Pepe Noja, el escultor de la Transici¨®n al que la ultraderecha quiere sacar de las calles
Dice que ¡°la democracia es un palo para Vox¡± y ha escrito al alcalde Almeida para que impida cualquier acto contra su estatua de Largo Caballero que suponga una modificaci¨®n o atentado contra ella
Espa?a estrenaba libertad y Pepe Noja replantaba el pa¨ªs con homenajes a la democracia. El primer monumento a la Constituci¨®n lo hizo ¨¦l, est¨¢ en Vitoria desde 1983. Fue un encargo de 10 millones de pesetas, que consum¨® en ocho metros de altura de m¨¢rmol blanco: representa cuatro manos que se elevan y entrelazan como s¨ªmbolo de uni¨®n y fuerza. Fueron a?os dorados en los que el Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez y los ayuntamientos pusieron la m¨¢quina de producir s¨ªmbolos a pleno rendimiento. Hab¨ªa que contraprogamar el callejero franquista, que manten¨ªa petrificado a Franco en plazas y a sus generales, en las esquinas.
¡°No quiero hablar mucho de lo que hemos corrido delante de la polic¨ªa y de los dem¨®cratas que han muerto en el camino, pero pasamos de la represi¨®n a la libertad. Fue un giro extraordinario y estas estatuas lo recuerdan¡±, dice al otro lado del tel¨¦fono el escultor cuyo homenaje a Francisco Largo Caballero ha sido se?alado por Vox para que el Ayuntamiento de Madrid lo retire de la v¨ªa p¨²blica ¨Den Nuevos Ministerios¨D con los votos favorables de PP y Ciudadanos. La escultura del l¨ªder socialista es un fiel reflejo de lo aprendido con su maestro, Pablo Serrano. Antes de que le golpeara la abstracci¨®n hizo esta pieza de vol¨²menes c¨²bicos que desfiguran el cuerpo real del protagonista y respetan su rostro. No se sabe c¨®mo llega, dice, ¡°pero un d¨ªa empiezas a deformar lo que haces y cuando te das cuenta has encontrado la belleza de la abstracci¨®n, que es un delirio total, y ya no sales de ah¨ª¡±.
Pepe se enter¨® de la propuesta de expurgo por la prensa y mand¨® inmediatamente una carta al alcalde, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Almeida: ¡°Esa proposici¨®n afecta gravemente a mis derechos de autor, irrenunciables e inalienables seg¨²n establece el art¨ªculo 14 de la Ley de Propiedad Intelectual. Por ello le exijo respeto a la integridad de mi obra, y le requiero, en su condici¨®n de alcalde de Madrid, a impedir cualquier acto que suponga deformaci¨®n, modificaci¨®n, alteraci¨®n o atentado contra mi obra, advirti¨¦ndole que, caso contrario, har¨¦ uso de las acciones judiciales necesarias para la defensa de mis derechos¡±.
Contra los dem¨®cratas
El requerimiento lo firma con 83 a?os y 35 a?os despu¨¦s de que el primer gobierno e la democracia, tras la muerte de Franco, le encargara un homenaje a Largo Caballero. De ¨¦l escribi¨® Julio Ar¨®stegui que sus t¨¢cticas pol¨ªticas tuvieron por horizonte ¡°la reivindicaci¨®n de clase como objetivo ¨²nico de toda la acci¨®n obrerista¡±. El presidente de la Rep¨²blica ¨Dentre septiembre de 1936 y mayo de 1937¨D trabaj¨® como estuquista y fue el primer obrero en convertirse en ministro de Trabajo y Previsi¨®n Social. De alguna manera hay un hilo rojo que une al pol¨ªtico con este artista que se ha dedicado a la escultura en la calle toda su vida: ¡°Quiero que mi arte sea para el pueblo, no que est¨¦ en los chal¨¦s de los ricachones. Es el pueblo quien tiene que disfrutar de la cultura¡±, cuenta Noja.
Hoy se ha levantado con un dolor en el brazo y hace a?os que no pasa por el estudio ni por la fundici¨®n, aunque dibuja todos los d¨ªas. Sin embargo, su lamento es por la aprobaci¨®n en el pleno del derribo de su escultura y la dedicada a Indalecio Prieto, hecha por Pablo Serrano. No entiende c¨®mo la administraci¨®n puede actuar contra personajes democr¨¢ticos. La revisi¨®n escult¨®rica del Black Lives Matter a la espa?ola: mientras en EE UU un movimiento ciudadano se levanta contra las figuras de esclavistas, aqu¨ª es la alcald¨ªa la que propone derribar personajes elegidos democr¨¢ticamente. La propuesta no llegar¨¢ a ninguna parte porque ambas piezas son propiedad del Gobierno.
¡°Todo lo que sea cultura molesta a Vox. Esa escultura es un recuerdo de lo que ocurri¨® en momentos democr¨¢ticos. A Largo Caballero lo eligi¨® el pueblo, en un pa¨ªs democr¨¢tico, un pa¨ªs en el que se pod¨ªa votar. A Franco no le vot¨® nadie y su dictadura fue de asesinatos y cr¨ªmenes. Algunos no encuentran la diferencia¡±, explica Pepe Noja. Tambi¨¦n dice que para ser un buen escultor hay que tener ¡°la pastilla de la suerte¡±. Y ¨¦l la ha tomado, al menos, en dos ocasiones. La primera cuando, por una rinitis cr¨®nica, tuvo que dejar su empleo como piloto comercial en KLM y fue becado por el Estado Holand¨¦s para estudiar en la Famous Arts School de California (EE UU). Ah¨ª empez¨® su nueva vida.
Un a?o despu¨¦s de la inauguraci¨®n de la estatua amenazada, Javier Solana, entonces ministro de Cultura, subi¨® al estrado del Congreso de los diputados, en septiembre de 1986, y lanz¨® una soflama cultural inaudita hoy: ¡°Se?or¨ªas, no tienen m¨¢s que salir de casa para comprender que la cultura ya es una pr¨¢ctica envolvente, totalizadora, en la que se invierte mucho tiempo y mucho dinero¡±. Anunciaba el ¡°Estado cultural como aspiraci¨®n¡± y ¡°la sustituci¨®n del hombre econ¨®mico por el hombre cultural¡±. Esa fue su otra pastilla de la suerte: ¡°Los a?os de la explosi¨®n de la libertad¡±, llama Noja a la lluvia de encargos que lo han convertido en el escultor de la Transici¨®n. ¡°Era un momento muy hermoso, respir¨¢bamos libertad. Ahora algunos no lo llevan muy bien: la democracia es un palo para Vox¡±, a?ade.
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