Los choques del Gobierno de D¨ªaz Ayuso, una excepci¨®n en los pactos de PP y Cs

A finales de marzo, Pablo Iglesias, vicepresidente del Gobierno, recibe una carta desde Madrid. ¡°La situaci¨®n es ya muy preocupante, con muchas personas contagiadas, fallecidas o aisladas, personal tambi¨¦n infectado o en cuarentena¡±, se lee. ¡°La situaci¨®n en los hospitales est¨¢ dificultando la derivaci¨®n en algunos casos de las personas m¨¢s vulnerables y con pluripatolog¨ªas, por lo que en muchos casos deben permanecer en la Residencia, recibiendo una atenci¨®n m¨¦dica para la que la mayor¨ªa no est¨¢n preparadas¡±, sigue. ¡°Por esa raz¨®n solicitamos que se active el apoyo sanitario y log¨ªstico del Ej¨¦rcito¡±, se a?ade. Con esas l¨ªneas se inicia un conflicto irreparable en el Gobierno de Madrid, que forman PP y Cs sin encontrar la sinton¨ªa que han demostrado en los otros tres Ejecutivos que comparten (Andaluc¨ªa, Castilla y Le¨®n y Murcia).

Alberto Reyero, consejero de Pol¨ªticas Sociales, de Cs, firma la misiva. Isabel D¨ªaz Ayuso, la l¨ªder del PP, le desautoriza: ¡°Esta petici¨®n no sirve porque el Ej¨¦rcito no tiene capacidad para enviar m¨¦dicos sanitarios¡±, dice. A los pocos d¨ªas, desplaza a Reyero, creando un mando ¨²nico para las residencias que tiene como referente al consejero de Sanidad, Enrique Ruiz-Escudero, del PP. Desde entonces, los dos gestores chocan por la hecatombe que se vive en los centros, donde mueren 6.000 personas, y le ponen cara y voz al desencuentro permanente de los dos partidos: pactar o no con el PSOE un acuerdo para la reconstrucci¨®n; tener o no a Vox como ¨²nico socio; pasar o no a la fase 1 de la desescalada, investigar o no el caso Avalmadrid¡­

La comparaci¨®n de la actividad de los cuatro gobiernos de PP y Cs muestra las consecuencias pr¨¢cticas de las discrepancias de Madrid.

Madrid. Cero leyes aprobadas. El Gobierno solo ha enviado una ley a la Asamblea, y no la ha sacado adelante. ?La raz¨®n? Cs no acept¨® el acuerdo alcanzado por el PP con su ¨²nico socio posible, Vox. No es una excepci¨®n. La coalici¨®n gubernamental naci¨® bajo la contradicci¨®n de que Cs no acepte el apoyo de Vox cuando el apoyo de Vox es imprescindible para que Cs est¨¦ en el Gobierno. Como consecuencia, la acci¨®n legislativa est¨¢ paralizada, los presupuestos est¨¢n prorrogados, no hay proyecto de cuentas para 2020, y Vox incluso exige la destituci¨®n de un consejero de Cs (Reyero).

¡°Hay que tener en cuenta que la crisis del coronavirus ha paralizado la actividad de la Asamblea¡±, aducen desde el Ejecutivo que preside D¨ªaz Ayuso. ¡°Se ha iniciado la tramitaci¨®n de otros proyectos de ley¡±, siguen. ¡°Adem¨¢s este es un gobierno liberal, que no aspira a legislar por legislar, sobrecargando innecesariamente al ciudadano con un exceso de normativa¡±.

Lo que empez¨® con fricciones t¨ªpicas de una coalici¨®n creci¨® cuando D¨ªaz Ayuso decidi¨® nombrar como jefe de gabinete a Miguel ?ngel Rodr¨ªguez (Ignacio Aguado, vicepresidente regional, de Cs, dej¨® clara su oposici¨®n) y se ha multiplicado con la pandemia. PP y Cs han llegado a mantener contactos por separado con la oposici¨®n para intentar encontrar un camino com¨²n en la reconstrucci¨®n de la regi¨®n. Como si no fueran del mismo gobierno. As¨ª, los socios tienen que descartar peri¨®dicamente que vayan a convocar elecciones (PP) o unirse a una moci¨®n de censura con la oposici¨®n (Cs).

Andaluc¨ªa. Luna de miel. La crisis provocada por la Covid-19 no ha hecho mella en el Gobierno de coalici¨®n de PP y Ciudadanos en Andaluc¨ªa. No hay grietas ni discrepancias visibles, ni declaraciones contradictorias entre los seis consejeros populares y los cinco de Cs. El pegamento que hizo posible el pacto tras las elecciones andaluzas de diciembre de 2018 (echar al PSOE de la Junta tras gobernar 36 a?os y ocho meses) a¨²n mantiene su adherencia, como tambi¨¦n el sost¨¦n parlamentario de la ultraderecha de Vox.

El Ejecutivo aut¨®nomo gobierna a golpe de decreto ley, presenta pocas leyes en el Parlamento, pero ha sacado adelante las m¨¢s importantes: las de los Presupuestos de 2019 y 2020. Al Gobierno que preside Juan Manuel Moreno le da m¨¢s dolores de cabezas las exigencias de Vox, que la convivencia de Ciudadanos.

El giro de In¨¦s Arrimadas hacia posiciones m¨¢s alejadas de la derecha crea incomodidad en Cs Andaluc¨ªa, pero est¨¢ completamente descartado un cambio brusco de pareja de baile en la Junta, entre otros motivos porque los 21 diputados de Cs y los 33 del PSOE no suman. El vicepresidente de la Junta y portavoz de Ciudadanos, Juan Mar¨ªn, asegur¨® el viernes que ¡°nada de lo que vaya a pasar a nivel nacional va a influir en el Gobierno andaluz¡± y calific¨® el encuentro entre las delegaciones de Cs y del Gobierno como ¡°estrictamente t¨¦cnico¡±. Los problemas est¨¢n m¨¢s en las relaciones entre Mar¨ªn y su grupo parlamentario. Hay quejas de falta de coordinaci¨®n y de informaci¨®n y cr¨ªticas soterradas por la sobreexposici¨®n medi¨¢tica de Mar¨ªn.

Castilla y Le¨®n. Unidos frente a la pandemia. Las grietas m¨¢s gruesas en el Gobierno de coalici¨®n que cerraron hace casi un a?o Alfonso Fern¨¢ndez Ma?ueco, presidente de la Junta por el PP, y Francisco Igea, vicepresidente por Ciudadanos, han surgido por la reciente dimisi¨®n del consejero de Empleo, Germ¨¢n Barrios, por diferencias ¡°insalvables¡± con Igea. La habitual buena sinton¨ªa entre ambos partidos se ha reforzado durante la pandemia, pues Ma?ueco, de un perfil mucho m¨¢s moderado que el PP nacional, ha encajado bien la recomendaci¨®n de Sanidad, en manos de Ciudadanos, de avanzar con prudencia en la desescalada. Tambi¨¦n se han defendido juntos de las cr¨ªticas por ordenar que los ancianos no se atendiesen en los hospitales sino en las residencias. Este ha sido el principal argumento de la oposici¨®n, que lidera el PSOE, que del mismo modo que ha censurado estas pol¨ªticas con un Podemos tambi¨¦n activo en los reproches, ha trabajado con ¡°lealtad¡± reconocida por Igea y Ma?ueco durante estos meses.

De hecho, Igea tambi¨¦n exigi¨® que Ma?ueco no estuviese inmerso en causas judiciales de corrupci¨®n cuando negociaron su acuerdo de Gobierno. Sin embargo, ahora que se ha reabierto la investigaci¨®n de si hubo financiaci¨®n irregular en las primarias del PP que gan¨® Ma?ueco, Cs ha mantenido la prudencia.

Al contrario que el de Madrid, este Gobierno s¨ª ha preparado proyecto de Presupuestos (que tendr¨¢ que modificar para adaptarlo a las consecuencias del coronavirus), y no depende de Vox. Adem¨¢s, PP y PSOE firmaron unos pactos para la reconstrucci¨®n de Castilla y Le¨®n tras la crisis sanitaria en el que emplazaron a todos los partidos a colaborar.

En Madrid, eso parece imposible: aunque ya hay fotos de todos los portavoces en la Asamblea hablando de un hipot¨¦tico pacto econ¨®mico y social para despu¨¦s de la pandemia, D¨ªaz Ayuso ha dejado muy claro que no comparte la opini¨®n de Aguado de negociar con el PSOE (¡°Yo no pacto con el desastre", dijo).

Murcia. Presupuestos aprobados. Al comienzo de la pandemia, tras decretarse el estado de alarma, se plante¨® un clima de colaboraci¨®n entre el Gobierno y la oposici¨®n. El PSOE vot¨® con PP, Cs y Vox el decreto de medidas urgentes en materia tributaria, mientras que Podemos se abstuvo.

Los otros dos decretos que el Gobierno de coalici¨®n ha llevado a la Asamblea para mitigar los efectos de la pandemia han dejado ver ciertas discrepancias entre populares y naranjas. Cs apoy¨® su convalidaci¨®n, pero, en ambos casos, forz¨® que se tramiten como proyectos de ley, lo que abre la puerta a modificaciones a trav¨¦s de las enmiendas de los grupos parlamentarios. Esa actitud ya ten¨ªa un precedente: el decreto ley de protecci¨®n integral del Mar Menor, que lleg¨® al parlamento el pasado enero.

Tras unas tensas negociaciones alrededor del pin parental exigido por Vox en educaci¨®n, las cuentas p¨²blicas se aprobaron el pasado 21 de abril, en plena crisis del coronavirus, y tal cual se hab¨ªan pactado en los meses anteriores a la pandemia, con el anuncio de que ser¨ªan modificadas nada m¨¢s entrar en vigor para adaptarse a las nuevas circunstancias.

Adem¨¢s de la ley de presupuestos y los citados decretos, en esta legislatura el Gobierno murciano solo ha llevado al parlamento otro proyecto de ley, el de Servicios Sociales, que a¨²n est¨¢ en fase de tramitaci¨®n parlamentaria y que depende de la consejer¨ªa de Pol¨ªtica Social, que gestiona Cs.

El Ayuntamiento de Murcia tambi¨¦n est¨¢ gobernado por una coalici¨®n de PP y Ciudadanos. El primer teniente alcalde y concejal de Fomento, Mario G¨®mez (Cs) present¨® el pasado 4 de junio un pacto para la regeneraci¨®n socioecon¨®mica de la ciudad tras la crisis del coronavirus que hab¨ªa pactado con PSOE y Podemos, lo que desencaden¨® una intensa crisis. Este jueves 11 de junio se reunieron las direcciones regionales de los dos partidos y, aunque aseguraron que la coalici¨®n se mantiene y no peligra, lo cierto es que el alcalde, Jos¨¦ Ballesta (PP), no ha convocado por segundo viernes consecutivo la Junta de Gobierno municipal, y G¨®mez no se ha retractado de su acuerdo con los partidos de izquierdas.