Una feminista madrile?a: Luc¨ªa S¨¢nchez Saornil
Nacida en 1895, trabaj¨® en la primitiva Telef¨®nica y fue una ¡°chica del cable¡± real, adem¨¢s de escritora, periodista, anarcosindicalista y, sobre todo, luchadora incansable por los derechos de las mujeres
El movimiento feminista de comienzos del siglo XX se desarroll¨® con fuerza en Madrid a trav¨¦s de instituciones como el Lyceum Club Femenino, la Residencia de Se?oritas o el Ateneo Femenino Magerit, entre otras. Ahora que empieza a popularizarse el inter¨¦s por la ¨¦poca y por aquellas pioneras, que triunfan series como Las chicas del cable ¨Cproducida por Netflix entre 2017 y 2020 y ambientada en el Madrid de los a?os veinte y treinta¨C, una se pregunta c¨®mo es posible que determinadas biograf¨ªas contin¨²en pasando tan desapercibidas. Es el caso de la de Luc¨ªa S¨¢nchez Saornil, madrile?a nacida en 1895 que trabaj¨® en la primitiva Telef¨®nica y fue una ¡°chica del cable¡± real, adem¨¢s de escritora, periodista, anarcosindicalista y, sobre todo, luchadora incansable por los derechos de las mujeres.
Naci¨® en el seno de una familia obrera en la calle Labrador, en lo que entonces se conoc¨ªa como ¡°Barrio de Las Pe?uelas¡±: un m¨ªsero arrabal que hab¨ªa ido surgiendo en torno a la Plaza de las Pe?uelas, al sur de la glorieta de Embajadores. Su madre y un hermano murieron en 1908, cuando ten¨ªa doce a?os, y ella y su hermana peque?a, Concha, quedaron al cuidado del padre, empleado en la centralita de tel¨¦fonos del Duque de Alba. Hasta los dieciocho, Luc¨ªa acudi¨® a un colegio de hu¨¦rfanos del Centro Hijos de Madrid, cuya Sociedad se hab¨ªa creado en 1904 para fines ben¨¦ficos, educativos, recreativos y art¨ªsticos. All¨ª desarroll¨® un temprano inter¨¦s por el arte que continu¨® cultivando m¨¢s adelante en la Escuela de Bellas Artes de Pintura de San Fernando, donde entr¨® en contacto con las vanguardias, que tan influyentes resultaron en su propia obra literaria.
Aunque sus poemas m¨¢s juveniles ten¨ªan un estilo modernista, en torno a 1918 su obra dio un vuelco al profundizar de lleno en el Ultra¨ªsmo: el movimiento netamente espa?ol que tomaba elementos del resto de vanguardias ¨Cespecialmente del Futurismo¨C, cuyo t¨¦rmino fue acu?ado por el poeta Guillermo de Torre. El exacerbado cultivo de la met¨¢fora represent¨®, quiz¨¢, su rasgo fundamental. Los ultra¨ªstas se reun¨ªan en el Caf¨¦ Colonial ¨Csituado en Alcal¨¢, 3¨C bajo el liderazgo de Rafael Cansinos Assens y con la presencia habitual de Guillermo de Torre, Juan Larrea o Pedro Garfias. Luc¨ªa S¨¢nchez Saornil, que no frecuentaba tertulias, fue la ¨²nica mujer adscrita al movimiento y contribuy¨® a la redacci¨®n del primer Manifiesto Ultra¨ªsta, publicado en 1919 en la revista Cervantes.
Ese mismo a?o, tambi¨¦n en Cervantes, public¨® uno de sus poemas m¨¢s celebrados: ¡°Cuatro Vientos¡±, inspirado en el aer¨®dromo madrile?o que fue fundado en 1911 y utilizado por entonces como base a¨¦rea del Ej¨¦rcito del Aire. El poema menciona incluso la hist¨®rica Torre de Mando: ¡°En la costa ilusoria / hay un faro: / la torre radiotelegr¨¢fica. / He aqu¨ª los grandes p¨¢jaros sonoros, / que se elevan, se persiguen y se abaten, / sobre las lejanas olas imaginarias¡±. Muchos de sus poemas los publicaba bajo el seud¨®nimo de ¡°Luciano de San-Saor¡± para poder expresar sin ambages su orientaci¨®n homosexual. M¨¢s adelante, acabar¨ªa decant¨¢ndose por la poes¨ªa de compromiso pol¨ªtico y criticando las vanguardias como ¡°burguesas iconoclastas¡±.
De la Telef¨®nica a CNT
Compaginaba la actividad po¨¦tica y la formaci¨®n art¨ªstica con su trabajo como telefonista. En 1916, fue contratada por la empresa de tel¨¦fonos de Madrid: aquella que en 1924 se convertir¨ªa en la Compa?¨ªa Telef¨®nica Nacional de Espa?a y que desde 1929 tendr¨ªa su sede en el c¨¦lebre edificio de la Telef¨®nica situado en Gran V¨ªa. Tras afiliarse a la Confederaci¨®n Nacional del Trabajo (CNT), particip¨® en varias protestas sindicales y acab¨® siendo despedida en 1931, aunque en 1936 logr¨® reingresar. Desde la proclamaci¨®n de la II Rep¨²blica, se centr¨® en su actividad anarcosindicalista y escribi¨® en diarios y revistas afines como El Libertario de Madrid. En 1933 fue nombrada secretaria de la CNT y concibi¨® la necesidad de crear un espacio para las mujeres dentro del propio sindicato, ante el machismo imperante: as¨ª surgi¨®, en abril de 1936, la organizaci¨®n Mujeres Libres, fundada por S¨¢nchez Saornil junto a Mercedes Comaposada y Amparo Poch Gasc¨®n.
Escribi¨® S¨¢nchez Saornil: ¡°La misi¨®n de la mujer no es pedir leyes, sino romper todos los dec¨¢logos. Crear una vida nueva y libre¡±. Mujeres libres lleg¨® a contar con 20.000 afiliadas y trat¨® de mejorar la vida de las mujeres, con iniciativas como la creaci¨®n de guarder¨ªas para que pudieran organizarse mejor y seguir form¨¢ndose en el feminismo y el anarquismo, o la publicaci¨®n de la revista Mujeres libres, en la que Luc¨ªa era redactora junto a Comaposada, Poch, Federica Montseny, Carmen Conde, etc.
El estallido de la Guerra Civil en julio de 1936 fren¨® en parte su lucha feminista. Retom¨® la poes¨ªa, que hab¨ªa mantenido en un segundo plano en los ¨²ltimos a?os, desde la perspectiva del compromiso pol¨ªtico. El 19 de julio particip¨® en el asalto al Cuartel de la Monta?a y por esos d¨ªas escribi¨® su aplaudido poema ¡°Madrid, Madrid, mi Madrid¡±, que recit¨® en Uni¨®n Radio Madrid mientras los bombardeos hac¨ªan temblar la ciudad: ¡°?Madrid, coraz¨®n del mundo, / coraz¨®n que se desangra!¡±. La emisora, con sede en el edificio de los Almacenes Madrid-Par¨ªs, en la Gran V¨ªa, ser¨ªa la que transmitir¨ªa el c¨¦lebre ¡°No pasar¨¢n¡± de la Pasionaria. En 1937, vio la luz su ¨²nico poemario publicado en vida: Romancero de mujeres libres, que reivindicaba el papel de las mujeres en la Revoluci¨®n.
Ese a?o, se traslad¨® a Valencia y posteriormente a Barcelona. En 1939 se exili¨® a Francia, pero en 1942 regres¨® clandestinamente a Madrid, donde intent¨® reorganizar Mujeres Libres. Sin embargo, fue reconocida por la calle y tuvo que marcharse a Valencia. All¨ª vivi¨® en la clandestinidad hasta 1954, a?o en que legaliz¨® su situaci¨®n. No dej¨® de escribir poes¨ªa hasta 1970, cuando un c¨¢ncer acab¨® con su vida. Su figura siempre permanecer¨¢ unida a su Madrid natal, esta ciudad a la que grit¨®: ¡°?Madrid, Madrid, mi Madrid, / haremos una muralla, / con carne humana y de fuego / y a ver qu¨¦ guapo la salta!¡±.
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