Polic¨ªa: ¡°?Ahora parece que todo el mundo hace deporte!¡± Vecinos: ¡°?Pero si no podemos hacer otra cosa!¡±
Los agentes lanzan avisos desde primera hora pidiendo a los vecinos distancia personal en zonas concurridas como los puentes sobre Madrid R¨ªo. El Ayuntamiento de la capital no ha abierto parques ni zonas verdes
Hay runners y runners. Y luego est¨¢ este se?or. A las 9.00 de la ma?ana un hombre de unos 40 a?os corr¨ªa alegremente por Madrid R¨ªo. No iba r¨¢pido, pero tampoco lento. Un trote alegre, preciso, con buen ritmo. El tipo miraba el reloj de vez en cuando. ?Buscando su marca? Quiz¨¢. La situaci¨®n, sin embargo, se puso tensa desde el Puente de Toledo. Los ciudadanos comenzaron a agolparse en uno de sus muros como si aquello que estaban contemplando bajo sus pies fuese una estrella fugaz. Era un hecho ins¨®lito. Un parque cerrado y un hombre dentro haciendo deporte: el sue?o de todos. La mayor¨ªa hizo fotos, claro. El runner segu¨ªa a su ritmo, ajeno a la fama que estaba cosechando. Un matrimonio le grit¨®: ¡°Pero, ?qu¨¦ haces?. ?Si no se puede, hombre!¡±. La situaci¨®n deriv¨® en una tertulia entre varios ciudadanos. ¡°Yo no entiendo nada. Qu¨¦ cara m¨¢s dura¡±. ¡°No, no. Ah¨ª deber¨ªamos estar todos¡±. ¡°Mira ese, mira ese¡±. El runner era un m¨¢rtir, un palad¨ªn en mitad del confinamiento. La historia termin¨® a los cinco minutos. Un coche patrulla apareci¨® a toda velocidad por el parque y fren¨® en seco a la altura del runner:
¨D Caballero, no se puede correr por el parque. V¨¢yase. No se lo voy a repetir.
El runner, por supuesto, se larg¨® corriendo de ah¨ª con una zancada superior a la de antes. Despu¨¦s, la polic¨ªa activ¨® el altavoz y se dirigi¨® a las decenas de deportistas que observaban la escena desde lo alto del puente: ¡°Ahora parece que todo el mundo hace deporte¡±.
Madrid se levant¨® este s¨¢bado a caminar, trotar y correr con ganas. Entre las 6.00 y las 10.00 la mayor¨ªa de las aceras mostraban una afluencia superior a la de los ¨²ltimos d¨ªas. El centro, por ejemplo, parec¨ªa una vuelta ciclista. A pesar de que la orden publicada en el BOE permite las salidas a las zonas verdes y parques (excluidas las zonas de columpios y juegos, que deben permanecen cerradas), la reapertura de estos depende de los Ayuntamientos. En la Comunidad de Madrid varios han decidido hacerlo, como Pozuelo y Fuenlabrada. No es el caso de la capital, donde el alcalde, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Almeida, considera que mantenerlos cerrados ¡°facilita el control¡± de la Polic¨ªa Municipal para que se cumplan las condiciones que ha fijado el Gobierno para las salidas de los adultos por franjas horarias. Tampoco se ha habilitado el cierre de calles al tr¨¢fico de cara a descongestionar aceras como s¨ª ha hecho Ada Colau en Barcelona.
La polic¨ªa pide que se mantenga la ¡°distancia social¡± en la zona de Madrid R¨ªo
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¡°La ciudad deb¨ªa estar as¨ª siempre¡±, comenta Luis, de 49 a?os, que se ha acercado con su bicicleta de monta?a desde Sanchinarro a la zona centro. Hacer deporte se ha dividido en tres tipos. Los que llevan guantes y mascarillas, los que llevan mascarillas, y los que no llevan nada. Carmen Roc¨ªo, guardia civil almeriense de 24 a?os, ha estado todas estas semanas entrenando en casa. ¡°Todo el d¨ªa con el Youtube¡±. Al paso por Cuatro Caminos luc¨ªa una amplia y sudorosa sonrisa de satisfacci¨®n.
¡°Llevo viviendo en este barrio toda mi vida y nunca hab¨ªa visto tanta gente salir a correr por la ma?ana¡±, dice Rub¨¦n Osorio, vecino de la Plaza de Toros de Las Ventas. Hace calor y han vuelto los patinetes que se atraviesan entre las personas. ¡°Por fin es mi turno de salir¡±, explica Bel¨¦n Mart¨ªnez, de 26 a?os que no tiene ni perro, ni ni?os.
"Ahora parece que todo el mundo hace deporte todos los d¨ªas". As¨ª echa a un corredor de Madrid R¨ªo la polic¨ªa
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Llev¨® viviendo en este barrio toda mi vida y nunca hab¨ªa visto tanta gente salir a correr por la ma?anaRub¨¦n Osorio, vecino de Ventas
El Puente de Toledo, con sus nueve ojos y sus 180 metros de largo, era un ir y venir constante de runners, ciclistas, paseantes. Si el ancho ya de por s¨ª es reducido, un coche patrulla circulaba de punta a punta vigilando los excesos y reduciendo a¨²n m¨¢s el espacio para hacer ejercicio. El debate de la mayor¨ªa de los ciudadanos estaba en la reapertura de los parques. Jose Luis y Paloma, 48 y 52 a?os, salieron de casa a las 9.30. Dicen que a las 7.00 muchos ciudadanos se saltaron la prohibici¨®n y accedieron al parque. ¡°Lo tienen que abrir. Es necesario para evitar las aglomeraciones¡±. La patrulla policial, no obstante, volvi¨® a activar el altavoz ante la afluencia de gente cruzando el puente:
¡ª Pero vamos a ver, qu¨¦ hace ah¨ª parado, caballero. Sentido com¨²n. Esto est¨¢ lleno de gente.
¡ª Abrid el parque, cojones-contest¨® uno.
¡ª Sentido com¨²n, por favor, sentido com¨²n. Ahora parece que todo el mundo hace deporte- continu¨® el agente.
¡ª ?Pero si no nos dejan hacer otra cosa!
Con informaci¨®n de Luis de Vega y Luc¨ªa Franco.
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