Coreograf¨ªas urbanas y atletas que bailan
Los core¨®grafos argentinos Enrique Cabrera y Dani Pannullo reivindican otra forma de hacer danza contempor¨¢nea en Veranos de la Villa
Enrique Cabrera y Dani Pannullo tienen mucho m¨¢s en com¨²n que haber nacido en Argentina; el primero en 1960, el segundo prefiere no revelarlo porque es ¡°muy coqueto¡±. Ambos iniciaron su formaci¨®n en el Ballet Contempor¨¢neo del Teatro San Mart¨ªn, una prestigiosa compa?¨ªa de Buenos Aires, y pese a sentir verdadera fascinaci¨®n por esta disciplina, se dieron cuenta de que, como bailarines, no progresar¨ªan. Lo suyo era la direcci¨®n coreogr¨¢fica donde llevan destacando desde que formaran sus compa?¨ªas en Madrid en la d¨¦cada de los noventa: Dani Pannullo DanceTheatre Co y Aracaladanza, en el caso de Cabrera. Los dos core¨®grafos argentinos se dan cita ahora en Veranos de la Villa con sus espect¨¢culos Atlas, maps of moves (26 y 27 de agosto) y Summertime (29 y 30 de agosto), en el Centro Cultural Conde Duque. Ambos forman parte de la triple conexi¨®n entre la danza de Buenos Aires y la de Madrid en esta edici¨®n de Veranos de la Villa. El tambi¨¦n argentino Juan Leiba fue el primero en participar en el programa de este a?o, a mediados de agosto, con su compa?¨ªa madrile?a Nueveochenta Aerial Dance Company y el espect¨¢culo Solo, con ella y contra ella.
La capital espa?ola ha sido la ciudad que les ha visto crecer como profesionales, donde han creado sus espect¨¢culos que posteriormente han proyectado internacionalmente. ¡°Para un artista, el mundo deber¨ªa ser su casa¡±, dice Pannullo, influido por la cultura espa?ola, europea y de otras tantas partes del mundo. ¡°Hay core¨®grafos m¨¢s regionalistas, eso est¨¢ bien tambi¨¦n, pero para m¨ª, la investigaci¨®n y la mirada hacia lo que ocurre en las calles de otros lugares del mundo es la base de mi trabajo¡±, a?ade.
Para Cabrera, ¡°ese mirar hacia dentro y hacia fuera es lo que hace que en un momento de tu carrera a¨²nes todo tu conocimiento para crear espect¨¢culos donde la danza contempor¨¢nea es un componente m¨¢s, pero no el ¨²nico¡±. Una visi¨®n que comparte Pannullo, convencido de que la danza es un lenguaje m¨¢s del movimiento. ¡°Me gusta la filosof¨ªa de Jan Fabre (artista multidisciplinar belga) que dice ¡®yo soy un artista que trabaja con el cuerpo¡¯¡±, se?ala. ¡°La danza contempor¨¢nea, desde el punto de vista acad¨¦mico, tiene que revisarse y evolucionar¡±.
Son estas coincidencias las que hacen que los espect¨¢culos de ambos core¨®grafos, que nunca han trabajado juntos, tengan ¡°un potencial est¨¦tico tan parecido¡±. ¡°No hay una dramaturgia s¨²per elaborada, sino una narrativa visual que hace que cualquier espectador, en cualquier parte del mundo se pueda sentir identificado¡±, explica Cabrera, quien lleva m¨¢s de dos d¨¦cadas dirigi¨¦ndose al p¨²blico familiar.
¡°No son el p¨²blico del futuro, los ni?os son el p¨²blico del presente¡±, reivindica el fundador de la compa?¨ªa Aracaladanza. ¡°No fue algo premeditado, empec¨¦ a hacer espect¨¢culos para ni?os porque ten¨ªa una idea y quer¨ªa llevarla al escenario; disfrut¨¦ tanto que me lanc¨¦ a hacer otro, y luego otro¡±, cuenta. En Veranos de la Villa, Cabrera presentar¨¢ Summertime, creado a partir de varios proyectos anteriores y que se desarrollar¨¢ por las paredes del Patio Sur del Centro Cultural Conde Duque, convertidas en escenario. ¡°Con sillas giratorias situadas en el centro del patio, el espectador podr¨¢ visionar lo que ocurre en las cuatro paredes¡±, explica el core¨®grafo sobre esta pieza adaptada espec¨ªficamente para el festival veraniego madrile?o. Los objetos escenogr¨¢ficos y los escenarios urbanos son algo caracter¨ªstico del trabajo de Cabrera, quien ya realiz¨® un montaje similar en el entorno del Museo del Prado el a?o pasado, con motivo de su bicentenario.
Lo urbano tambi¨¦n interesa especialmente a Pannullo, y sobre todo aquello que nace de los j¨®venes, ¡°tienen mucho que decir y que aportar¡±. As¨ª, el core¨®grafo argentino recurre en sus espect¨¢culos a disciplinas callejeras como el parkour, el break dance o la calistenia, una pr¨¢ctica de entrenamiento al aire libre. ¡°No son consideradas por muchos como danza, pero para m¨ª todo lo que genera movimiento s¨ª se puede relacionar con la ella. Ahora vemos como algunas compa?¨ªas las van introduciendo t¨ªmidamente porque saben que estos lenguajes no se pueden ignorar¡±, dice Pannullo, quien no duda en utilizar a atletas para sus espect¨¢culos, como en Atlas, maps of moves (estrenado por primera vez en festival Madrid en Danza 2019).
El Patio Central de Conde Duque acoger¨¢ de nuevo este trabajo en el que Pannullo coreograf¨ªa los movimientos de las personas en las urbes, ¡°que transmiten muchas historias diferentes¡±. ¡°Por ejemplo, la forma en la que se mueven estos j¨®venes que practican calistenia puede parecer la misma, pero no lo es, est¨¢n expresando cosas distintas seg¨²n la ciudad y la parte del mundo en la que viven¡±, explica.
Lo hace adem¨¢s inspir¨¢ndose en la obra de Jos¨¦ Ortiz Echague, a partir de una colaboraci¨®n con la Universidad de Navarra, donde se encuentra el gran archivo del fot¨®grafo espa?ol. ¡°Echague fotografiaba esa Espa?a profunda y religiosa, un trabajo muy oscuro, pero en el que tambi¨¦n se percibe cierto af¨¢n de puesta en escena¡±, explica Pannullo. El resultado: una serie de sue?os on¨ªricos que mezclan un pasado en blanco y negro (las fotograf¨ªas de Ortiz Echague) con un presente moderno y vivo que tiene lugar sobre el escenario.
Pese a llevar instalados en la capital varias d¨¦cadas, tanto Cabrera como Pannullo no pierden de vista lo que sucede en la escena de la danza contempor¨¢nea en su Argentina natal, un pa¨ªs ¡°disparador¡±, como lo califica Pannullo, ¡°con much¨ªsimo potencial y en el que afloran multitud de ideas¡±. ¡°Pero la falta de apoyo institucional hace que esos core¨®grafos no puedan ejecutarlas y acaben export¨¢ndolas, o saliendo de all¨ª como lo hicimos nosotros en su momento¡±, concluye.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.