelio en los tanatorios pese a que pueden estar contagiados
Luis, un peruano de 25 a?os, est¨¢ angustiado. En la habitaci¨®n de al lado yace el cuerpo sin vida de su padre Germ¨¢n Julio C., muerto a los 79 a?os v¨ªctima del coronavirus. La estancia est¨¢ cerrada, pero el temor crece conforme avanza el tiempo. Ha avisado a la funeraria y no sabe cu¨¢ndo vendr¨¢n a recoger el cuerpo. Esta escena que se vivi¨® en el barrio de El Carmen, en Ciudad Lineal, se ha convertido en habitual en los ¨²ltimos d¨ªas ante la avalancha de muertos que ha registrado la regi¨®n por la Covid-19. Un total de 1.825 personas hab¨ªan fallecido hasta este mi¨¦rcoles en la Comunidad de Madrid, m¨¢s de la mitad de los fallecidos en todo el pa¨ªs.
Este joven graduado en Administraci¨®n y Direcci¨®n de Empresas (ADE) llam¨® a la ambulancia la tarde del martes al ver que su padre no pod¨ªa respirar. Cuando llegaron los sanitarios, ya hab¨ªa fallecido. Los facultativos intentaron ver si se pod¨ªa hacer algo, pero result¨® infructuoso. Germ¨¢n Julio estaba bajo de defensas a causa de una inmunodeficiencia y hab¨ªa sufrido hace poco una neumon¨ªa. La causa de la muerte fue insuficiencia respiratoria aguda, seg¨²n consta en el certificado de defunci¨®n. Eso s¨ª, provocada por el coronavirus.
Desde que el m¨¦dico certific¨® la muerte, pasada la medianoche, surgi¨® el temor. ?Cu¨¢nto tardar¨ªan en llevarse el cuerpo? De inmediato avis¨® a la funeraria, pero estos le dijeron que iban a tardar. De hecho, primero ten¨ªa que pagar ¡ªo comprometer al menos el desembolso¡ª los 2.700 euros que cuesta la incineraci¨®n. ¡°Pero ni mi padre ni yo tenemos ese dinero. ?l era jubilado y yo solo trabajo los fines de semana para sacarme un dinero¡±, reconoce Luis. ¡°Les dije que yo no pod¨ªa pagar ese dinero. La ¨²nica soluci¨®n es que pidiera que lo hiciera de forma gratuita la empresa del Ayuntamiento, pero para eso tengo que llevar toda la documentaci¨®n que me piden al tanatorio de la M-30¡±, a?ade. ¡°Pero, ?c¨®mo voy a ir si lo m¨¢s seguro es que yo tambi¨¦n est¨¦ infectado al haber estado en contacto con mi padre?¡±, se preguntaba.
Mientras, la desesperaci¨®n se apodera de Luis. El cuerpo est¨¢ tapado y la habitaci¨®n, cerrada, pero el tiempo pasa y nadie recoge el cuerpo. Situaciones similares se dan en otras familias de la regi¨®n. Se ha dado el caso de que un anciano muri¨® en su domicilio, una peque?a vivienda de poco m¨¢s de 50 metros cuadrados, en la que viv¨ªa con su esposa, enferma de alzh¨¦imer, y su cuidadora. La funeraria a la que llamaron tard¨® unas 20 horas en poder acudir a este domicilio y trasladar al fallecido. Algunas empresas reconocen que est¨¢n sobrepasadas ya que no tienen dimensionado ni su personal ni sus instalaciones para la cantidad de fallecimientos que se est¨¢n registrando durante los ¨²ltimos d¨ªas. De media, la regi¨®n ha sufrido la muerte de un madrile?o cada cinco minutos en las ¨²ltimas 24 horas. Jam¨¢s se hab¨ªan visto cifras tan luctuosas en las ¨²ltimas d¨¦cadas.
Desinfectar la casa
Pasadas las cuatro de la tarde, unos empleados vestidos con trajes blancos, guantes y mascarillas de protecci¨®n se presentan en el domicilio de Luis. Se meten en la habitaci¨®n donde se encuentra su padre y al cabo de unos minutos salen con el cuerpo metido en un sudario blanco. Las bolsas estancas de color crema utilizadas para enfermos infecciosos o para traslados por avi¨®n o barco se han agotado. Ahora, seg¨²n la normativa regional basta con introducir los cuerpos en dos sudarios.
¡°Ahora queda desinfectar la habitaci¨®n. Yo no s¨¦ ni c¨®mo hacerlo ni tengo medios adecuados. Cuando los de la funeraria se han ido, me han dicho que llame al tel¨¦fono de la Comunidad de Madrid y que ellos me dir¨¢n c¨®mo hacerlo¡±, recuerda Luis. ¡°Yo lo ¨²nico que quiero es que me hagan la prueba para ver si tengo el virus. Si no lo tengo, me ir¨¦ a casa de alguna t¨ªa o de alguna amiga, porque lo ¨²nico que quiero es marcharme de aqu¨ª, de esta casa, cuanto antes¡±, a?ade el joven. Las cenizas de su progenitor las podr¨¢ recoger ma?ana viernes, si no hay retrasos en la incineraci¨®n.
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