Los ¨¢ngeles de la guarda llegan en 4x4
Madrile?os enfermos que no pod¨ªan ser atendidos por los servicios de emergencias han sido rescatados por voluntarios con coches potentes y organizados en Telegram durante la borrasca ¡®Filomena¡¯
-Saludos, hay una anciana con 88 con un diagn¨®stico m¨¦dico que dice que hay que ingresarla y llamamos al 112 y 061 y no hay manera.
-Tardamos 15 minutos. P¨¢same por privado.
El mensaje de ?ngel en la red Telegram apareci¨® al instante, como ca¨ªdo del cielo, tras siete llamadas a los n¨²meros de emergencias en Madrid. Con un sistema colapsado e incapaz de responder a la gran nevada Filomena, ?ngel Hern¨¢ndez rescat¨® a Mari Luz Juan con su 4x4. Los ¡°cuatreros¡±, due?os de veh¨ªculos todo terreno, se han ofrecido en redes sociales para trasladar a los hospitales a personas con urgencias, una solidaridad que ha salvado vidas.
No es una casualidad que el rescatista se llamara ?ngel. As¨ª lo cree la hija de Mari Luz, Ana Garc¨ªa, que se enter¨® de la existencia de esta red de socorro gracias a su yerno. Su madre estaba vomitando, ten¨ªa fiebre y mucho dolor. En el 061 le dijeron el s¨¢bado por la tarde que necesitaba un ingreso urgente, pero como las ambulancias solo estaban recogiendo infartos o ictus, le recomend¨® que probara suerte llamando cada hora. Finalmente, la hija puso el mensaje de auxilio en la red social poco antes de la medianoche y ?ngel Hern¨¢ndez, un administrativo de 33 a?os, tard¨® solo tres minutos en responder. En breve lleg¨® al piso de Mari Luz en Moratalaz, subi¨® a la octava planta, y la llev¨® al Hospital Gregorio Mara?¨®n, donde se est¨¢ recuperando.
¡°No sab¨¦is qu¨¦ labor hac¨¦is. Una familia tan preocupada que nos acab¨¢is de ayudar. Que teng¨¢is buena noche y seas muy feliz. Mil gracias de verdad¡±, le escribi¨® la hija al rescatista.
El ¨¦xito de esta operaci¨®n solidaria ha sido posible gracias al coraz¨®n de unos pocos y a dos herramientas: coches 4x4 y la red social Telegram.
Los todoterreno escasean en Madrid, una ciudad de veh¨ªculos peque?os, f¨¢ciles de aparcar. Daniel Gala conduce ¡°un monstruo¡±, una camioneta Ford F150 importada desde Canad¨¢ que tiene 500 caballos y tracci¨®n a las cuatro ruedas. Este domingo las m¨¢quinas quitanieves despejaban v¨ªas principales y puntos cr¨ªticos como los accesos a hospitales, pero casi toda la ciudad segu¨ªa bloqueada. Su camioneta se abr¨ªa camino incluso en los tramos m¨¢s complicados, las cuestas cubiertas de nieve. Al superarlas, Gala le hablaba al salpicadero del veh¨ªculo como si le pudiera o¨ªr: ¡°Muy bien, te has portado como una campeona, mi ni?a¡±.
Cuando Madrid amaneci¨® sepultada por la nieve el s¨¢bado, Gala se enter¨® de la existencia de los grupos SOS 4x4 de Telegram, uno por cada gran hospital de Madrid. ?l ya hab¨ªa participado en las redes vecinales que surgieron al principio de la pandemia de coronavirus. Esa experiencia ha ayudado a la r¨¢pida reacci¨®n ciudadana.
Gala tiene 43 a?os y es due?o del taller mec¨¢nico Dayre, en el barrio del Pilar. El a?o pasado, tras una crisis personal, reflexion¨® sobre las cosas que verdaderamente importan en la vida, como ayudar sin pedir nada a cambio. ¡°Es reconfortante para tu cuerpo y alma¡±. Se conmueve con la reacci¨®n de la gente. ¡°Eres un ¨¢ngel¡± es una frase que ha o¨ªdo una y otra vez desde el s¨¢bado.
El s¨¢bado pas¨® 24 horas trasladando a pacientes, entre otros a una parturienta y a un hombre que se asfixiaba. Volvi¨® a casa al amanecer del domingo, durmi¨® tres horas y se puso de nuevo al volante. Ha llevado a MercaMadrid al gerente de una empresa que ha sufrido la rotura de una tuber¨ªa. Dentro del mercado, la despensa de la capital, los militares trabajan a destajo para que la actividad vuelva este lunes. De vuelta a casa para echar una siesta se cruza con una gr¨²a de remolque que ha encallado. El gruista est¨¢ desesperado y le pide auxilio. Lleva todo el domingo as¨ª, incapaz de transitar por la nieve para rescatar los coches de particulares. Para Gala y su Ford F150 esto es pan comido. En menos de cinco minutos libera la gr¨²a y sigue su camino. Cuando vuelva a casa le recibir¨¢n con ojos de admiraci¨®n sus dos hijas, de dos y seis a?os. ¡°Para ellas soy su h¨¦roe¡±.
En lugar de una ambulancia es un Land Rover lo que aparece en el horizonte. Se va abriendo paso entre la nieve a trompicones. Las cadenas dejan un surco. Ana Gordillo, despu¨¦s de 24 horas de espera, va a recibir atenci¨®n m¨¦dica.
La mujer, a la que conocen como Triana en el barrio del Pilar porque su familia es de ese barrio de Sevilla, se resbal¨® este s¨¢bado en el portal y cay¨® de mala manera. Se puso hielo y coloc¨® la pierna en alto, pero ten¨ªa el tobillo derecho muy inflamado. Con el paso de las horas adquiri¨® un aspecto negruzco. Llam¨® al 112 donde, asegura, le dijeron que no pod¨ªan ir a por ella. Ana se uni¨® entonces al canal de Telegram donde los rescatadores ofrec¨ªan su ayuda y al ver gente con urgencias que parec¨ªan m¨¢s importantes que la suya no escribi¨® nada. Este domingo por la ma?ana se ha decidido. Puso que necesitaba ir al m¨¦dico por una fuerte ca¨ªda, y aqu¨ª est¨¢, a punto de ser rescatada por Miguel y Rodrigo, dos chicos j¨®venes que llevan todo el d¨ªa ayudando a gente. Ana quiere pagarles algo por el viaje, pero ellos le dicen que mejor lo done a C¨¢ritas.
La ciudad se ha llenado de rescatistas improvisados. Guillermo Velasco acaba de terminar un tratamiento de quimioterapia por un c¨¢ncer. ¡°Como lo he superado estoy agradecido a la vida y quiero ayudar a la gente¡±, explica. Su esposa va de copiloto. Hace un rato llegaron hasta Cantoblanco para rescatar a una mujer que necesitaba recibir di¨¢lisis, pero a 500 metros de la casa no pudieron avanzar m¨¢s y abortaron la operaci¨®n. De vuelta se acercan a un hospital y cargan el coche de sanitarios. En el camino montan a un anestesista que hac¨ªa autostop. El coche parece el camarote de los hermanos Marx. De paso rescatan a un se?or que llevaba tres d¨ªas incomunicado en su empresa, sin comida.
La esposa de Velasco le ha dado al se?or un cocido que lo ha dejado nuevo. ?l lleva horas al volante, pero parece lleno de energ¨ªa. No quiere parar. ¡°Estoy agradecido a la vida¡±, repite.
Javier Galisteo compra y vende coches. Hace unas semanas recibi¨® un Land Rover para sacar a la venta. Le ha venido de lujo no venderlo porque lo puede usar ahora para ayudar a los dem¨¢s. Como es asm¨¢tico ha colocado un pl¨¢stico en el medio que le sirve de mampara para protegerse de una posible infecci¨®n que arrastre alguna de las personas a las que transporta. Su amigo Cleber, inform¨¢tico, hace de copiloto.
Recogen a un celador en La Paz, Rub¨¦n Altozano, un chico de 26 a?os que alucina con lo que est¨¢ viviendo: ¡°Esto es un acto de solidaridad incre¨ªble. Les avis¨¦ y pens¨¦ que nadie iba a querer llevarme, pero aqu¨ª est¨¢n. Esta gente lo da todo sin esperar nada a cambio¡±.
Este domingo le tocaba recibir di¨¢lisis a Luz Dary, una mujer colombiana diagnosticada de insuficiencia renal. Su casa estaba sepultada por la nieve. El camino al hospital estaba inhabilitado. Daniel, taxista, se ha ofrecido a recogerla con su 4x4. ¡°A ver si nos quitamos los taxistas la mala fama¡±, bromea.
Daniel cruza una ciudad irreconocible. As¨ª a ojo parece Toronto. Autobuses varados, carriles inutilizados, helic¨®pteros de emergencia surcando el cielo. Luz Dary, adem¨¢s, comienza a tener problemas en el coraz¨®n derivados de los problemas del ri?¨®n. ?scar, el marido, la acompa?a. Despu¨¦s de un trayecto de 15 minutos sin m¨¢s imprevistos que una cuesta empinada en la que Daniel tuvo que pisar el acelerador, el matrimonio llega al hospital. Sin los rescatadores hubiera sido imposible.
No todos los rescates tienen final feliz. Jaime, de 51 a?os recogi¨® esta ma?ana a un se?or mayor enfermo. Con ¨¦l iban su hija y sus dos nietos. Estaba muy grave. ?l los dej¨® en el hospital y sigui¨® al volante para continuar ayudando. Horas despu¨¦s recibi¨® un mensaje de la hija. ¡°Mi padre ha muerto, muchas gracias por haber ayudado a intentar salvarle la vida¡±.
?Conoces casos de buenos samaritanos o de emergencias no atendidas en Madrid a causa de la borrasca Filomena? Contacta con los reporteros de la secci¨®n de Madrid Juan Diego Quesada jdquesada@elpais.es o Fernando Peinado fpeinado@elpais.es o escr¨ªbeles por Twitter @jdquesada o @FernandoPeinado
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