Vecinos de Lavapi¨¦s paralizan a los Franco

Las tapas de jam¨®n del bar FM son m¨ªticas entre los vecinos del madrile?o barrio de Lavapi¨¦s. Lo son desde hace 40 a?os, cuando se hizo cargo de ¨¦l Paco Rodr¨ªguez, un hombre de 85 que hoy, con un c¨¢ncer terminal de pulm¨®n, en medio de una pandemia y sin alternativa habitacional, se siente con un pie en la calle. La familia Franco, que hace dos a?os compr¨® el edificio a trav¨¦s de un fondo y ya se qued¨® en propiedad el bar, pretende ahora adem¨¢s echarle de su casa para poder disponer del inmueble entero.

Rodr¨ªguez es el ¨²ltimo inquilino de Olmo, 35. Los dem¨¢s se han cansado y se han terminado yendo. ¡°El desahucio se ha parado sin fecha por la presi¨®n vecinal y el coronavirus¡±, ha gritado este mi¨¦rcoles Rebeca Tolosa, del Sindicato de Inquilinas, despu¨¦s de estar m¨¢s de una hora debatiendo con la Comisi¨®n Judicial.

Para ese momento, m¨¢s de dos centenares de personas se hab¨ªan acercado ya para resistir ante el inminente desalojo. ¡°No me voy a ir. No es que no quiera, es que, ?d¨®nde voy?¡±, se pregunta Paco agarrando con una mano su bast¨®n y con la otra la correa de su perro. Ha sido un desahucio at¨ªpico, sin las cl¨¢sicas camisetas verdes de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Usera y Carabanchel, que siempre est¨¢n en primera l¨ªnea en todos los desahucios. Este se lo han tenido que perder porque sus barrios est¨¢n confinados desde este lunes por las nuevas medidas de la Comunidad de Madrid para parar los contagios de la covid-19.

El edificio, de tres alturas y con una vivienda por planta de 50 metros cuadrados, no tiene luz y est¨¢ lleno de goteras, ha explicado un portavoz de la plataforma de Bloques en Lucha, al que tambi¨¦n pertenece Argumosa, 11. Esto no impide que, ubicado en el gentrificado barrio de Lavapi¨¦s, el inmueble no sea apetecible para los especuladores. Tras albergar el conocido bar FM, fue adquirido en mayo del 2018 por el fondo patrimonial MK Premium, que a su vez se lo vendi¨® a una empresa cuya ¨²nica propietaria es Lian Lay Fournier, la esposa de Francis Franco, nieto del dictador Francisco Franco.

Con todo, Paco nunca ha dejado de pagar el alquiler. ¡°La ¨²nica forma que han encontrado para echarle de su casa ha sido mediante una demanda por extinci¨®n de contrato¡±, afirma Banderas. Vive de lo que ingresa por la pensi¨®n no contributiva: 370 euros al mes, con los que afronta los 290 euros de alquiler y gastos de agua y luz mensuales. ¡°Poca gente que haya salido por Lavapi¨¦s no recordar¨¢ un peque?o bar, con puertas azules y unas generosas tapas de jam¨®n¡±, afirma Margarita, vecina del barrio desde hace 20 a?os y a quien la expulsi¨®n de Paco resulta muy dolorosa. ¡°Los mayores tenemos derecho a morir en nuestras casas¡±, denuncia.

El bar, ahora sin vida, tiene en su fachada una foto de Paco sonriente que oculta un secreto. Tratada por el artista Ben Vine, cualquiera que pase por ah¨ª y se ponga unas gafas 3D podr¨¢ leer un mensaje oculto: ¡°Lavapi¨¦s resiste¡±. Encima de estas puertas verdes est¨¢ el balc¨®n de Paco, en donde sale a agradecer a todos sus vecinos por el apoyo recibido. ¡°El secreto est¨¢ en dar a todos mientras que se pueda y despu¨¦s dejarse sorprender con su cari?o¡±, afirma mientras mira todas las cajas que puede empezar a desempacar. Al menos, hasta nuevo aviso.

Despu¨¦s de un rato, cuando la calle de Olmo vuelve a su habitual silencio, los vecinos que pasan enfrente del edificio preguntan por lo ocurrido a los pocos activistas que a¨²n andan por la zona. Su cara se llena de alegr¨ªa cuando escuchan tres palabras, no necesitan m¨¢s: Paco se queda.