Madrid me vive
Madrid es volver y sentir que no te has ido; irte y sentir que ya est¨¢s volviendo
Durante dos a?os y medio he intentado definir Madrid en una frase, y eso es tan ambicioso como pretender saber de qu¨¦ color son tus ojos ahora que ya no los veo. Por eso, he querido hacer un recorrido por todo lo que os he contado este tiempo y ofreceros mis palabras para que acud¨¢is a ellas cuando quer¨¢is darle un nombre.
Madrid es la ventana a Las Vistillas de mi primera habitaci¨®n, la cocina de Embajadores donde bailaba sin miedo, el balc¨®n de Lavapi¨¦s en el que me ahogu¨¦ durante meses, la ¨²ltima cuesta del barrio por la que pase¨® Tango, el patio en el que Miranda se sent¨® a verme crecer, la terraza en la que escuch¨¦ los aplausos de Acacias. Madrid es volver y sentir que no te has ido; irte y sentir que ya est¨¢s volviendo. Madrid es el polvo que se levanta en el escenario de un teatro alternativo, las manos entrelazadas en el Renoir, las buenas noches de un concierto en el Price. Madrid es correr contra el viento en una bicicleta y sentir que somos un suspiro en mitad del viento. Madrid siempre ser¨¢ Manuela.
Madrid tambi¨¦n es el fr¨ªo y la gente que duerme al fr¨ªo, la basura en el r¨ªo, los sue?os que nos hablan de las cosas que nunca conoceremos. Madrid es L¨ªo en El Retiro, Atocha en Navidad, el Orgullo como bandera. Madrid es un atentado que no olvidamos. Madrid es un grupo de mujeres llenando un estadio de f¨²tbol. Madrid tambi¨¦n es, a veces, un inmigrante que sonr¨ªe y un espa?ol que odia. Madrid es una manifestaci¨®n que escucha.
Madrid es la lluvia que me despert¨® en mitad de la noche y me golpe¨® hasta que consegu¨ª olvidarte. Madrid es el vino de Andr¨¦s proponi¨¦ndome hacer historia. Madrid es el viaje en metro donde naci¨® una novela. Madrid eres t¨² ofreci¨¦ndome el agua del Manzanares un d¨ªa de sed. ?Os acord¨¢is? Madrid es un beso seguro, ya sea en San Isidro, en la Feria del Libro o en un poema.
Madrid es un anciano que pasea sin miedo y una mujer que camina tranquila, pero tambi¨¦n es una residencia abandonada y un asesinato impune. Madrid son mis perros, claro. Madrid es P¨ªcara. Y los amigos que se quedan, y los veranos lejos, y las siestas con ventilador. Madrid es Sabina poni¨¦ndose en pie una vez m¨¢s. Alguien que apaga un incendio. Una pandemia. Mis vecinos, la diferencia de banderas y el cuidado. La cola del hambre. El miedo.
Madrid es la salida de un colegio. El olor de los barrios. Madrid son los d¨ªas que sal¨ª del infierno para recogerte en el trabajo. Madrid es el ¨²nico mar que no me da miedo.
Madrid es el art¨ªculo que no llegu¨¦ a escribir. Madrid sois todos los que hab¨¦is le¨ªdo esta columna alguna vez. Y Madrid tambi¨¦n soy yo poniendo punto y final a Madrid me mata. Porque Madrid no me mata, ya no. Madrid me vive.
Elvira Sastre se despide como columnista de EL PA?S tras dos a?os y medio. Puedes seguirle en Instagram, Twitter, Facebook o Telegram. Su ¨²ltimo libro es ¡®Adi¨®s al fr¨ªo¡¯. Aqu¨ª puedes revisitar todas sus columnas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.