¡°Las estatuas son una especie de recordatorio de que nosotras no somos parte de la memoria colectiva¡±
El colectivo Carantonia coloca bolsas con un rostro femenino sobre las esculturas que representan personajes masculinos de la plaza de Oriente y el parque del Oeste en Madrid
Las estatuas de los madrile?os plaza de Oriente y parque del Oeste han amanecido con efigies de personajes hist¨®ricos femeninos por segundo a?o consecutivo. Es en esta fecha cuando el colectivo Carantonia coloca sobre esas esculturas bolsas con caras de mujeres para reivindicar su presencia en el espacio p¨²blico y en la memoria colectiva. Las mujeres que han escogido guardan alguna relaci¨®n temporal o conceptual con los hombres representados en las estatuas. A trav¨¦s de la convocatoria que han lanzado en redes como DIY o DIWO (Do It Yourself o Do It With Others) llaman a participar en sus reivindicaciones a lo largo de la semana, agrupadas bajo el hashtag #womenfaces.
¡°Las calles y monumentos son una especie de recordatorio, a modo casi de informaci¨®n subliminal, de que nosotras no somos ni seremos parte de la memoria colectiva ni de la historia. Quedamos en Col¨®n o en Arg¨¹elles. Vamos de compras a Goya o a Conde de Pe?alver. Vivimos en la calle de Alonso N¨²?ez o Bravo Murillo. Y as¨ª vamos normalizando que la ciudad no es cosa nuestra, que es cosa de hombres. La escasez de referencias y reconocimiento en el espacio p¨²blico al trabajo y vida de las mujeres invisibiliza y menosprecia su contribuci¨®n presente y pasada¡±, explica este colectivo, que se?ala que en la regi¨®n hay 221 estatuas de hombres y 21 de mujeres, muchas de ellas alegor¨ªas de la Virgen Mar¨ªa.
La idea de esta intervenci¨®n surgi¨® cuando Carantonia se dio cuenta de que apenas hab¨ªa referentes femeninos y que eso se plasma en los top¨®nimos y en el patrimonio de la ciudad. ¡°Esta reflexi¨®n habla de lo simb¨®lico, pero la falta de mujeres en el espacio p¨²blico va m¨¢s all¨¢ de las estatuas: nos falta espacio para los cuidados, espacio peatonal para el encuentro y el desarrollo comunitario, y nos sobran espacios para el veh¨ªculo privado¡±, afirman.
Los dibujos los hacen ellas y casi siempre se basan en fotos o pinturas reales de las mujeres. En algunos casos no encuentran fuentes gr¨¢ficas y por eso estudian la informaci¨®n que las historiadoras han rescatado de estas mujeres y sus contextos para elaborar los dibujos, intentando incluir elementos reconocibles. Cuentan que tambi¨¦n es dif¨ªcil encontrar la relaci¨®n temporal con el personaje masculino sobre cuya efigie van a intervenir, porque no hay informaci¨®n suficiente sobre ciertas ¨¦pocas. En esos casos optan por relacionarlos a trav¨¦s de su profesi¨®n o su procedencia, como han hecho con Margarida Borr¨¤s, una mujer trans del siglo XV, y Jaime I, personajes conectados a trav¨¦s de su relaci¨®n con la ciudad de Valencia.
El colectivo cree que el destrozo del mural con rostros de mujeres de Ciudad Lineal es uno de esos actos ¡°llenos de odio¡± que hacen m¨¢s patente la necesidad de actuaciones conmemorativas como las suyas. ¡°El hecho de que haya grupos de ultraderecha que vandalizan estos muros significa que les molesta la presencia de las mujeres; as¨ª que en realidad es una invitaci¨®n a que sigamos poniendo bolsas en todas las cabezas de piedra que encontremos a nuestro paso¡±, indican.
Algunas de las mujeres que han seleccionado son Tr¨®tula di Ruggiero, m¨¦dica de la Edad Media y profesora en la Escuela de Salerno, uno de los pocos lugares en los que se permit¨ªa que hubiese profesoras y alumnas; Hildegarda de Bingen, considerada por muchos expertos como una de las pioneras de la historia natural y una de las personalidades m¨¢s influyentes de la Baja Edad Media; la astr¨®noma Mariam al-Asturlabi o Lubna de C¨®rdoba, una esclava e intelectual andalus¨ª de la segunda mitad del siglo X, famosa por su poes¨ªa.
En la convocatoria que han lanzado en redes dejan abierta la posibilidad de poder elegir al referente femenino que cada persona considere. ¡°As¨ª ha pasado en ciudades como Almer¨ªa, donde han utilizado nuestro modus operandi, pero lo han producido todo ellas. Si alguien nos contacta valoramos lo que necesitan y les proporcionamos el material que podamos¡±, explican.
Para Carantonia lo interesante de esta acci¨®n es la parte previa, en la que se sumergen en las profundidades de internet para rescatar la historia de mujeres que no ten¨ªan ni idea de que exist¨ªan. Se empapan de sus historias para intentar conectarlas con las estatuas que han seleccionado. ¡°Es un proceso muy enriquecedor y muy emocionante¡±, concluyen.
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