No bajar la guardia
Tenemos por delante el invierno y no estamos en absoluto a salvo de una letal tercera ola, apunta el concejal de M¨¢s Madrid en el Ayuntamiento
Como si de una estrech¨ªsima carretera de alta monta?a muy mal asfaltada, llena de curvas y profundos barrancos se tratara, con la llegada de las primeras vacunas podemos decir que por fin hemos coronado el puerto y que empezamos el descenso. Sin embargo, debemos ser claros: la integridad del convoy que conforma la sociedad no est¨¢ exenta en esta bajada de los mismos peligros que durante la subida. De hecho, se acrecientan. La estad¨ªstica dice que los accidentes ocurren con m¨¢s frecuencia cuando est¨¢s llegando a casa porque bajamos la guardia.
Es imposible argumentar con seriedad que el objetivo es salvar la econom¨ªa, la hosteler¨ªa, el turismo o el comercio, mientras se cuestiona la utilidad de la vacuna, de la Salud P¨²blica y, en definitiva, del bien com¨²n. Y la propensi¨®n a la crispaci¨®n es enorme, bien por intereses partidistas, bien por un rechazo ideol¨®gico de la solidaridad, que es lo que significa en ¨²ltima instancia la vacunaci¨®n.
Es momento de generar confianza en la vacunaci¨®n y en el futuro. Por eso debemos exigir de nuevo la colaboraci¨®n leal de las Administraciones.
Por eso, perseverar en el intento de que las fuerzas pol¨ªticas enviemos un mensaje unitario es fundamental. Y es preciso recordar lo que ya sabemos: que las mascarillas no son suficientes para contener los contagios y que la ventilaci¨®n, el lavado de manos, la distancia f¨ªsica y evitar las aglomeraciones siguen siendo imprescindibles hasta que haya concluido la vacunaci¨®n. Tenemos por delante el invierno y no estamos en absoluto a salvo de una letal tercera ola.
Tambi¨¦n es momento de generar confianza en la vacunaci¨®n y en el futuro. Por eso debemos exigir de nuevo la colaboraci¨®n leal de las Administraciones, ya que la tarea de vacunar a toda la poblaci¨®n, incluida una segunda dosis a las pocas semanas de la primera, no es f¨¢cil. Su magnitud hace que, a su lado, la campa?a de vacunaci¨®n de la gripe se quede casi en una experiencia piloto.
Es un proyecto que deben llevar a cabo coordinadamente ¡ªen la operativa y en el discurso p¨²blico¡ª el Ministerio de Sanidad y las consejer¨ªas de Sanidad. Nuevamente, los ayuntamientos pueden jugar un papel importante. El Ayuntamiento de Madrid cuenta con el organismo aut¨®nomo Madrid Salud, lamentablemente desaprovechado en el caso de los rastreadores, que ya tiene experiencia en colaborar con la administraci¨®n de la vacuna de la gripe.
Esta debe ser la tarea de los pr¨®ximos meses, terminar de proteger para no seguir perdiendo vidas. As¨ª, cuando desaparezca el riesgo seremos una sociedad orgullosa de los esfuerzos realizados, evitando resentimientos que solamente dificultan la siguiente labor, la de la reconstrucci¨®n econ¨®mica, pol¨ªtica, social y cultural de una sociedad muy da?ada por un acontecimiento no visto en cien a?os.
Miguel Montejo es m¨¦dico especialista en gesti¨®n sanitaria y concejal de M¨¢s Madrid en el Ayuntamiento de Madrid.
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