Desmantelada una fiesta ilegal: ¡°Trat¨¢bamos de guardar las drogas donde pod¨ªamos¡±

¡°?Mujeres a un lado y hombres a otro!¡±. En filas de a tres y gritando, varias decenas de agentes de la Polic¨ªa Nacional acceden por sorpresa escudo en mano a un after de Madrid, el club Sildavia. Son las ocho de la ma?ana de este lunes y la fiesta sigue a todo trapo con decenas de personas bailando en esta discoteca situada en el n¨²mero 25 de la calle Aranjuez, en el barrio de Bellas Vistas del distrito de Tetu¨¢n. Los asistentes ignoran las restricciones que imponen la pandemia, pero lo que lleva a los agentes a entrar es una orden judicial que no tiene que ver con expansi¨®n del coronavirus. El Sildavia, ese reino imaginario de las aventuras de Tintin al que cant¨® La Uni¨®n en los 80, no tiene permiso para abrir.

¡°Yo estaba bailando cuando llegaron. Nos han acorralado en el hall a todas las t¨ªas y nos han registrado una a una. Todas trat¨¢bamos de guardar las drogas donde pod¨ªamos¡±, relata una joven a EL PA?S despertando cierto recelo entre alguno de los amigos que la rodean. ¡°No le cuentes eso al periodista¡±. Uno de ellos apura una lata de cerveza en la acera mientras se l¨ªa un porro de hach¨ªs. La escena descrita por la joven coincide con el v¨ªdeo grabado por los polic¨ªas durante la operaci¨®n.

En la calle, una treintena de j¨®venes deambula por los alrededores o toma cervezas a la puerta de un bar pr¨®ximo mientras los agentes siguen sacando a personas del local. Algunos dan por terminada la juerga y van abandonando la zona en taxis, otros permanecen comentando lo sucedido mientras los vecinos acuden a sus trabajos. Al responsable del bar, que barre con cara de pocos amigos las colillas de la puerta, no le hace gracia en exceso el repentino barullo que se cruza con los que acuden a su barra a tomar el primer caf¨¦.

¡°Se ha encontrado una notable cantidad de sustancias estupefacientes¡± como coca¨ªna rosa, coca¨ªna, hachis y marihuana, informa la Polic¨ªa Municipal. Hab¨ªa, adem¨¢s, ¡°95 personas bailando en su interior, sin utilizar mascarillas ni mantener distancias de seguridad¡±. La operaci¨®n se ha saldado con cinco detenidos, cuatro por delitos contra la salud p¨²blica y otro por falsedad documental, seg¨²n la misma fuente. Dos de ellos est¨¢n acusados de quebrantar el cierre decretado por las autoridades. Hay, adem¨¢s, cuatro imputados; uno por delito contra la salud p¨²blica y tres por un delito contra la propiedad intelectual.

Los presentes reconocen que se estaban infringiendo las restricciones que permiten abrir a los bares y discotecas durante la pandemia. Casi nadie llevaba dentro la mascarilla, no se manten¨ªa la distancia y numerosas personas bailaban en la pista, seg¨²n varios testimonios. Otros cuentan que algunos usaban la mascarilla para ir al ba?o y que hab¨ªa cintas en el suelo para parcelar los espacios de las mesas en las que el precio por botella oscilaba entre los 170 y los 200 euros. ¡°Es que en estos sitios te venden exclusividad¡±, cuenta Sonia, de 31 a?os, que prefiere que no se publique su nombre real. ¡°Pero al final a la gente le acaba gustando el roce¡±, se rinde a la evidencia esta joven que llevaba en la fiesta desde las 3 de la ma?ana.

El Sildavia es uno de los locales que puentea la legalidad en la capital y va cambiado de titularidad para seguir funcionando. Fuentes municipales reconocen que ¡°hab¨ªa recibido m¨²ltiples inspecciones y denuncias en los ¨²ltimos dos a?os por parte de la Polic¨ªa Municipal, pero permanec¨ªa abierto tras ir cambiando de titular de la actividad para seguir ejerciendo¡±. Por eso el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 39 de Madrid ha terminado decretando su cierre y clausura. Para llevarlo a efecto ambos cuerpos han desarrollado la operaci¨®n de esta ma?ana.

Solo de la Polic¨ªa Nacional se han desplazado hasta el lugar m¨¢s de medio centenar de efectivos: m¨¢s de 40 de las Unidades de Prevenci¨®n y Reacci¨®n (UPR), seis del grupo de estupefacientes y cuatro del Grupo Operativo de Respuesta (GOR). Las muestras de diversas drogas recogidas ascienden, seg¨²n este cuerpo, a unas 35.

Los hechos tienen lugar justo al terminar un fin de semana en el que el ocio nocturno ha estado en el ojo del hurac¨¢n por los rebrotes del coronavirus. ¡°Han llegado arrollando, tirando mesas, con mucha violencia. Nos ped¨ªan que nos pusi¨¦ramos contra la pared¡±, relata otro de los asistentes a la fiesta en los alrededores del local. ¡°Yo hab¨ªa llegado a las 8, unos diez minutos antes de que llegaran los polic¨ªas. Fui de los ¨²ltimos en salir y vi que la lista iba por 135 personas¡±, a?ade este joven que prefiere no ser identificado.

¡°Nos dijeron que dej¨¢ramos los m¨®viles quietos y empezaron a identificar a los que est¨¢bamos all¨ª¡±, relata Sonia. ¡°La gente empez¨® entonces a tirar al suelo... ya sabes, las droguitas, polvito rosa¡±.

La operaci¨®n ha sido llevada a cabo por agentes de la Polic¨ªa Nacional y la Polic¨ªa Municipal. Una decena de veh¨ªculos de los dos cuerpos, entre furgones y coches, han tomado primera hora de la ma?ana todo el tramo bajo de la calle Aranjuez, desde el cruce con la avenida del Doctor Federico Rubio y Gal¨ª. De uno en uno todos los asistentes, personas casi todas en torno a los 20 y los 35 a?os, han ido saliendo tras ser identificados y cacheados.

Dos horas despu¨¦s algunos segu¨ªan apurando el comienzo de la semana a unos metros del Sildavia. El local, con un doble port¨®n negro con una c¨¢mara conectada a un portero autom¨¢tico, no tiene ning¨²n distintivo de discoteca. El nombre de Sildavia no aparece por ning¨²n sitio. Avanza la ma?ana y la calle recupera la calma. Por el suelo quedan algunas de las pulseras de colores que llevaban en la mu?eca los asistentes a la fiesta y alg¨²n abanico de cart¨®n de los patrocinadores. Las cintas de la polic¨ªa pegadas en los accesos para precintar el local es el ¨²nico rastro visible de la operaci¨®n. La Uni¨®n cantaba que Sildavia es ¡°un nuevo destino para el ocio¡± que ¡°no se halla en los mapas¡±. De momento tendr¨¢ que esperar d¨ªas mejores.