Atardecer y carrusel de vidas para celebrar 50 a?os de la ruta Circular

Un coro de retazos de vidas contadas por millares de personas, cada segundo, da vueltas en Madrid desde hace medio siglo como banda sonora para descubrir la ciudad. Se forma y se oye en las rutas de los autobuses Circular 1 y 2 que empezaron a funcionar el lunes 5 de octubre de 1970.

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En ellas Madrid aparece m¨¢s all¨¢ de la mirada a ras de calle. Basta levantar la cabeza para descubrir sus edificios singulares, perderse en sus calles an¨®nimas, entrar a cualquiera de sus bares, pasear por sus lugares conocidos en d¨ªas tranquilos¡­

Es un carrusel de la vida madrile?a al que se puede subir desde cualquiera de las 57 paradas de la C1 y la C2, con rutas de oriente a occidente y de occidente a oriente, en casi hora y media que tarda cada circuito, o m¨¢s si se quiere repetir.

Los pasajeros que suben y se apean dejan estelas de historias contadas entre ellos o por tel¨¦fono esta temporada ocultas tras las mascarillas, pero con palabras que hablan de¡­

Alegr¨ªas: ¡°?Aprob¨¦, Paco, aprob¨¦! Tenemos que celebrarlo¡­¡±.

Preocupaciones: ¡°No s¨¦ qu¨¦ va a pasar con mi abuela, ya ha superado el covid, pero¡­¡±.

Intuiciones: ¡°No me van a renovar con la que est¨¢ cayendo¡­¡±.

Y la voz se apaga lenta mientras, en Cuatro Caminos, por la ventana del autob¨²s aparece el Palacio de Maudes que ha sobrevivido a sus varias vidas y nombres en sus 104 a?os. Sigue con su muralla y torreones de piedra caliza sacados de un cuento g¨®tico cuyo interior ha sido el escenario del duelo de la vida y de la muerte durante sus largas d¨¦cadas como hospital. La procesi¨®n de voces contin¨²a con¡­

Rega?os: ¡°Te dije que no firmaras, que hab¨ªa que mirarlo con un abogado antes¡­¡±.

Desaf¨ªos: ¡°Digan lo que digan nos iremos a la playa con nuestros amigos¡­¡±.

Promesas: ¡°Cr¨¦eme si te digo que no volver¨¢ a pasar, te lo juro¡­¡±.

El autob¨²s pasa sobre el puente de La Castellana¡­ Avenida de Am¨¦rica¡­ Francisco Silvela¡­ Avenida Men¨¦ndez Pelayo, o lo que es lo mismo: el costado oriental del Parque de El Buen Retiro y su mundo de naturaleza¡­ Gira a la derecha hacia la estaci¨®n de Atocha donde algunos se apean rumbo a otros destinos y su equipaje de¡­

Recados: ¡°Siii¨ª mam¨¢, que le diga a mi t¨ªa que se tome los medicamentos como le has dicho¡­¡±.

Tristezas: ¡°Candela no est¨¢ bien, yo la siento que no est¨¢ bien, y voy a ver c¨®mo la puedo ayudar¡­¡±.

Amores: ¡°No cari, estar¨¦ puntual. Ya ver¨¢s la sorpresa que te tengo¡­¡±.

Se ve el comienzo del Paseo del Prado¡­ el Museo Reina Sof¨ªa¡­ la glorieta de Embajadores con sus fuentes de chorros de agua terminados en tupidos risos. Son las faldas de las calles donde funciona El Rastro los domingos y festivos que el resto de la semana vive una serenidad somnolienta. Transbordo al otro autob¨²s en direcci¨®n oriente con su atardecer y sus retazos de vidas con¡­

Miedos: ¡°?Qu¨¦ hago yo ahora con los cr¨ªos? ?Ah? No s¨¦ qu¨¦ hacer¡­¡±.

Consejos: ¡°Yo de ti pasaba ya de este y me iba directo al gerente¡­¡±.

Decepciones: ¡°No me esperaba esto de Javi, yo cre¨ªa que era mi amigo¡­¡±.

La Puerta de Toledo muestra al fondo otro Madrid¡­ el descenso boscoso de los Jardines de Palacio¡­ La estaci¨®n de Pr¨ªncipe P¨ªo es un buen punto para empezar un paseo a orillas del Manzanares por Madrid R¨ªo¡­ la Plaza de Espa?a con sus dos antiguos rascacielos donde el sol chispea en sus m¨²ltiples ventanas¡­ la Casa de las Flores con su fachada de ladrillo vista sostenida con sus arcadas el¨ªpticas y dentro sus jardines que hacen olvidar que se est¨¢ en la ciudad con gente agobiada por¡­

Ambiciones: ¡°Ya era hora, yo me he currado ese puesto muchos a?os y he logrado m¨¢s clientes que nadie. Por fin¡­¡±.

Dudas: ¡°?Acepto o me voy? No s¨¦ c¨®mo tomarme ese traslado de sucursal¡­¡±.

Incertidumbres: ¡°Si esto sigue as¨ª tenemos que cambiarnos de casa porque en la cuarentena con los cr¨ªos casi nos enloquecemos¡­¡±.

Pronto la Plaza de Cristo Rey y su vecino Museo de Am¨¦rica¡­ la frondosidad del barrio Metropolitano¡­ Vuelta a subir hacia Cuatro Caminos que si cuando se inaugur¨® la l¨ªnea Circular viv¨ªan all¨ª sobre todo personas de toda Espa?a ahora hay muchas de Am¨¦rica Latina¡­

Al igual que en Aluche donde conviven m¨²ltiples culturas que en estos d¨ªas de verano tienen un rinc¨®n de playa y monta?a, de cine y terrazas.