Hay un concierto en mi jard¨ªn
La Gira en Kasas, que ofrece artistas originales actuando en directo en chalets privados, se convierte en un formato propicio para tiempos de pandemia
Ocho de la tarde del viernes en el frondoso jard¨ªn de una vivienda unifamiliar en la Piovera, el distinguido barrio de embajadas y gentes con posibles a espaldas de Arturo Soria. Los titulares de la propiedad bien podr¨ªan haber convocado un c¨®ctel con amigos, pero la han alquilado para una nueva edici¨®n de Gira en Kasas, un programa de conciertos que se propon¨ªa ofrecer experiencias muy cercanas y singulares con artistas emergentes, especiales, distintos. La idea, en la ciudad que conoc¨ªamos hasta unos meses atr¨¢s, parec¨ªa original y alternativa.
Ahora, en este mundo descoyuntado de mascarillas y distancias sociales, se ha convertido en salvadora: pocas soluciones mejores para conseguir, en tiempos de pandemia, que la m¨²sica siga sonando sin riesgos para los asistentes. ¡±Sin m¨²sica, igual que sin teatro, ser¨ªa imposible concebir la vida¡±, se apresura a subrayar Gonzalo C¨¢ceres, el vallisoletano de 31 a?os que est¨¢ detr¨¢s de estos conciertos veraniegos en clave ¨ªntima y dom¨¦stica. Y enfatiza: ¡°Igual que la humanidad ha sobrevivido a Hiroshima y Nagasaki, tambi¨¦n saldremos de esta. Como los espa?oles somos tan emocionales, durante lo peor del confinamiento fuimos capaces de engancharnos hasta a propuestas digitales de mierda, cosas que se ve¨ªan fatal. Por eso ahora apetece tanto disfrutar in situ, aunque sea con un formato reducido¡±.
El coronavirus, pese a todo, tambi¨¦n ha acarreado quebraderos de cabeza a esta gira, que ha pasado de abarcar 17 conciertos en 10 ciudades el a?o pasado a solo 10 recitales en cinco emplazamientos (el listado, junto a Madrid, lo completan Barcelona, Sevilla, Santander y A Coru?a). El aforo en el distinguido jardincito de la Ronda de Sobradiel, que no es tanto kasa como casopl¨®n, tambi¨¦n se ha limado de 110 a 85 asistentes. Por el contrario, la n¨®mina de camareros y personal de la organizaci¨®n ha tenido que incrementarse para cumplir con los protocolos. Pero todo bien, tal y como est¨¢n las cosas.
Los amantes de estos conciertos podr¨¢n reencontrarse con la Gira en Kasas en septiembre con las actuaciones del d¨²o castellano de folk Fet¨¦n Fet¨¦n (jueves 10) y del t¨¢ndem Emilia y Pablo (jueves 17)
Los espectadores, que han satisfecho 18 euros por asistir a este concierto ¨ªntimo y relajado de Travis Birds, se encuentran como cortes¨ªa en sus asientos con unas palomitas ba?adas en caramelo de mandarina o de lima. Y alguno hasta se apresta a repantingarse en el c¨¦sped antes de que comience a sonar la m¨²sica. Algo vagamente parecido a aquellos tiernos veranos de lujurias y procrastinaciones que conoc¨ªamos hasta ahora. Travis, que se rebautiz¨® as¨ª en homenaje al personaje de Robert De Niro en Taxi Driver (¡°alguno piensa que es por el grupo escoc¨¦s, pero no los piloto mucho¡±), es una chavala menuda y vivaracha a la que le gustan la conversaci¨®n y un vinito tinto en los proleg¨®menos de los conciertos.
Casi todos los que han venido a verla la conocen por Coyotes, la canci¨®n para la cabecera de la serie El Embarcadero, o por su original¨ªsima lectura del cl¨¢sico de Sabina 19 d¨ªas y 500 noches, que ella reimagin¨® desde la perspectiva de la protagonista femenina. Birds deber¨ªa estar inmersa en una gira que se cancel¨® y un segundo disco, La Costa De Los Mosquitos, que se ha pospuesto hasta el primer trimestre de 2021. Pese a todo, no renuncia a una sonrisa que casi no le cabe en la cara. ¡°Dentro de unos a?os¡±, se resigna, ¡°pensaremos que hemos sido testigos de una circunstancia tan extraordinaria como para que se paralizara el mundo entero. Y mientras tanto, confiar¨¦ en que dispongo de m¨¢s material creativo al que agarrarme. Estos meses se est¨¢n traduciendo en unas nuevas canciones bastante m¨¢s oscuras, enrevesadas, libres. Y hasta puede que un poquito esquizofr¨¦nicas¡¡±.
La voz rasgada de Birds ¨Cque puede maridar bien con Carmen Boza o M?bu, pasadas por el filtro de Bebe¨C es la expresi¨®n ¨²ltima de una muchacha con el encanto de lo peculiar, una artista que creci¨® en Legan¨¦s, estudi¨® a rega?adientes Dise?o Gr¨¢fico para conseguir algo de sustento y vive junto a Natalia, su hermana gemela id¨¦ntica. Junto a ella vivi¨® cada minuto del confinamiento, ¡°una experiencia tan intensa que nos uni¨® todav¨ªa m¨¢s, aunque pas¨¢ramos por momentos de querer casi matarnos¡±, se carcajea. Y con ella comparte anhelos, angustias, pasiones, cruces de cables. Como su pavor a los aviones, un p¨¢nico muy poco aconsejable para una artista que aspira a darse a conocer en medio mundo. ¡°Lo venzo a golpe de valent¨ªa. Si algo no le perdonar¨¦ a esta pandemia es que la gira de 2020 comenzaba en marzo en Melilla, pero el concierto se cancel¨® ?una vez que ya hab¨ªamos volado hasta all¨ª!¡±.
Los amantes de estos conciertos a la fresca y en petit comit¨¦ podr¨¢n reencontrarse con la Gira en Kasas en septiembre, gracias a las actuaciones del d¨²o castellano de folk Fet¨¦n Fet¨¦n (jueves 10) y del t¨¢ndem Emilia y Pablo (jueves 17), dos chilenos afincados en Madrid que reinventan la canci¨®n tradicional latinoamericana. Son tiempos inciertos, claro, en los que todo el mundo se siente inmerso en un par¨¦ntesis. Travis Birds, que este pr¨®ximo 1 de noviembre cumplir¨¢ 30 a?os, conf¨ªa en que 2021 ¡°sea el a?o en que, definitivamente, pueda dejar de pedirle algo de dinero a mis padres¡±. Y Gonzalo C¨¢ceres, al frente de la agencia creativa Madame Vodevil, tambi¨¦n f¨ªa al futuro el sue?o de la remontada. ¡°Acabamos de emprender otro nuevo formato, Caprichos Musicales en Paradores, para unificar m¨²sica, experiencia y espacios seguros. Se trata de ir abriendo caminos, aunque en este 2020 a¨²n no sean del todo rentables¡±, resume.
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