Derecho en el fango
¡°Una tradici¨®n democr¨¢tica s¨®lida no se construye con los exclusivos mimbres del Derecho. Las leyes requieren juego limpio¡±, afirma el catedr¨¢tico de Constitucional de la Universidad del Pa¨ªs Vasco
La decisi¨®n de la presidenta Ayuso de disolver la Asamblea de Madrid y convocar elecciones anticipadas, por una parte, y la reacci¨®n de los grupos parlamentarios de M¨¢s Madrid y del Partido Socialista de presentar sendas mociones de censura, por otra, configuran un conflicto que nos sit¨²a en el fango de la pol¨ªtica. Sin embargo, el conflicto va a tener que ser dilucidado por los tribunales, que para ello solo disponen del Derecho. No es la mejor herramienta para moverse en ese terreno y salir de ¨¦l sin embarrarse, sin perder el respeto de las partes enfrentadas y de sus respectivos sectores sociales de influencia. Mala perspectiva para los tribunales.
Una tradici¨®n democr¨¢tica s¨®lida no se construye con los exclusivos mimbres del Derecho. Las leyes requieren ser complementadas con convenciones que aseguren, dentro de ciertos l¨ªmites, el juego limpio, el fair play, en el desarrollo del proceso pol¨ªtico. Por ello, no es f¨¢cil imaginar una situaci¨®n similar en un pa¨ªs de s¨®lida tradici¨®n democr¨¢tica; cuando menos, no lo era hasta la irrupci¨®n del populismo trumpista, carente de complejos para hacer saltar por los aires las m¨¢s arraigadas pautas de conducta pol¨ªtica.
Pero, situados en el estricto campo del Derecho, ?c¨®mo se afronta este conflicto? La controversia se sit¨²a en dos ¨¢mbitos diferentes, aunque directamente conectados. En la confrontaci¨®n entre la Asamblea y el Gobierno, la letra de la ley ¨Cque retrasa hasta el d¨ªa siguiente a su aprobaci¨®n la publicaci¨®n y entrada en vigor del Decreto de disoluci¨®n anticipada de la C¨¢mara y convocatoria de elecciones- puede llevar a consecuencias absurdas. Si la C¨¢mara puede aprovechar ese lapso de tiempo para tomar una iniciativa que inutilice la decisi¨®n de disolverla, el instrumento quedar¨ªa a expensas de la propia C¨¢mara. Esta es una cuesti¨®n que los tribunales ordinarios deben resolver r¨¢pidamente, con el tr¨¢mite previo de decidir sobre las medidas cautelares ¨Cy cautelar¨ªsimas- solicitadas en el recurso presentado por la Asamblea, cuya finalidad principal no es otra ¨Ccon las excepciones establecidas en la jurisprudencia- que garantizar que lo pretendido en el recurso no pierda su finalidad leg¨ªtima: es decir, que sea lo que sea lo que se resuelva finalmente, la celebraci¨®n de las elecciones no haga in¨²til la pretensi¨®n de la Asamblea de la improcedencia de su disoluci¨®n. Pero la resoluci¨®n sobre el fondo no puede eludir la cuesti¨®n de la eficacia del instrumento de la disoluci¨®n anticipada.
El conflicto en el interior de la Asamblea entre la Mesa y quienes, de entre sus miembros, consideren que ha vulnerado sus derechos al tramitar las iniciativas de moci¨®n de censura sin, a su juicio, respetar el plazo y los requisitos exigidos para su convocatoria, al estar en juego un derecho fundamental en su condici¨®n de miembros de la C¨¢mara, es canalizable a trav¨¦s del recurso de amparo directamente ante el Tribunal Constitucional, que no deber¨ªa demorar su resoluci¨®n.
El Derecho pagar¨¢ el precio del juego subterr¨¢neo de la pol¨ªtica.
Alberto L¨®pez Basaguren es catedr¨¢tico de Constitucional de la Universidad del Pa¨ªs Vasco.
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