Catetismo cultural Marca Madrid
El Ayuntamiento desarticula la cultura ciudadana y busca el aplauso f¨¢cil en el turismo y la galer¨ªa
MediaLab es un ins¨®lito centro de cultura y participaci¨®n ciudadana, de renombre nacional e internacional, para sacar pecho. Pero nuestros gobernantes no entienden MediaLab, solo entienden que ocupa un edificio muy chulo en plena Milla de Oro (saben mucho de inmobiliaria en el PP). As¨ª que lo han desterrado a Matadero, con futuro incierto, para poner¡ la en¨¦sima sala de exposiciones, a un paso del Prado, el Thyssen, el Reina Sof¨ªa o el CaixaForum. Se cambia lo singular¨ªsimo por m¨¢s de lo mismo. El Ayuntamiento de la concejala Andrea Levy y el alcalde Almeida est¨¢ llevando a la ciudad a cotas de catetismo cultural que cuesta recordar.
Al llegar fulminaron la prometedora radio M21, por tocar las narices. Desde entonces han perseguido espacios vecinales como EVA Arganzuela, la Casa del Cura en Malasa?a, la Casa de la Cultura en Chamber¨ª, otros en Salamanca o Moratalaz. Peligra el solar de los Dragones de Lavapi¨¦s, as¨ª como Radio Vallekas (esto es cosa de la Comunidad). Los vecinos de Las Letras ped¨ªan un centro de salud y una biblioteca, pero el Ayuntamiento propuso otro museo m¨¢s, el Museo Jud¨ªo (ahora ya ni se sabe). Se intenta borrar murales o se permite que otros desaparezcan. Es cierto que la pandemia no ayuda a la creaci¨®n, pero parece que no es ¨®bice para la destrucci¨®n. Las asociaciones de artistas denuncian que el Consistorio pasa de ellas. Figurones como Nacho Cano o Alejandro Sanz s¨ª que son celebrados por nuestros pr¨®ceres. En la Nave 16 de Matadero se planea montar un ¡°centro de arte inmersivo¡± gestionado por una empresa privada que la cr¨ªtica Elena Vozmediano ya ha calificado como una ¡°barraca de feria¡±: m¨¢s brillibrillibanalizante.
Atravesando todos estos entuertos hay una hilaz¨®n: la cancelaci¨®n de toda cultura surgida de la ciudadan¨ªa y dirigida a ella, su sustituci¨®n por la atracci¨®n tur¨ªstica. Vecinofobia, excepto cuando hay que arrimar el hombro para revitalizar el centro o quitar nieve. Madrid triste y palurda, cascar¨®n vac¨ªo, no solo expulsa a sus vecinos f¨ªsicamente, sino culturalmente, mientras se apuesta por los musicales de Gran V¨ªa o se fomenta el turismo de compras de lujo de forma obsesiva. Los franceses vienen, pero no por la cultura, sino a ponerse pedo sin demasiadas restricciones. Magaluf v¨ªrico.
Suele decirse que la derecha se lleva mal con la cultura, que no la entiende, ni la valora, ni la sabe gestionar. No es necesariamente cierto. En otros mandatos del PP se hizo una labor decente. Se viene a la cabeza Alicia Moreno, que, con sus luces y sombras, acusada de centralismo y espectacularidad, pr¨¢cticamente invent¨® la cultura municipal presente. Impuls¨® Matadero, Conde Duque, Centro Centro, nuevas salas del Teatro Espa?ol y el Fern¨¢n G¨®mez, varios festivales¡ y el mism¨ªsimo MediaLab. Igual es que para hacer pol¨ªtica cultural hay que ser culto, tener sensibilidad y criterio: no es el caso.
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