¡°Llamaba gente sola, asustada, con miedo y hambre¡±

Cuando lleg¨® el confinamiento Clara Gonzalo Montesinos (Madrid, 36 a?os) prest¨® apoyo psicol¨®gico de acompa?amiento por tel¨¦fono a sus vecinos, en Vallecas. Tiene las carreras de econom¨ªa y psicolog¨ªa, y se dedica, entre otras muchas cosas, a dar cursos sobre educaci¨®n emocional. Una negligencia m¨¦dica durante el parto le provoc¨® una par¨¢lisis cerebral que le dej¨® un grado de discapacidad del 85%. Vive con su marido en Vallecas y cuando tenga tiempo tiene previsto escribir su biograf¨ªa.

?A cu¨¢ntas personas atend¨ªa por d¨ªa durante el confinamiento?

Una media de 10 al d¨ªa y a cada una de ellas le dedicaba media hora. Era agotador.

?Y esos d¨ªas c¨®mo acababa?

Tuve que pedir ayuda a dos psic¨®logas del grupo porque no aguantaba m¨¢s.

?Cu¨¢nto tiempo estuvo as¨ª?

Empezamos una semana despu¨¦s de que implantaran el estado de alarma, sobre el 18 de marzo, y estuve hasta que pasamos a fase 2, en junio.

?C¨®mo se meti¨® en ello?

Entr¨¦ en el grupo de cuidados de Villa de Vallecas porque necesitaba que me trajeran la comida a casa. La compa?era que lo hac¨ªa me dijo que iban a hacer un grupo de acompa?amiento telef¨®nico y cuando supieron que era psic¨®loga me pidieron ayuda.

?Qu¨¦ tipo de personas llamaban?

Llamaba gente sola, asustada, con miedo y hambre. Una persona que llam¨® hab¨ªa perdido a siete familiares por coronavirus, estaba en un proceso de desahucio y ten¨ªa problemas psiqui¨¢tricos. Esos casos se derivaban directamente al centro de salud. Otras veces llamaba gente que pasaba hambre y se les pon¨ªa en contacto con la despensa solidaria. Muchos casos, sobre todo gente de Vallecas, llamaba no ya solo por el virus, sino por la precariedad, gente sin trabajo, agobiada con el alquiler, sin comida y con mucha incertidumbre.

?C¨®mo afronta la incertidumbre?

Viviendo el ahora. Normalmente, estamos en el mundo de la fantas¨ªa, que son el futuro y el pasado. Eso es importante para conocerse y avanzar, pero no podemos estar tanto tiempo ah¨ª. Hay que entrenarse, aunque sea complicado, requiere atenci¨®n plena y normalmente no lo hacemos. Muchas veces vamos a la nevera a por chocolate y despu¨¦s ni nos acordamos de su sabor, pensamos en otras cosas, no en lo que estamos haciendo. Tambi¨¦n hay que relativizar el miedo y pensar en cu¨¢les son las posibilidades reales de que algo malo ocurra si hacemos las cosas bien. Estamos expuestos a un mont¨®n de casos horribles [de coronavirus], pero la mayor¨ªa de la gente no ha tenido un enfermo en su familia. Relativizar es algo que tampoco hacemos.

?No cree que perdurar¨¢ en el tiempo todo ese esfuerzo?

Es muy complicado. En un momento yo ten¨ªa 60 voluntarios que coordinar, cada uno con su ideolog¨ªa y car¨¢cter. Hay que discernir mucho y a veces los grupos se quedan parados y no todos trabajan por igual.

?Qu¨¦ cree que falta en la educaci¨®n emocional?

Conocer e identificar las propias emociones. Vamos tan deprisa que no tenemos tiempo.

?Cu¨¢ndo se identifican?

Cuando explotas. Suele ser por la cosa m¨¢s tonta, con un comentario que nos hacen, por ejemplo. Tenemos tanto guardado que nos supera y salen todas las emociones de golpe, no se sabe gestionar las emociones.

?Habr¨ªa que dialogar m¨¢s con ellas?

Claro, con uno mismo, decir: ¡°Clara, ?c¨®mo est¨¢s hoy?¡±, y pararnos a pensar qu¨¦ nos est¨¢ pasando. Eso es lo que yo creo que ha pasado con la covid, con tanto tiempo muchas personas se han puesto a hablar consigo mismas.

Cu¨¢ndo no estaba con las llamadas, ?a qu¨¦ se dedicaba?

A ver series, he visto much¨ªsimas en Netflix. Lucifer, Sex Education, The Voice, Altered carbon, This is us¡­.

?Y tiene m¨¢s aficiones?

Pintar, hacer la tesis, viajar, coser, porque mi abuela era costurera y me encanta, cer¨¢mica, cocinar. Y escribir, tengo en mente escribir mi biograf¨ªa. Una de las cosas que recomiendo a mis pacientes es escribir para soltar emociones. Tambi¨¦n hago clown en un taller en Usera. Antes de ir era incapaz de hablar en p¨²blico y ahora hago mon¨®logos. Para m¨ª es una terapia porque permite expresar las emociones sin prejuicios, ser transparente sin llegar a ser violento, ingenuo, como un ni?o.