Morir en lista de espera
Vicenta, de 56 a?os, se desplom¨® en casa antes de ser intervenida de su tumor cerebral. El cad¨¢ver, seg¨²n la forense, dio positivo y la causa oficial de fallecimiento es covid
El tiempo se detuvo el pasado 5 de enero. Ah¨ª siguen hoy las guirnaldas de luces, los mensajes de Feliz Navidad, los gorros de Pap¨¢ Noel, el ¨¢rbol coronado por la estrella dorada¡ Los Garc¨ªa Fuertes conviven desde hace mes y medio con la ilusi¨®n aparcada, abandonada, rota. No saben todav¨ªa qui¨¦n dar¨¢ el paso de guardar la primera tira de espumill¨®n, de cruzar la frontera de un ritual cotidiano que cada a?o lleva a cabo la madre, Vicenta. Nunca lleg¨® a repartirse el amigo invisible previsto para aquel d¨ªa antesala de los Reyes Magos. ¡°Eres la mejor madre que se puede tener. Te quiero mucho Mumu¡±. Ah¨ª sigue en el sal¨®n, junto a una bolsa de regalo, el mensaje escrito con letra caligr¨¢fica digna de cuadernillo Rubio por Paula, de 17 a?os, para su madre, su Mumu.
La fiestas navide?as transcurr¨ªan con normalidad pese a la ansiedad. Vicenta estaba inquieta porque desde noviembre esperaba a que la llamaran para ser operada del tumor cerebral benigno que le hab¨ªan detectado un mes antes a la altura de la frente. A sus 56 a?os esta mujer que nunca hab¨ªa trabajado fuera de casa, hab¨ªa abierto con alegr¨ªa un nuevo horizonte laboral empleada unas horas como limpiadora en un instituto. Pero el diagn¨®stico supuso un mazazo.
Derivada desde Guadalajara a Madrid, Vicenta y su marido, Isidro, fueron recibidos en el Hospital Universitario Ram¨®n y Cajal. La acogida fue ¡°impecable¡± por parte de Luis Ley, jefe de Neurocirug¨ªa, que dijo que la mujer iba ser operada en dos o tres semanas, seg¨²n cuenta el marido. ¡°Cada vez que sonaba el tel¨¦fono ella daba un salto¡±, rememora Isidro Garc¨ªa Gonz¨¢lez, de 70 a?os. Pasaban los d¨ªas, pero la cita no llegaba. En su desesperaci¨®n, ambos se acercaron al hospital pese a que las restricciones por la pandemia hac¨ªan de barrera. Tambi¨¦n trataron varias veces de solicitar explicaciones por tel¨¦fono. ¡°Lo que yo les reprocho es que no nos llamaran para decir que se retrasaba¡±, lamenta el marido.
Vicenta Fuertes Vicente se desplom¨® en el ba?o de la planta baja de su adosado de Alovera (Guadajalaja). Era poco despu¨¦s del mediod¨ªa del martes 5 de enero. Hab¨ªa mandado a Paula a hacer la compra y estaba sola. La hija se top¨® con la escena al regresar a casa. Un primo de la muchacha fue el primero en llegar y trat¨® mediante el boca a boca reanimar a su t¨ªa en el tiempo que llegaban las emergencias. Los sanitarios pronto confirmaron que no hab¨ªa nada que hacer. Mientras, Isidro, que regenta un despacho como detective privado, hac¨ªa el viaje de regreso desde su oficina en Madrid. El m¨¢s r¨¢pido que haya hecho nunca. Tambi¨¦n Ra¨²l, el hijo de 29 a?os, perito judicial.
¡°Hay una explicaci¨®n al fallecimiento repentino de Vicenta y es el fallecimiento por Covid¡±, afirma la forense en el informe del Instituto de Medicina Legal de Guadalajara tras realizar al cad¨¢ver una prueba de ant¨ªgenos. El virus ¡°ha provocado muertes repentinas de pacientes que, aparentemente, se encontraban bien¡±, a?ade. Vicenta tomaba Fortecort¨ªn, un corticoide que ¡°disminuye las defensas frente a cualquier infecci¨®n¡±. El documento detalla sin embargo que no se realiza autopsia pese a que no es concluyente la causa definitiva del fallecimiento: ¡°Al haber esclarecido la causa m¨¢s probable de la muerte, se hace innecesaria la apertura del cad¨¢ver para ampliar el estudio¡±. ¡°Hoy todo es covid. Todo lo llevan al covid¡±, farfulla el marido sentado en la mesa del comedor al tiempo que recuerda que desde el primer momento pidi¨® que analizaran el cuerpo de su mujer para saber de qu¨¦ muri¨®.
Hoy, la familia lamenta no disponer de m¨¢s informaci¨®n sobre los motivos del fallecimiento. Isidro se pregunta c¨®mo nadie en casa, ni siquiera el sobrino que hizo el boca a boca, se ha contagiado. Manuela Fuertes, hermana de Vicenta, interpuso una denuncia el mismo d¨ªa 5 de enero y solicit¨® una autopsia, algo que fue denegado al d¨ªa siguiente por el juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 2 de Guadalajara.
Desesperado, Isidro public¨® una amarga carta de queja y denuncia en su perfil de Facebook dirigida al neurocirujano Luis Ley. ¡°Nos recibi¨® en su despacho a mi esposa y a m¨ª mismo, atendi¨¦ndonos correctamente. Nos caus¨® una gran impresi¨®n: recuerdo las ¨²ltimas palabras de mi esposa `Doctor, conf¨ªo en usted y estoy en sus manos¡¯. Nos prometi¨® que ser¨ªa intervenida por usted mismo en dos o tres semanas¡±. ¡°He sufrido con ella su decepci¨®n y por ello me dirijo a usted sin ¨¢nimo de molestarle en sus, sin duda, merecidas vacaciones invernales de nieve, y solo para decirle que, si pensaba a su regreso llamarla para la intervenci¨®n, ya no es necesario, est¨¢ fallecida¡±, a?ad¨ªa en el texto publicado en redes sociales el 7 de enero, el mismo d¨ªa del entierro.
Casi a la vez, Ra¨²l colgaba un v¨ªdeo en Instagram y Twitter en t¨¦rminos similares. En pocas horas las im¨¢genes con el dram¨¢tico testimonio del joven, que acaba llorando por la p¨¦rdida de su madre, volaron. Entre muchos otros, ese grito desesperado lleg¨® hasta el hijo del doctor Luis Ley. El revuelo en las redes sociales acab¨® abriendo la puerta a que el neurocirujano, a cambio de que eliminaran el v¨ªdeo, recibiera a Isidro y Ra¨²l en el hospital, aunque ellos mismos se?alan que las explicaciones recibidas no aclararon sus dudas y sospechas. ¡°Me quejo de la falta de humanidad. Si mi mujer se queda muerta en la sala de operaciones, yo no digo ni p¨ªo¡±.
El jefe de Neurocirug¨ªa del Ram¨®n y Cajal apareci¨® hace tres a?os en una lista de la revista Forbes entre los mejores 50 m¨¦dicos de Espa?a. Ley es, adem¨¢s, consultor especialista en el Hospital Universitario Quir¨®n de Madrid y profesor en la Universidad Europea de Madrid y en la Universidad de Alcal¨¢ de Henares, seg¨²n consta en su p¨¢gina web. EL PA?S ha tratado de recabar su opini¨®n para este reportaje sobre lo sucedido a Vicenta Fuertes, pero desde el gabinete de comunicaci¨®n del centro hospitalario han dicho que ¡°no puede¡±. Con fecha 29 de enero han remitido una carta a la familia dando acuse de recibo de una reclamaci¨®n del 25 de enero que Isidro asegura que no ha enviado.
El Hospital Universitario Ram¨®n y Cajal reconoce que la paciente estaba en lista de espera para una intervenci¨®n que no consideraban de urgencia. El gabinete de comunicaci¨®n ha contestado por escrito a varias preguntas de este diario en las que afirma que se ¡°prest¨® una atenci¨®n sanitaria adecuada¡± conforme al diagn¨®stico del meningioma, un tumor benigno localizado y que avanza lentamente. ¡°El Servicio de Neurocirug¨ªa indic¨® la operaci¨®n de la paciente con car¨¢cter no urgente y el 25 de noviembre se le realizaron las pruebas de preanestesia¡±. El centro hospitalario ¡°lamenta profundamente el fatal desenlace¡± aunque ¡°no le constan las circunstancias del fallecimiento de la paciente en su domicilio ni la causa m¨¦dica que lo provoc¨®¡±.
Ra¨²l y Paula se encuentran bajo tratamiento psicol¨®gico. Ella batalla frente al Bachillerato porque su sue?o es ser ingeniera. Su padre no asume todav¨ªa el vac¨ªo. ¡°Han sido 36 a?os de convivencia y 30 de casados¡±, comenta. Isidro quiso celebrar el amor hacia su esposa ausente el pasado 14 de febrero, San Valent¨ªn. Le compr¨® unas rosas a Vicenta. El ramo se marchita poco a poco en la cocina junto a una nota pegada a los azulejos que dice: ¡°Felicidades, mi negrita. Siempre te quise (nunca te lo dec¨ªa), te quiero y siempre te querr¨¦¡±.
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