De un ¡®showroom¡¯ sin ventanas a 15 tiendas
Jaime Landeta y Jimena Von Knobloch son los fundadores de Apodemia, una firma que a¨²na calidad, buen precio y unas ganas inmensas
Jaime Landeta se define a s¨ª mismo como un ¡°madrile?o de toda la vida¡± y ¡°el numeritos¡± de Apodemia ya que se encarga de la parte financiera. Su mujer, Jimena Von Knobloch, tambi¨¦n madrile?a, es m¨¢s la pasi¨®n y el alma de esta firma de joyer¨ªa que naci¨® hace siete a?os y que ha ido creciendo de forma exponencial, con 11 tiendas en la capital y cuatro m¨¢s repartidas por Pontevedra, Bilbao, Barcelona y Mallorca. Tienen 33 y 32 a?os, respectivamente, y han apostado por un proyecto de vida y un estilo con el que han intentado diferenciarse. Que la compra sea, tambi¨¦n, una experiencia en un universo inspirado en la naturaleza.
Todo empez¨® por casualidad, como tantas buenas ideas. Jimena explica que su madre es decoradora y que le regalaba trozos de tela con los que ella se estren¨® haciendo tocados de mariposas que vendi¨® en un evento ben¨¦fico. En una hora le compraron todos y la gente le alent¨® para que siguiese dando rienda suelta a su creatividad.
A pesar de que hasta aquel momento no era m¨¢s que un hobby, Jimena segu¨ªa vendiendo, y bastante, a sus amigas. Su padre, escultor, le ense?¨® la t¨¦cnica de la cera perdida, una de las m¨¢s antiguas que se conoce para crear moldes o copias en cera y lograr una producci¨®n en serie de piezas id¨¦nticas al modelo original. As¨ª comenz¨® a hacer sus primeros insectos que eran pulseras, collares y anillos. Ese fue el salto a la joya dentro del mundo animal.
Jaime, por su parte, al ver el talento de la que era su novia por aquel entonces, realiz¨® un estudio de mercado en el que comprob¨® que el sector crec¨ªa a nivel internacional, aunque en Espa?a las predicciones no eran muy halag¨¹e?as. Pero, fiel a sus instintos, vio una clara oportunidad. ¡°Muchas multinacionales se han creado en ¨¦poca de crisis porque se genera una cultura m¨¢s humilde y austera y luego coges la subida grande y te defiendes mejor. Le dije a Jimena que era momento de emprender, as¨ª que dej¨¦ mi trabajo para embaucarme en este proyectazo¡±, comenta el cofundador. As¨ª, construyeron la sociedad en enero de 2013 y lo dem¨¢s, para su propia sorpresa, vino rodado. El negocio online crece y crece y sus seguidores se mantienen fieles a la marca. Tener clientes que repitan, se?alan, es una garant¨ªa para seguir desarrollando el proyecto.
Al principio se dieron a conocer en ferias internacionales y nacionales y consiguieron una base de clientes que les impuls¨® a abrir su primera tienda en la calle Almirante, que al mes dio beneficios y al tercero estaba todo amortizado. De un showroom de cinco metros cuadrados sin ventanas pasaron a tener un espacio que reflejaba su vocaci¨®n de atender personalmente al cliente, alejados de las tiendas multimarca, para intentar ser ellos mismos quienes tuvieran el control de su imagen y esencia.
¡°La naturaleza y los animales siempre me han encantado y las colecciones emanan de esta idea. Quiero que cuando la gente entre en la tienda sienta que est¨¢ en un mundo que no se queda solo en la joya, que puede comprar una vela y cosas parecidas¡±, apunta Jimena, que, en el momento de la charla, acaba de levantarse para ver si Mariela, de mes y medio, est¨¢ bien en su cunita. Acaban de ser padres y dicen que se les cae la baba con la peque?a.
En Apodemia encuentras un tronco con mariposas y una decoraci¨®n que trasporta a un lugar del campo, porque ambos quer¨ªan alejarse de ¡°esas joyer¨ªas de paredes fr¨ªas en donde te da miedo tocar o preguntar¡±. Adem¨¢s, han extendido esta filosof¨ªa a otros productos que llevan su impronta org¨¢nica, desde bol¨ªgrafos hasta perfumes.
De joyas a olores
Lo de diversificar su marca tambi¨¦n fue por casualidad. A un cliente le encant¨® el olor de la tienda y les pregunt¨® si lo vend¨ªan. As¨ª que por qu¨¦ no, se dijeron el uno al otro. Ahora hasta comercializan su propio gel hidroalc¨®holico perfumado.
Otra de las medidas de seguridad sanitaria de su establecimiento es una m¨¢quina que utiliza ultrasonido para eliminar impurezas y bacterias con alta temperatura, aunque la ten¨ªan mucho antes de la pandemia como un servicio de limpieza gratuito. Porque una de las cosas que m¨¢s odia Jaime es la obsolescencia programada, ese t¨¦rmino que hace referencia a la fecha de caducidad ya establecida de los productos para que el ciclo de consumo nunca pare. Jimena ide¨® una f¨®rmula de ba?o de oro blindado con un ingeniero qu¨ªmico especializado en metalurgia. ¡°Somos de las pocas marcas a nivel mundial que pueden dar hasta 10 a?os de garant¨ªa en bisuter¨ªa de alta gama y para eso tienes que saber mucho de metales¡±, apunta.
El nombre que han elegido parece la cuadratura del c¨ªrculo. Como todo surgi¨® a ra¨ªz de las primeras mariposas que vendi¨® Jimena, la pareja se puso a buscar qu¨¦ nombres hab¨ªa. ¡°Apodemia es un tipo de mariposa muy peque?a y muy especial. Viaja de Brasil a Canad¨¢, pero viven muy poco, apenas unas semanas. La madre deja entonces los huevos en el camino y le pasa toda la informaci¨®n gen¨¦ticamente a la hija para que cuando nazca ya sepa que tiene que seguir volando hacia el norte¡±.
Para ellos simboliza la valent¨ªa de emprender un viaje y el esp¨ªritu internacional con el que ellos, y su marca, nacieron. Apodemia, de momento, agitando sus alas desde Madrid ya ha logrado establecerse en otras cuatro ciudades.
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