Asistentes al concierto de Raphael en Madrid: ¡°Hay menos seguridad en un centro comercial¡±
El WiZink acoge a 3.600 asistentes en la segunda fecha del cantante, unos recitales que han generado un gran debate ante la situaci¨®n actual de la pandemia
Paula, de 49 a?os y con tres viviendo en Espa?a, estaba m¨¢s que emocionada. Despu¨¦s de mucho esperar, por fin pod¨ªa asistir a un concierto de Raphael. Una oportunidad que llevaba tiempo esperando y que pudo cumplir anoche pese a la pandemia y el coronavirus, unos recitales que han generado gran debate social ante la situaci¨®n actual de la pandemia, con repunte en la incidencia acumulada y en los hospitales de la Comunidad de Madrid y medidas m¨¢s restrictivas -reuniones familiares de un m¨¢ximo de seis- para las Navidades. ¡°Todo lo que se ha montado es una chorrada. El aforo est¨¢ a menos del 25% y con todas las medidas de seguridad. Pienso cantar, chillar y disfrutar¡±, dec¨ªa en las puertas del WiZink Center que dan a la plaza de Felipe II. Iba acompa?ada de dos amigas que compraron las entradas (75 euros cada una) a principios de semana.
La opini¨®n de Paula era la m¨¢s repetida este domingo, tras la pol¨¦mica generada por el n¨²mero de espectadores, puesto que se trata del primer concierto de esas caracter¨ªsticas desde marzo. En redes sociales, en respuesta a un v¨ªdeo del WiZink Center hubo numerosas cr¨ªticas por meter a 4.368 espectadores en el concierto del s¨¢bado, en un momento en que en Madrid se han tomado nuevas restricciones tras un repunte de la incidencia. La presidenta de la Comunidad, Isabel D¨ªaz Ayuso, afirm¨® este domingo por la ma?ana que entiende ¡°el malestar¡±, sobre todo tras restringirse a seis el n¨²mero de personas que podr¨¢n reunirse en Nochebuena y Nochevieja pero recalc¨® que la organizaci¨®n cumpl¨ªa todas las medidas. ¡°Si la incidencia acumulada fuera preocupante, de aqu¨ª en adelante se suspender¨ªan estos eventos porque es lo ¨²nico que queda. Los aforos son tan bajos que ya lo siguiente es la suspensi¨®n¡±, dijo.
Los asistentes de ayer entraron de forma escalonada y hasta con una hora de antelaci¨®n, tal y como marcaba el protocolo. Antes de acceder, unos j¨®venes con petos con la letra i (de informaci¨®n) indicaban la puerta de acceso y tomaban la temperatura. Tras ponerse gel hidroalcoh¨®lico, llegaban a sus localidades.
Mar¨ªa Alonso, de Madrid y de 47 a?os, compr¨® su entrada hace unos 15 d¨ªas. Eligi¨® la opci¨®n m¨¢s cara (110 euros) para ver a su artista preferido desde las sillas de pista y no perderse as¨ª ning¨²n detalle. Afirmaba ayer que llegaba al recinto con total tranquilidad porque, en su opini¨®n, se cumpl¨ªan a rajatabla ¡°todas las medidas de seguridad¡±. ¡°El problema con todo lo que se ha montado es que detr¨¢s de todo esto est¨¢ la pol¨ªtica. En definitiva, se trata de Madrid y de [Isabel D¨ªaz] Ayuso¡±, protestaba.
La zona estaba plagada de polic¨ªas municipales que controlaban, junto con vigilantes de seguridad del propio evento, que se respetara la distancia f¨ªsica y que no hubiera aglomeraciones. El n¨²mero de visitantes, m¨¢s bajo que el concierto de la v¨ªspera ¡ªpara el de ayer se vendieron unas 3.600 entradas¡ª motiv¨® que no tuvieran que intervenir.
¡°Lo de la pol¨¦mica es una tonter¨ªa. Hay menos distancia y menos medidas en un centro comercial, ahora que est¨¢n abarrotados y nadie se queja¡±, criticaba Marta Di¨¦guez, de 50 a?os. Al lado, su pareja, Manuel Fern¨¢ndez, de la misma edad y t¨¦cnico de Telef¨®nica, le daba la raz¨®n. ¡°Estoy acostumbrado a montar eventos en este sitio por mi trabajo y puedo decir que las medidas de seguridad son extraordinarias. Conozco todo el recinto¡±, a?ad¨ªa. Para ambos era el segundo concierto de Raphael al que asist¨ªan y lo hac¨ªan con ¡°total tranquilidad¡±.
¡°?Alguien quiere una entrada gratis? Me sobra una. Ni siquiera la vendo. La regalo para que no se desperdicie¡±, gritaba un hombre mientras la gente que le rodeaba le miraba y negaba con la cabeza. Todos llevaban el m¨®vil en la mano o folios con los tiques de acceso. ¡°A m¨ª me ocurre lo mismo. Si alguien quiere, yo tambi¨¦n se la regalo¡±, a?ad¨ªa otra mujer al lado. Tampoco obtuvo una respuesta positiva, por lo que decidi¨® marcharse andando a la puerta de Goya, por la que ten¨ªa que entrar. ¡°Compr¨¦ dos entradas hace unos d¨ªas, pero al final he tenido que venir yo sola. Y es que soy muy fan de Raphael. Me gustan todas sus canciones y no pienso perd¨¦rmelo¡±, comentaba Luisa Mar¨ªa Casares, de 72 a?os, ajena a todos los comentarios vertidos en las redes sociales. Su entrada le hab¨ªa costado 39 euros.
Hubo algunas personas que, dentro del m¨¢s estricto fen¨®meno fan, anoche repitieron y fueron por segunda vez a ver a Raphael. ¡°Mira, nos encanta y es en lo ¨²nico que nos gastamos el dinero. No tenemos otro vicio¡±, comentaban las integrantes de un grupo de mujeres mientras coreaban sus canciones en las puertas de acceso.
El cantante de la ni?ez
Quien realmente iba emocionada era Mercedes Lezcano, una mujer argentina de 62 a?os. Entraba casi llorando. Su hijo le hab¨ªa comprado la entrada para que pudiera ver al artista de Linares. Cuando ten¨ªa nueve a?os, estuvo internada en su pa¨ªs en una colonia para ni?os sin padres. Cuando iba por el patio del recinto, siempre sonaban canciones de Raphael. El acento del castellano que afloraba en esas canciones le resultaba diferente y la ni?a se aprendi¨® las melod¨ªas al detalle. Despu¨¦s de tantos y tantos a?os, al final pod¨ªa verle en directo, seg¨²n reconoc¨ªa con l¨¢grimas en los ojos. ¡°He visto todo lo que ha surgido con el concierto de ayer [por el s¨¢bado] y voy un poco asustada. Eso s¨ª, he tomado todas las precauciones habidas y por haber para que no pase nada. Conf¨ªo en que todo salga bien, porque tampoco podemos tener una muerte espiritual y tenemos que hacer un culto a la vida¡±, afirm¨® Lezcano, mientras se secaba las l¨¢grimas. Su hijo, que la esperaba fuera, tambi¨¦n estaba emocionado por el momento y por ver que su madre cumpl¨ªa uno de sus sue?os.
Entre tanto p¨²blico, tambi¨¦n hubo alg¨²n cr¨ªtico. Era el caso de Charo, una vecina del barrio de Mirasierra de 60 a?os, que estaba de acuerdo en que no se deb¨ªan celebrar conciertos como el de anoche para evitar los contagios del coronavirus. Ella reconoc¨ªa que acudi¨® junto con parte de su familia porque fue v¨ªctima de una estafa. ¡°El que nos vendi¨® las entradas para un concierto de antes de la pandemia nos dijo que o acept¨¢bamos estas o perd¨ªamos el dinero. No nos ha quedado otra que venir, pero realmente era para que no se hiciera¡±, comentaba con tono cr¨ªtico la mujer, que no quiso facilitar su apellido.
Justo cuando pasaba un minuto de las siete de la tarde de este domingo, se empez¨® a o¨ªr dentro del WiZink Center la m¨²sica de presentaci¨®n del espect¨¢culo 6.0 de Raphael. Los alrededores del recinto se quedaron vac¨ªos y los polic¨ªas comenzaron a marcharse. La pol¨¦mica se qued¨® fuera.
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