Los repartidores ya tienen su ¡®m¨¢ster¡¯ en la escuela de Coslada
En los cursos, de 50 horas lectivas presenciales, se aborda la gesti¨®n de incidencias y el soporte directo al cliente
El reparto a domicilio adquiere a¨²n m¨¢s relevancia a la luz de este oto?o. Considerado como esencial durante el estado de alarma, el sector de la log¨ªstica se prepara para la campa?a navide?a m¨¢s digitalizada de la historia. La patronal calcula que entre la gran promoci¨®n online del Black Friday y el d¨ªa de Reyes se despachar¨¢n en toda Espa?a 100 millones de paquetes procedentes del comercio electr¨®nico. En este contexto, las empresas requieren repartidores formados que no solo conozcan las entra?as de la actividad, sino que presten soporte directo al cliente, gestionando incidencias y efectuando una conducci¨®n adecuada en ciudades que cuentan con cada vez m¨¢s restricciones al tr¨¢fico. El mercado pide dar un paso m¨¢s all¨¢.
Con el objetivo de dar respuesta a esas demandas, la Organizaci¨®n Empresarial de la Log¨ªstica y el Transporte (UNO) ¡ªque agrupa a titanes como Amazon, MRW, DHL o Seur¡ª cre¨® hace tres a?os una escuela de repartidores en Coslada (Madrid), la milla de oro de las compras por internet. La formaci¨®n, pionera en Espa?a, cuenta con el respaldo del Ministerio de Transporte, que cada curso beca a dos decenas de profesionales en activo. Por estas aulas ya han pasado 60 aprendices. La ¨²ltima promoci¨®n se titula esta semana tras 50 horas lectivas presenciales. Carlos Barderas, de 25 a?os, es uno de los alumnos. Hasta ahora la empresa madrile?a en la que trabaja, dedicada a la distribuci¨®n refrigerada, solo serv¨ªa a grandes superficies. Pero la crisis sanitaria los llev¨® a reinventarse y encontraron en la entrega directa a hoteles y restaurantes un rescoldo de progreso.
Los repartidores nos convertimos en representantes de la marca, tanto del transporte como de la mercanc¨ªa. Puedes hacer bordado gestiones anteriores, pero si hay un error en el momento de la entrega el cliente se llevar¨¢ una mala impresi¨®n del servicioUn alumno de la ¨²ltima promoci¨®n de la escuela
¡°La demanda aumenta y cuestiones como las zonas de bajas emisiones complican los trayectos¡±, cuenta Barderas. ¡°A la vez, los repartidores nos convertimos en representantes de la marca, tanto del transporte como de la mercanc¨ªa. Puedes hacer bordado gestiones anteriores, pero si hay un error en el momento de la entrega el cliente se llevar¨¢ una mala impresi¨®n del servicio¡±, prosigue. Seg¨²n la patronal del sector, el 65% de los usuarios repite en un comercio electr¨®nico solo si resulta satisfactoria la ¨²ltima fase de la cadena de suministros. De ah¨ª que la Escuela UNO haga especial hincapi¨¦ en la gesti¨®n de los art¨ªculos, instruyendo en las diferentes tecnolog¨ªas de la movilidad sobre las que pivota cualquier log¨ªstica: aplicaciones m¨®viles y de geolocalizaci¨®n.
El sistema multientrega que ha dise?ado Stuart ilustra en las pr¨¢cticas de Coslada los nuevos retos del sector. La plataforma de distribuci¨®n trabaja con una aplicaci¨®n que a trav¨¦s de los macrodatos predice las preferencias horarias del comprador, consiguiendo que cada driver efect¨²e una media de tres entregas por viaje desde el mismo almac¨¦n. ¡°Los avances tecnol¨®gicos son clave en el reparto del siglo XXI, pero no todos los trabajadores los conocemos suficientemente¡±, apunta Barderas. El curso para el que le seleccion¨® su empresa se estructura en dos bloques. El primero busca inscribir la actividad log¨ªstica en su contexto global, marcado por los desaf¨ªos de la movilidad urbana. Para ser repartidor ya no es suficiente con saber conducir y llegar al destino. Cada kil¨®metro cuenta.
El segundo m¨®dulo se centra en la normativa y en la prevenci¨®n de riesgos laborales. Con el apoyo de la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico (DGT), los alumnos desgranan las leyes auton¨®micas y municipales que influyen en su labor. Solo en la capital existen m¨¢s de 100.000 establecimientos, pero solo 7.600 cuentan con zona propia de carga y descarga. ¡°Los repartidores se enfrentan a muchos obst¨¢culos f¨ªsicos y administrativos que deben sortear con arreglo a la normativa¡±, apunta Pere Navarro, director general de Tr¨¢fico. Otro problema que se?ala es la antig¨¹edad del parque espa?ol de veh¨ªculos, pues alcanza los 12 a?os de media. Dos de cada tres camiones o furgonetas implicados en un accidente mortal el a?o pasado ten¨ªan matr¨ªculas con m¨¢s de una d¨¦cada, seg¨²n el organismo vial.
Las condiciones de trabajo no son siempre ideales. Quiz¨¢ por eso la Escuela UNO cuenta con simuladores de conducci¨®n. Funcionan como una suerte de videojuego que reta al transportista y crea situaciones adversas, tanto climatol¨®gicas como viales. Atascos, lluvia, accidentes o carreteras cortadas que jalonan el trayecto mientras el cron¨®metro sigue corriendo. El objetivo siempre es llegar a tiempo, respetando los pasos de cebra y el l¨ªmite de velocidad. Igual que se hace durante las pr¨¢cticas en la calle, cuando el alumno utiliza la Scoobic el¨¦ctrica; el h¨ªbrido entre moto y furgoneta que facilita el reparto en zonas de tr¨¢fico denso o calzadas estrechas. El veh¨ªculo incluye un desfibrilador que los repartidores aprenden a manejar a lo largo de la instrucci¨®n.
Durante la recreaci¨®n de una entrega, los alumnos tambi¨¦n conducen furgones el¨¦ctricos. Circulan por entre las naves grises de Coslada que bordean la carretera A-2. El pol¨ªgono ofrece itinerarios similares a los que recorrer¨ªan los alumnos durante una jornada laboral. Menos Pedro Joaqu¨ªn, de 60 a?os. Pese a estar apuntado al curso, ¨¦l no trabaja repartiendo mercanc¨ªas, sino como docente en uno de los centros dependientes del Ministerio de Trabajo que expiden los certificados de profesionalidad del nivel tres. Ahora extrapolar¨¢ a sus clases los saberes adquiridos, sobre todo en materia de tecnolog¨ªa: ¡°La formaci¨®n es muy importante. El problema es que la mayor parte de los repartidores no puede acudir a estos cursos porque est¨¢ trabajando¡±.
Si las empresas no auspician el reciclaje laboral, a?ade, parece complicado que los trabajadores lo hagan por su cuenta y riesgo. ¡°Las condiciones laborales tienden a ser malas en el mundo de la log¨ªstica. Los repartidores pasan 12 horas frente al volante y despu¨¦s les pedimos que sonr¨ªan a cada cliente al que entregan un paquete. Eso es complicado si no mejora el trato. Invertir en formaci¨®n de manera masiva ayudar¨ªa a dignificar esta actividad¡±, contin¨²a Joaqu¨ªn, que ha visto desfilar por su aula a parados, a veces procedentes de otros sectores de la econom¨ªa, que ven en el transporte una oportunidad de salir a flote. ¡°En muchas casas, durante el confinamiento, el mejor momento del d¨ªa llegaba cuando un repartidor llamaba al timbre. Que eso no se olvide¡±, proclama.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.