Las Letras se queda sin biblioteca
El alcalde Mart¨ªnez-Almeida incumple la promesa de desocupar La ingobernable para dotar al barrio m¨¢s literario de un centro de lectura en plena zona turistificada por los museos
¡°Vamos a construir una biblioteca y un centro de salud. Se acab¨® el cuento¡±, afirmaba el candidato a la alcald¨ªa Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida el pasado mayo contra la ocupaci¨®n de La ingobernable. Una vez alcalde, con los votos de Ciudadanos y Vox, cumpli¨® con su promesa y desaloj¨® a los okupas. Sin embargo, no har¨¢ del edificio de 1925 una biblioteca ni un centro de salud, porque ha decidido ceder el solar p¨²blico a la Fundaci¨®n Hispanojud¨ªa para que inaugure un Museo Jud¨ªo, como el que hay en Toledo. Desde el rea de Cultura informan que tampoco tienen previsto ning¨²n proyecto para dotar con biblioteca al barrio de Las Letras, donde los adoquines llevan leyendas doradas de citas literarias.
Es una paradoja envenenada, el barrio en el que habitaron los grandes autores del Siglo de Oro y del Romanticismo no tiene un lugar dedicado a la lectura ni al pr¨¦stamo de libros. Han sobrevivido una decena de librer¨ªas, pero no hay centro municipal al que acudir para leer a Cervantes, Lope de Vega, Calder¨®n, Larra, Rosal¨ªa de Castro, Emilia Pardo Baz¨¢n o Carmen Mart¨ªn Gaite. Los vecinos deben desplazarse kil¨®metro y medio para llegar a la m¨¢s cercana, la biblioteca de Iv¨¢n de Vargas (en La Latina), o atravesar el parque del Retiro hasta entrar en la luminosa de Eugenio Tr¨ªas, a casi dos kil¨®metros.
Bibliotecas por barrio en Madrid
Bibliotecas
por barrio
0
1
2
3
Barrio de
las Cortes
87 barrios
37
6
1
Ninguna
Una
Dos
Tres
N¨²mero de bibliotecas
Fuente: Ayuntamiento de Madrid
y elaboraci¨®n propia.
RODRIGO SILVA / EL PA?S
Bibliotecas por barrio en Madrid
Bibliotecas
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Barrio de
las Cortes
87 barrios
37
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Ninguna
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N¨²mero de bibliotecas
Fuente: Ayuntamiento de Madrid y elaboraci¨®n propia.
RODRIGO SILVA / EL PA?S
Bibliotecas por barrio en Madrid
Bibliotecas
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87 barrios
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las Cortes
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N¨²mero de bibliotecas
Fuente: Ayuntamiento de Madrid y elaboraci¨®n propia.
RODRIGO SILVA / EL PA?S
El equipo de Manuela Carmena anunci¨® en 2018 la fundaci¨®n de una biblioteca de mujeres en La ingobernable, despu¨¦s de extinguir el contrato con la Fundaci¨®n Ambasz previo pago de 1,4 millones de euros. El edificio iba albergar la colecci¨®n que Marisa Mediavilla, feminista, bibliotecaria y documentalista, comenz¨® en 1985: un fondo que cuenta con 30.000 obras de escritoras. Pero el anuncio de la alcaldesa no pas¨® de prop¨®sito.
¡°Las Letras va a desaparecer como barrio. Ya s¨®lo es un lugar para turistas que vienen a los museos¡±, asegura Guadalupe Gisbert, fundadora hace 19 a?os de Abada Editores, en la calle del Gobernador. Los vecinos, nueva paradoja, lamentan que el barrio con m¨¢s museos de la ciudad est¨¢ acabando con su forma de vida tradicional. ¡°No es un problema estructural. Es que el barrio se ha musealizado. Los museos han hecho de ¨¦l un lugar de tr¨¢nsito. Antes era m¨¢s humano, m¨¢s pueblo¡±, se?ala Carmen la Griega, que naci¨® en la zona y mantiene desde 2002 un taller creativo para todas las edades. Ajena y resistente a las inercias que han hecho de estas calles un desfile de pelotones de turistas que caminan hacia el Prado, el Reina Sof¨ªa, el Thyssen o el Caixaforum, Carmen se reconoce extra?a a todo esto. ¡°Sin una biblioteca no hay lugar para leer, ni alimentar nuestra libertad. Necesitamos una, es fundamental¡±, a?ade la artista y pedagoga.
Gentrificaci¨®n
¡°Yo no veo la paradoja, porque la designaci¨®n de ¡°Las Letras¡± fue un reclamo tur¨ªstico¡±, apunta Isabel Ballesteros, de la librer¨ªa Iberoamericana. Para ella una biblioteca hace barrio como tambi¨¦n lo hace un mercado o un parque. En el Plan Estrat¨¦gico de las Bibliotecas P¨²blicas Municipales 2017-2020 -que el actual equipo tendr¨¢ que actualizar- se indica que son un hito y motor cultural para los barrios en los que hay. ¡°Las bibliotecas son lugares de encuentro entre la cultura y la ciudadan¨ªa, abiertos y hospitalarios¡±, puede leerse en el informe. Los vecinos de Las Letras echan de menos esa red de cohesi¨®n social para resistir al nuevo uso de sus calles: el mayor problema no es ya el ocio nocturno, sino los inmuebles convertidos en alquileres tur¨ªsticos.
De d¨ªa Las Letras; de noche, Huertas. Gentrificaci¨®n, turistificaci¨®n, deterioro, exclusi¨®n y p¨¦rdida de se?as de identidad, los habitantes de este peque?o laberinto se sienten amenazados. La asociaci¨®n de vecinos ha iniciado el procedimiento para que el Ministerio de Cultura declare su barrio Patrimonio Cultural Inmaterial. Con la declaraci¨®n quieren salvaguardar su entorno y frenar ¡°el ¨¦xodo¡± de habitantes: se?alan que en 1970 hab¨ªa empadronadas 19.878 personas y en la actualidad son 10.622, casi la mitad. Seg¨²n el censo, es el barrio del centro con m¨¢s trabajadores dedicados a hosteler¨ªa (4.427) frente a los 1.171 trabajadores culturales. ¡°La ciudad la hace la gente no el mercado, ni siquiera las administraciones¡±, denuncian los vecinos, que exigen medidas urgentes de protecci¨®n social para recuperar el lugar que les corresponde a las personas.
En una de las esquinas donde antes hab¨ªa una librer¨ªa de antiguo ahora hay un local que vende arepas. Y muy cerca, tambi¨¦n en la calle Huertas, est¨¢ la sede de Federaci¨®n de Asociaciones de Archiveros Bibliotecarios Arque¨®logos Muse¨®logos y Documentalistas (ABDM), su presidente Jos¨¦ Mar¨ªa Nogales nos recuerda que la biblioteca est¨¢ considerada por la Ley 7/1985 del R¨¦gimen Local como una de las competencias que el Ayuntamiento debe aporta a su comunidad. Una poblaci¨®n superior a 5.000 habitantes ha de tener alumbrado, cementerio, recogida de residuos, abastecimiento de agua potable, alcantarillado, pavimento y biblioteca. Los diez mil de Las Letras no tienen.
Una biblioteca es un espacio libre de intereses, donde no se comercia ni se produce, donde el beneficio es mayor que la inversi¨®n y as¨ª ha sido desde 1915, cuando se inauguraron las primeras en Madrid y Barcelona, justo un a?o despu¨¦s de que la voz ¡°analfabeto¡± entrara en el Diccionario. Hoy el consistorio madrile?o gestiona 32 y el barcelon¨¦s, 40. ¡°Las bibliotecas son la c¨¦lula b¨¢sica del desarrollo cultural de cualquier comunidad. Quiz¨¢s para los pol¨ªticos sea m¨¢s vistoso un polideportivo, pero este es el lugar de encuentro de la comunidad, con talleres, cuentos y fomento de la lectura. Echamos en falta esa biblioteca, como foco de acci¨®n e intervenci¨®n cultural, pero estamos en el eje Prado-Recoletos, el de los museos¡±, dice Nogales. El Eurobar¨®metro explica que en un 74% de los suecos visitan una biblioteca al a?o. En Espa?a la cifra es un 33%.
Los gritos de la hora del recreo se escuchan a los pies del jard¨ªn vertical del Caixaforum, junto al edificio que ser¨¢ demolido para construir el Museo Jud¨ªo. El colegio p¨²blico Palacio Vald¨¦s est¨¢ a punto de abrir sus puertas y regar la zona con la chavaler¨ªa que hoy tampoco podr¨¢ pasar a leer c¨®mics en sala o a llevarse a casa alguna novela. ¡°Una biblioteca humanizar¨ªa este barrio. Siempre es prioritaria porque es un espacio de cohesi¨®n, un est¨ªmulo para la creatividad y para la red vecinal, donde conviven todas las culturas¡±, cuenta Raimundo Nieves, de la tienda Kamchatka, donde vende ¡°juguetes con alma¡± en un barrio que la pierde.
?Y la biblioteca de mujeres?
Marisa Mediavilla don¨® en 2006 al Instituto de la Mujer su biblioteca, compuesta por 30.000 referencias de literatura escrita por y sobre mujeres, adquiridos desde hace m¨¢s de cuatro d¨¦cadas. En noviembre de 2018 el Instituto lleg¨® a un acuerdo con el equipo de Ahora Madrid para alojar la biblioteca durante cuatro a?os, prorrogables, en la sede de la extinta La ingobernable. Sin embargo, nunca lleg¨® a ejecutarse el proyecto y tras el cierre de la misma, la biblioteca femenina se mantiene alojada en el Museo del Traje, bajo custodia del Ministerio de Cultura.
La obra de Mediavilla pretend¨ªa reunir, organizar, conservar y difundir la historia de las mujeres de Espa?a. Y poner de manifiesto la importancia de las contribuciones de la mujer a la sociedad. La propia coleccionista aclara que no es una colecci¨®n de obras feministas, sino de ¡°todo lo que se ha escrito y se escribe sobre mujeres¡±. Por eso tambi¨¦n incluye t¨ªtulos que firman hombres muy alejados de las claves feministas, desde curas a m¨¦dicos franquistas que defend¨ªan la inferioridad intelectual de la mujer.
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