Los segundos despu¨¦s de la explosi¨®n en Madrid: ¡°He visto c¨®mo reventaba el balc¨®n del sal¨®n hacia dentro¡±

La explosi¨®n retumb¨® por todos los alrededores de la Puerta de Toledo. ¡°Fue como un terremoto, pens¨¦ que era una bomba¡±, asegura un testigo. A las 14.56 de la tarde del mi¨¦rcoles, seg¨²n la Polic¨ªa Nacional, se produjo una explosi¨®n en el edificio de la calle de Toledo n¨²mero 98 de la capital, a menos de un kil¨®metro de la Plaza Mayor y a 15 minutos a pie de la Puerta del Sol. El bloque, de siete plantas, qued¨® destrozado. Se trata del centro parroquial de la Virgen de la Paloma. Al menos cuatro personas han muerto y 11 han resultado heridas. Seg¨²n fuentes de Emergencias y de la Polic¨ªa Nacional, todo apunta a una fuerte explosi¨®n en una caldera. ¡°Ha sido un drama¡±, se?al¨® el alcalde de Madrid, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida.

Un fuerte olor a gas inund¨® el edificio del centro parroquial de la Iglesia de la Virgen de la Paloma pasadas las dos de la tarde. El olor comenz¨® a trepar por las siete plantas de ladrillo visto. Se hac¨ªa cada vez m¨¢s intenso. Uno de los sacerdotes que se encontraban all¨ª, seg¨²n fuentes del Arzobispado, decidi¨® llamar a David Santos Mu?oz, electricista y laico muy conocido en la parroquia. Mu?oz, de 35 a?os, acudi¨® inmediatamente. Al llegar, se dispuso a inspeccionar una de las ¡°varias¡± calderas con las que cuenta el edificio. Minutos despu¨¦s, la fachada del bloque vuela por los aires. Emergencias Madrid confirm¨® su muerte a las 19.00. Estaba casado y ten¨ªa cuatro hijos. La explosi¨®n tambi¨¦n se cobr¨® la vida de otros dos hombres, de los que no se ha facilitado la edad. A la 1.42 de la madrugada fallec¨ªa en el hospital el sacerdote Rub¨¦n P¨¦rez Ayala, de 36 a?os, que hab¨ªa sido trasladado al centro sanitario en la tarde del mi¨¦rcoles por las heridas que hab¨ªa sufrido. Seg¨²n el Arzobispado, las calderas hab¨ªan pasado la revisi¨®n.

Los escombros dejaron tambi¨¦n varios heridos. Los m¨¢s graves fueron un var¨®n de 26 a?os, que fue trasladado al hospital de la Paz en estado moderado-grave; otro var¨®n de 53 a?os con traumatismo craneal que fue derivado al hospital Ram¨®n y Cajal con pron¨®stico leve y un tercer hombre, de 29 a?os, que sufri¨® una fractura en el peron¨¦ con pron¨®stico reservado y que se encuentra en el hospital Cl¨ªnico. Tambi¨¦n se traslad¨® a un var¨®n de 27 a?os con una herida en el tobillo a la Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz para realizar una exploraci¨®n completa. Adem¨¢s, dos polic¨ªas nacionales, tambi¨¦n con heridas leves, fueron evacuados a la cl¨ªnica Nuestra Se?ora Am¨¦rica.

Gabriel Benedicto, el p¨¢rroco de la Iglesia, de 39 a?os, estaba confinado por coronavirus en el bloque. ¡°Est¨¢ bien y en estado de shock¡±, seg¨²n se?alan fuentes cercanas. Los primeros minutos de la explosi¨®n provocaron el caos en el c¨¦ntrico barrio. Cientos de vecinos comenzaron a asomarse a los balcones mientras una columna de humo blanco, que se pod¨ªa ver desde varios kil¨®metros, se?alaba el lugar de los hechos. Las sirenas policiales y las ambulancias comenzaron a sonar por las calles. El miedo llam¨® a todas las casas. Madrid vivi¨® de nuevo una tarde pegada al televisor, otra m¨¢s en estos primeros 20 d¨ªas de 2021. Fueron unos primeros minutos de m¨¢xima tensi¨®n.

Los ojos de millones de madrile?os comenzaron a mirar a trav¨¦s de sus m¨®viles a un edificio descompuesto. Las im¨¢genes de un bloque en ruinas, donde se ve¨ªa el esqueleto y los escombros y cascotes desperdigados por la calle Toledo, llegaban a todos los grupos de WhatsApp. Pablo Nogales, de 43 a?os, acababa de salir de la Universidad Carlos III. Sali¨® por la boca de Metro de Puerta de Toledo, justo al lado de la explosi¨®n, cuando todo se paraliz¨® y rein¨® la incertidumbre. All¨ª, cuenta, vio a una mujer llorando, descompuesta. Los coches hundidos. El humo y las caras de personas en shock. Entonces sac¨® el m¨®vil, como acto reflejo, y se puso a grabar. ¡°Estaba todo lleno de escombros, era todo bastante impactante¡±, cuenta.

¡°Vivo justo enfrente. Estaba haciendo la comida en la cocina de mi casa cuando ha sonado un tremendo estruendo. Al escuchar el ruido, me he asomado al sal¨®n por la ventana y he visto c¨®mo reventaba el balc¨®n del sal¨®n hacia dentro¡±, contaba Rodrigo Verano, de 37 a?os, que est¨¢ vivo de milagro. ¡°Estoy perfectamente¡±, dec¨ªa sin salir de su asombro. Los restos del balc¨®n, cascotes, cristales y mamposter¨ªa, cayeron encima de su mesa, en la que estaba trabajando poco antes. ¡°Tras la explosi¨®n, ha temblado todo el bloque durante 15 segundos. He visto el edificio en llamas entre la polvareda¡±. Ana L¨¢zaro, vecina de enfrente, de 38 a?os, estaba cocinando. ¡°Ha sido un boom impresionante y he visto una nube de cenizas. Me he quedado impactado. Me asust¨¦ y llam¨¦ a la polic¨ªa, a los bomberos... Sal¨ª a la terraza y estaban todos los vecinos gritando y preguntando qu¨¦ hab¨ªa pasado. Me preocup¨¦ porque mi pareja ven¨ªa de camino a casa y le llam¨¦ para saber que estaba bien. Ahora mi terraza est¨¢ llena de nieve y ceniza¡±.

Muchos vecinos llamaron al 112. Seg¨²n cuentan varios de ellos, la zona comenz¨® a oler a gas y sal¨ªa mucho humo. Minutos despu¨¦s, llegaron los primeros camiones de bomberos, que tienen un parque a escasos 400 metros. Una mujer tranquilizaba a una se?ora mayor, que dec¨ªa que se encontraba mal, probablemente por el susto. Los vecinos comenzaron a bajar en manada. Un comerciante que trabaja en la carnicer¨ªa Los Andes sali¨® corriendo a ver qu¨¦ pasaba. ¡°All¨ª hab¨ªa mucha gente¡±. Todos los clientes del bar Eduardo, en la misma calle, salieron despavoridos. ¡°Parec¨ªa que hab¨ªa ca¨ªdo una bomba, aquello son¨® tremendo¡±, comentaba el due?o, con el mismo nombre del bar. Celia Sola, de 15 a?os, una estudiante de 4? de la ESO que vive a 400 metros, estaba enredando con el m¨®vil cuando escuch¨® el ruido. ¡°He alucinado, el edificio ha temblado¡±. Hab¨ªa quedado con su amiga Paula Moran, de 16 a?os, que vive al otro lado de la Puerta de Toledo. ¡°Mi familia entera ha bajado porque ha sido muy fuerte¡±, contaba la adolescente.

De poco serv¨ªa la aglomeraci¨®n de curiosos. En apenas 30 minutos 11 ambulancias, bomberos, nueve dotaciones de bomberos y decenas de polic¨ªas locales y nacionales acordonaron la zona. Un per¨ªmetro de seguridad que dej¨® a la calle de Toledo paralizada. Los agentes comenzaron a desalojar a decenas de vecinos y viandantes. La residencia de mayores Los Nogales, con 57 ancianos y pegada al edificio de la explosi¨®n, evacu¨® a todos de inmediato. ¡°Est¨¢bamos a 400 metros comiendo en un bar y he escuchado la explosi¨®n. He ido corriendo y ya no me han dejado pasar m¨¢s. Nos han evacuado a todos los residentes¡±, afirmaba asustado el trabajador Juan Miguel Estepa.

Los mayores de la residencia fueron evacuados con ayuda de vecinos. Todos se resguardaron en un hotel cercano durante las primeras horas. Despu¨¦s, fueron trasladados por el Samur a la residencia Pontones, en la calle de Cobos de Segovia, propiedad del grupo Los Nogales. A los familiares se les est¨¢ indicando que acudan a este lugar para encontrarse con los mayores afectados.

Al lado del edificio de la explosi¨®n tambi¨¦n se encuentra el colegio concertado La Salle-La Paloma. Los 200 menores que estudian en el centro regresaban a las clases despu¨¦s de una semana sin colegio por la borrasca Filomena. Se salvaron porque no salieron al patio, sepultado por la nieve. Solo un ni?o sufri¨® una brecha leve en la cabeza, seg¨²n la Consejer¨ªa de Educaci¨®n. El colegio ha sido inspeccionado por los t¨¦cnicos del Ayuntamiento de Madrid. Los alumnos continuar¨¢n esta semana con clases telem¨¢ticas hasta que puedan evaluarse los da?os estructurales.

Hasta el lugar de la explosi¨®n se desplazaron el alcalde, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida, la presidenta regional, Isabel D¨ªaz Ayuso, y el Arzobispo de Madrid, Carlos Osoro. ¡°Ha sido un drama, don Carlos¡±, le confes¨® el alcalde.