La salud va por barrios en ciudades globales como Madrid
Y sabemos lo que hay que hacer para mejorar la salud y reducir sus desigualdades
Diez a?os son muchos a?os. Y si los puedes vivir con salud y disfrutar con tranquilidad en una buena casa, rodeado de tu gente, entonces se convierten en una eternidad maravillosa. Diez a?os es la diferencia en esperanza de vida entre los barrios m¨¢s ricos y los m¨¢s desfavorecidos de Madrid. Tenemos mucho por hacer para mejorar la salud de las personas que vivimos en ciudades y que la disfrutemos todos.
La epidemiolog¨ªa y la salud p¨²blica, disciplinas de rabiosa actualidad, llevan d¨¦cadas estudiando c¨®mo enfermamos y morimos de las mismas enfermedades cr¨®nicas en todos los pa¨ªses del planeta. Pero unos morimos antes y otros despu¨¦s y unas personas tienen mayor calidad de vida que otras. Es lo que denominamos el gradiente social de las enfermedades. Porque todas las enfermedades lo presentan y todas las sociedades lo producen.
La salud y la enfermedad no son cuestiones individuales. Dependen del entorno f¨ªsico y social donde vivimos y, en menor medida, del sistema sanitario que tenemos. Para el a?o 2050, dos tercios del planeta viviremos en ciudades. En Europa y Espa?a ya lo hacemos el 80% de la poblaci¨®n. Las ciudades son entes din¨¢micos que no son insalubres y desiguales por definici¨®n. Las estamos dise?ando y transformando cada d¨ªa. La investigaci¨®n en salud urbana, une investigadores en salud p¨²blica, epidemiolog¨ªa, geograf¨ªa, sociolog¨ªa, econom¨ªa, y urbanismo entre otras disciplinas, estudia el nivel de salud y enfermedad de las poblaciones urbanas e investiga cuales son las caracter¨ªsticas que hacen de nuestros barrios entornos m¨¢s saludables y habitables.
La investigaci¨®n en salud urbana crea conocimiento nuevo con el objetivo de mejorar nuestras ciudades, nuestros barrios, para mejorar nuestra salud y nuestras vidas. Las ciudades globales contempor¨¢neas, y Madrid es un buen ejemplo de estas, se caracterizan por una enorme segregaci¨®n social y espacial que determinan las crecientes desigualdades en salud. Nuestras ciudades desiguales incluyen barrios donde unas personas tienen 10 a?os m¨¢s de esperanza de vida como en Madrid o incluso hasta 16 a?os de diferencia como ocurre en Baltimore (Estados Unidos) y otras ciudades americanas. Si muchos investigadores se plantean el ¡°derecho a la ciudad¡±, desde la perspectiva de la salud urbana nos planteamos el ¡°derecho a la salud¡± dentro de nuestras ciudades. La ciencia obedece a la curiosidad sistem¨¢tica y nos obliga a plantear preguntas relevantes; ?por qu¨¦ ocurren estas enormes y crecientes desigualdades en salud? ?c¨®mo aparecen? ?con qui¨¦n contamos a la hora de estudiar la salud en las ciudades? ?para qui¨¦n hacemos estas investigaciones? ?d¨®nde las llevamos a cabo?
El Estudio de Salud de la Ciudad de Madrid 2018, que ha presentado recientemente Madrid Salud muestra una vez m¨¢s diferencias significativas en esperanza de vida y esperanza de vida en buena salud entre los 21 distritos que componen el municipio de Madrid.
En Madrid, investigadores en salud urbana conocemos bien los 128 barrios de la ciudad desde el punto de vista del acceso a distintos tipos de comida, posibilidades para hacer ejercicio o acceso al alcohol y al tabaco. Estos cuatro ¨¢mbitos urbanos condicionan lo que comemos, c¨®mo de activos estamos, lo que bebemos y lo que fumamos. Por lo tanto, nuestro barrio, nuestra ciudad, influye en el riesgo de tener enfermedades cr¨®nicas, cardiovascular y c¨¢ncer entre otras. Las ciudades, con las pol¨ªticas que se toman o dejan de tomarse, pueden tener una gran influencia sobre la salud y las desigualdades de sus ciudadanos.
Una dieta sana y sin alimentos procesados es un factor clave para la salud. En Madrid, mostramos c¨®mo el 95% los escolares madrile?os est¨¢n expuestos a malos alimentos alrededor de sus centros educativos y que la oferta de comida basura es un 60% mayor junto a los colegios de barrios desfavorecidos que a los barrios medios. En un estudio participativo fotogr¨¢fico en el distrito de Villaverde, personas vecinas de dos barrios destacaron la importancia de mejorar el peque?o comercio y la educaci¨®n en los m¨¢s peque?os. En muchas ciudades europeas como por ejemplo Londres, ya se est¨¢ regulando el tipo de tiendas de alimentaci¨®n y la publicidad dirigida a los m¨¢s peque?os.
La falta de actividad f¨ªsica, el sedentarismo, es otro de los factores fundamentales que aumentan el riesgo de muchas enfermedades cr¨®nicas. En ciudades como Madrid con enormes procesos de envejecimiento, la posibilidad de que nuestros mayores, anden, participen en actividades de ejercicio f¨ªsico moderado, como puede ser el baile, son fundamentales, para su salud f¨ªsica y para su salud mental.
Al estudiar los parques, las calles y las instalaciones deportivas como medios para que la poblaci¨®n estemos m¨¢s f¨ªsicamente activos, hemos encontrado que los barrios con menor nivel socioecon¨®mico tienen un menor n¨²mero de centros deportivos a su alrededor que los barrios con mayor nivel.
Tambi¨¦n en Madrid hemos estudiado c¨®mo el alcohol est¨¢ presente en cualquier lado y a cualquier hora en nuestros barrios. La disponibilidad en tiendas y bares, su promoci¨®n y publicidad, as¨ª como los signos de consumo son omnipresentes en nuestras calles.
Personas residentes de Villaverde y en Chamber¨ª que participaron en nuestro proyecto de investigaci¨®n ¡°Alcohol y Ciudad¡± donde destacaron el rol del alcohol en nuestros procesos de socializaci¨®n y la omnipresencia de la publicidad de bebidas alcoh¨®licas.
El tabaquismo sigue siendo muy alto en Espa?a en comparaci¨®n con otros pa¨ªses. En las ciudades nos encontramos con fen¨®menos muy interesantes como es la apropiaci¨®n de las terrazas, entradas a bares y restaurantes e incluso marquesinas de autobuses como lugares para fumar. Estudiamos esta situaci¨®n en m¨¢s 200 terrazas representativas de los 21 distritos de Madrid para conocer el alcance del problema. El resultado: pr¨¢cticamente en todas se fuma, por encima del 95% en verano y del 90% en oto?o. Y lo que es peor, todos los niveles de concentraci¨®n de part¨ªculas da?inas para la salud estaban por encima de los niveles m¨ªnimos recomendados en las gu¨ªas de calidad del aire.
Y ahora mismo tenemos el covid-19 como gran problema de salud p¨²blica, que tambi¨¦n es un problema de salud urbana que ya ha mostrado su gradiente social en ciudades globales como Madrid, Nueva York o Ciudad de M¨¦xico. En el caso del covid-19 conocer y actuar sobre las desigualdades urbanas resulta ineludible y urgente por justicia social, por que estas desigualdades son evitables e incluso ego¨ªstamente desde las clases favorecidas, por que, para el control de la pandemia, es necesario abarcar la totalidad de nuestras poblaciones. Es clave que las ¨¢reas m¨¢s afectadas sean las que reciban m¨¢s recursos en salud p¨²blica, sanitarios y servicios sociales.
En Madrid, como en muchas otras ciudades tenemos los datos de salud de nuestra poblaci¨®n y sus correspondientes datos socioecon¨®micos y urbanos. Tenemos ya evidencia cient¨ªfica amplia sobre aspectos urbanos que se relacionan con la salud. La ciudadan¨ªa es cr¨ªtica y estamos preparada para mejorar nuestras ciudades. La gran pregunta pendiente es: ?Tenemos la voluntad, y herramientas pol¨ªticas, para crear ciudades m¨¢s justas y saludables?
Manuel Franco es investigador y profesor de Epidemiolog¨ªa y Salud P¨²blica en la Universidad de Alcal¨¢ y profesor invitado en la Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health
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