El arte urbano invade los comercios
Un centenar de artistas pintan las fachadas de las tiendas de Lavapi¨¦s con motivo de la sexta edici¨®n del festival C.A.L.L.E
En una ventana sobre la calle de San Carlos, en Lavapi¨¦s, hay una docena de gafas de estas que te dan en el cine cuando vas a ver una pel¨ªcula en 3D. Algunos transe¨²ntes extra?ados se las ponen por curiosidad y al mirar hacia arriba pueden ver, a trav¨¦s de las gafas que tienen lentes de color azul y rojo, c¨®mo sobre la pared del bar Bodegas Lo M¨¢ximo la tipograf¨ªa cambia y se puede leer: ¡°Lavapi¨¦s Resiste¡±. Esta intervenci¨®n del artista Ben Vine, de 46 a?os, forma parte de la iniciativa C.A.L.L.E, el festival creado por la Asociaci¨®n de Comerciantes de Lavapi¨¦s que promueve las intervenciones art¨ªsticas en comercios del barrio y que la pr¨®xima semana pone fin a su sexta edici¨®n.?Fotogaler¨ªa: Festival de Arte.
Este artista ingl¨¦s que lleva viviendo en el barrio 20 a?os decidi¨® hacerle un homenaje a los vecinos de toda la vida con los que ha compartido sus penas y alegr¨ªas en una de las arterias m¨¢s importantes del centro. En especial a dos personas, las cuales sus rostros ha retratado en tercera dimensi¨®n sobre las paredes del bar: Chui y Piluca. El primero es un camarero mexicano de toda la vida del barrio y acaba de perder su pierna por una infecci¨®n. Piluca canta boleros los mi¨¦rcoles por la noche en el bar y ahora puede perder su segundo hogar. ¡°Ambos est¨¢n con sus demonios, pero se mantienen firmes¡±, explica Vine con las gafas puestas. ¡°Mira, mira, con las gafas pareciera que se le sale el cuerpo de la pared¡±, dice la encargada de la tienda de alimentaci¨®n de enfrente del bar, que alucina con su nueva vista.
Piluca puede perder el bar en donde lleva cantando mucho tiempo porque un fondo de inversi¨®n brit¨¢nico ha comprado la finca en la que se encuentra el ic¨®nico bar Bodegas Lo M¨¢ximo, un edificio con unas 20 viviendas y 3 locales comerciales. As¨ª se pone en riesgo uno de los lugares emblem¨¢ticos del barrio, uno de los ¨²ltimos baluartes del Lavapi¨¦s que va desapareciendo a marchas forzadas. Para Vine, su arte le ha permitido reflejar esta realidad a trav¨¦s de la fotograf¨ªa en tercera dimensi¨®n: ¡°Que este bar pueda desaparecer ser¨ªa una cat¨¢strofe¡±, dice Vine.
Para este brit¨¢nico, el arte urbano son las ganas de reemplazar el gris por color en la ciudad. ¡°Es una forma de querer pintar todas las paredes como lo hacen los ni?os peque?os. Para m¨ª es el mejor lienzo que he tenido en mi vida¡±. El grafitero y artista urbano Dos Jotas, de 36 a?os, explica que esto es un fen¨®meno relativamente nuevo. ¡°Hace unos a?os no exist¨ªamos los artistas urbanos como artistas. ?ramos m¨¢s libres porque no hab¨ªa iniciativas reguladas y ahora se est¨¢ volviendo todo muy institucional¡±.
El artista se refiere a iniciativas como Pinta Malasa?a o C.A.L.L.E Lavapi¨¦s, que han permitido que el arte salga de las galer¨ªas y museos a la calle. As¨ª lo explica el presidente de la asociaci¨®n de comerciantes de Lavapi¨¦s, Juan Manuel Ortega, de 47 a?os. Este tipo de iniciativas tambi¨¦n cambia la forma en la que los vecinos perciben el arte urbano. Ahora, los vecinos se paran a hablar con los artistas, mientras que est¨¢n interviniendo las fachadas de los comercios; en otra situaci¨®n ser¨ªa muy probable que les llamaran v¨¢ndalos, seg¨²n Ortega.
Ansur Zapico Alonso, o m¨¢s conocido como Teleno Libre, estuvo 18 horas trabajando sin parar interviniendo la fachada de una tienda de colchones en la calle de la Sombrerer¨ªa, haciendo la obra Oc¨¦anos de pl¨¢stico. Teleno Libre ha venido a Madrid para hacer su presentaci¨®n oficial como artista urbano y le encanta Lavapi¨¦s. ¡°Este sitio representa la uni¨®n de muchas razas con diferentes olores y sabores de sus comidas; es realmente cosmopolita¡±.
Este leon¨¦s no quiere que el barrio sea considerado el m¨¢s cool, como lo hizo la revista Time Out el a?o pasado. ¡°El d¨ªa que eso pase se va a ir al carajo¡±. ?l recoge el pl¨¢stico de la calle, lo lava y lo somete a temperaturas de 220 grados con una plancha. Con este proceso de termofusi¨®n logra una tela muy fina llena de colores que cuando la atraviesa la luz parece una vidriera de la catedral de Notre Dame. ¡°Lo hago para incentivar un consumo consciente de este material que odiamos¡±.
Esta semana, estas vidrieras le dan vida a la tienda de colchones. Desde la calle la intervenci¨®n parece solo una bolsa de basura muy grande, pero desde adentro de la tienda es realmente impresionante ver c¨®mo la luz le atraviesa y crea una obra de arte: ¡°Es un proceso de metamorfosis porque el pl¨¢stico lo odiamos, y as¨ª es muy bello¡±, explica.
Unas calles m¨¢s abajo, en Argumosa, dando la espalda al Museo Reina Sof¨ªa, Mr. Piro, de 24 a?os, tiene la oportunidad por primera vez de intervenir una fachada tan grande y a plena luz del d¨ªa sin prisas. ¡°Quiero que los colores le transmitan a la gente lo importante de guardar la calma¡±. Para esto ha elegido el rojo burdeos, el verde botella mezclado con los ocres que salen del amarillo para transmitir esa sensaci¨®n de paz.
Un centenar de artistas urbanos fueron los escogidos de los m¨¢s de 300 participantes para pintar los comercios del barrio. Este festival naci¨® de la idea de uno de los miembros de la asociaci¨®n, que propuso decorar los comercios para Navidad y hacerlo como una especie de antibel¨¦n. ¡°Algo que no tuviera nada que ver con cosas religiosas¡±, recuerda Ortega. Esto nunca se lleg¨® a realizar, y se transform¨® en el festival de los artistas.
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