Museos de andar por casa
Esta semana se ha celebrado un peculiar D¨ªa de los Museos con todos los madrile?os cerrados. ?C¨®mo es el p¨²blico que visita su versi¨®n ¡®online¡¯?
Si me dan a elegir entre museos y bares, lo tengo claro: museos. Hay gente pa¡¯to, pensar¨¢n algunos. Si tengo que escoger entre ir a la peluquer¨ªa o visitar un museo, tampoco hay duda: lo segundo. Pero confieso que a la peluquer¨ªa fui hace algo m¨¢s de una semana y no piso un museo desde hace dos meses y medio. Hay gente pa¡¯to, hubiera pensado si me cuentan eso de alguien a principios de febrero. Igual que si a principios de a?o me dicen que este D¨ªa Internacional de los Museos (DIM) voy a pas¨¢rmelo recorriendo distintos centros madrile?os: el de Ciencias Naturales, el CA2M, el L¨¢zaro Galdiano, el Prado, la casa museo Lope de Vega, el Thyssen, el de Historia de Madrid, el de San Isidro, el del Traje¡ hubiera dicho: ¡°Quiz¨¢ otros, hay gente pa¡¯to. Yo no. Con la de oportunidades que hay para visitarlos, ?para qu¨¦ voy a ir un d¨ªa que est¨¢n masificados?¡±
Pues ah¨ª estaba yo, el pasado lunes, D¨ªa de los Museos, delante del ordenador desde las once de la ma?ana paseando por las webs y las redes eligiendo qu¨¦ hacer, qu¨¦ mirar y, sobre todo, observando qui¨¦n andaba por all¨ª. Igual que hubiera observado a los visitantes si hubi¨¦semos estado en modo presencial en vez de virtual. Con la diferencia de que si, por ejemplo, alguien hace alg¨²n comentario que te llama la atenci¨®n en el huertecillo jard¨ªn de la casa de Lope de Vega (m¨¢gico lugar del barrio de Las Letras no demasiado desconocido) no tienes, a golpe de clic, acceso a su vida. Sin embargo, si ese mismo comentario lo hace en un foro virtual, no hay m¨¢s que pinchar sobre su nombre para saber detalles de su vida: la ¨²ltima quedada con sus compa?eros de la Erasmus o las vacaciones de 2016.
Una hora entre ventana y ventana, saltando de museo en museo. De las del ordenador, que todav¨ªa no me ha dado por el parkour, en mi fase 0,5 eso no est¨¢ incluido. Para llegar al mediod¨ªa y que una de las actividades m¨¢s publicitadas del d¨ªa comenzara: el directo del Prado en Instagram en el que la pinacoteca madrile?a se conectar¨ªa con 20 museos espa?oles, desde Gran Canaria a Pontevedra y desde M¨¦rida a Mah¨®n. Estaban programados 21, falt¨® el Nacional de Escultura de Valladolid, pero si durante las tres horas que dur¨® la actividad hubo m¨²ltiples problemas t¨¦cnicos, solucionados con m¨¢s o menos ¨¦xito, que se viera la imagen del centro pucelano fue imposible. Y, claro, si hablamos de los museos de Madrid, es muy, pero que muy injusto quedarse en el Prado o en el Thyssen ¨Den el que pas¨¦ una hora de mi tarde escuchando una charla entre su gerente, Evelio Acevedo, la jefa de ?rea de Marketing y Desarrollo de Negocio, Carolina F¨¢bregas, y Guillermo Solana, el director art¨ªstico, sobre el museo despu¨¦s del confinamiento¨D. Estos son los que en t¨¦rminos futbol¨ªsticos juegan la Champions. El Prado est¨¢ perdiendo en torno a un mill¨®n de euros cada 15 d¨ªas, el gerente del Thyssen habl¨® de que cada semana de cierre supone 250.000 euros que no ingresan. Me imagino lo que pensar¨¢n en el Museo de Historia de Madrid o en el L¨¢zaro Galdiano de esas cantidades (y otros tantos). Ambos atesoran colecciones m¨¢s que notables y tambi¨¦n participaron en el DIM con iniciativas online para darse a conocer, para difundir sus colecciones y para que el p¨²blico los disfrute desde su casa ¨Dsin llegar a las m¨¢s de 65.900 reproducciones del v¨ªdeo del Prado (y subiendo)¨D. Los dos recurrieron al humor, el primero con un simp¨¢tico v¨ªdeo mostrando, a trav¨¦s de sus piezas, que acoge a todos. El segundo con unos divertidos tarjetones para compartir, en los que, sobre obras de su colecci¨®n elegidas a prop¨®sito, incluyen frases como ¡°Ya va siendo hora de quitarse el ch¨¢ndal¡±, ¡°qui¨¦n nos iba a decir que acabar¨ªamos tocando el piano desde el balc¨®n¡±, ¡°d¨¦jate de peluquer¨ªas. Tienes una melena que ya la querr¨ªan en el siglo XVIII¡± o ¡°?te tomas el primer caf¨¦ de vuelta conmigo?¡±
Pero entonces, ?qu¨¦? ?se obvia a los grandes para dar visibilidad a los peque?os? Eso tampoco har¨ªa justicia. Las tres horas de directo del Prado ¨Den el que las bater¨ªas, tanto de emisor como de esta receptora, se agotaron y repusieron r¨¢pidamente¨D sirvieron para aglutinar a mucho de ese p¨²blico online. Esos que estos d¨ªas los visitan con zapatillas de estar por casa a trav¨¦s de las pantallas. Me lanc¨¦ a pinchar sobre los nombres y a preguntar ?por qu¨¦ estaban ah¨ª? Conclusi¨®n: la mayor¨ªa estaban ah¨ª, igual que pod¨ªa hab¨¦rmelas encontrado en otras actividades en cualquiera de las horas que todas estamos trasteando por las webs o redes de museos. Hablo en femenino porque la mayor¨ªa son mujeres con relaci¨®n profesional o casi con el arte o con la historia: una t¨¦cnica del Museo del Greco, una pintora, una estudiante del Bachillerato de humanidades, una estudiante de historia, una restauradora. Todas salvo un trabajador de un hospital. Ser¨¢ que el p¨²blico online es muy similar al presencial y que lo que cuesta es llegar al que no pisa un museo ni aunque sea el lugar m¨¢s seguro del mundo. Pocos se me ocurren en los que no haya que tocar nada (los expertos ya est¨¢n trabajando en qu¨¦ hacer con los recursos interactivos) y lo ideal sea que no hay nadie a tu alrededor para poder disfrutar plenamente.
Cifras y letras
Las frases
De distintas participantes en actividades de museos madrile?os. ¡°Estar¨ªa en el Prado d¨ªa s¨ª, d¨ªa tambi¨¦n¡±, Jennifer Gonz¨¢lez, restauradora. ¡°Visitar museos forma parte de lo que quiero hacer a mis 58 [a?os]¡±, Helena Ramos, estudiante de Historia. ¡°No me da miedo volver a los museos, me parece m¨¢s peligroso ir al supermercado¡±, Pilar Pedraza, pintora.
En n¨²meros
El D¨ªa Internacional del los Museos de 2019 era s¨¢bado, el Prado recibi¨® 10.742 visitas. El 18 de mayo del a?o anterior, viernes, 9.668; y en 2017, cay¨® en jueves y la pinacoteca acogi¨® 11.908 visitas. Este a?o, los visitantes que han entrado por las puertas han sido cero, pero m¨¢s de 65.900 ya han visto el directo en colaboraci¨®n con otros museos que qued¨® colgado en Instagram. Durante su emisi¨®n en directo el n¨²mero de personas conectadas oscilaba entre 300, cuando hab¨ªa problemas de sonido, y 1.000 en los picos m¨¢s altos.
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