Mujeres antes que putas
Regresa a Madrid ¡®Prostituci¨®n¡¯, uno de los montajes teatrales m¨¢s aclamados y comprometidos sobre la explotaci¨®n sexual en Espa?a
Es tal el compromiso y la verdad pura que late en Prostituci¨®n, que sus tres actrices tuvieron claro desde un principio que ese viaje por el dolor, el coraje, la furia y las risas de tantas y tantas mujeres a las que representan, no lo abandonar¨ªan nunca. Las tres llegar¨ªan juntas hasta el final. Nada ha apartado del camino a Carmen Machi, Nathalie Poza y Carolina Yuste, que regresan a Madrid con uno de los montajes teatrales m¨¢s aclamados y exitosos de la ¨²ltima temporada. Dirigido por Andr¨¦s Lima, Premio Nacional de Teatro 2019, este gran espect¨¢culo de cabar¨¦ que retrata el mundo real de la explotaci¨®n sexual de las mujeres y ni?as y la industria del sexo que se genera en torno a ello en Espa?a, con datos oficiales y testimonios reales de aquellas que ejercen la prostituci¨®n, se representa en Las Naves del Matadero hasta el 13 de abril, con una venta de entradas ya muy elevada.
La pandemia rompi¨® en pedazos la gira primaveral que ten¨ªan prevista el a?o pasado tras arrasar en el Teatro Espa?ol, donde se estren¨® en enero y se represent¨® durante poco m¨¢s de un mes, con un lleno total en todas las funciones y cerca de 22.000 espectadores. En el oto?o, sin embargo, Prostituci¨®n retom¨® la gira y lleg¨® a los teatros de 22 localidades en Espa?a y a otros 12.500 espectadores.
Antes del primer ensayo de este reestreno en Madrid, el pasado viernes, y mientras los t¨¦cnicos del Matadero ajustaban tornillos y daban los ¨²ltimos retoques a la escenograf¨ªa de la obra, un rect¨¢ngulo de uralita que alberga en su interior una cama con un coj¨ªn en forma de coraz¨®n rosa, un piano a la derecha y una larga pasarela central que sale hacia el patio de butacas, EL PA?S reuni¨® a las tres int¨¦rpretes y a su director. No hace falta que le pongan muchas palabras a esa experiencia que han vivido juntos y con el p¨²blico a lo largo de las 50 funciones y 50 tardes que han compartido. La excitaci¨®n y el p¨¢lpito se sienten a¨²n en silencio. Es una funci¨®n que les ha girado mucho, como dice Carmen Machi (Madrid, 57 a?os). ¡°Ahora tengo la capacidad de ver antes a la mujer que a la prostituta¡±, dice la actriz.
Para Nathalie Poza (Madrid, 49 a?os), feliz con su reciente Goya a la mejor actriz de reparto por La boda de Rosa, este montaje es la experiencia teatral m¨¢s potente que ha tenido. ¡°Me siguen parando por la calle para hablar de esta obra, gente de todas las edades e ideolog¨ªas que salen emocionados. Con Prostituci¨®n se demuestra claramente el poder del teatro que consigue trascender todo lo que tiene con lo social y pol¨ªtico y se convierta en un ejercicio de empat¨ªa brutal¡±, se?ala Poza, que no niega sus prejuicios iniciales a la hora de abordar esta obra.
Tambi¨¦n la m¨¢s joven del grupo, Carolina Yuste (Badajoz, 30 a?os), reconoce que esta obra le ha vuelto del rev¨¦s. ¡°Yo empiezo este proceso con una idea que cre¨ªa muy asentada y conforme voy trabajando se me caen todas las estructuras desde las que observaba este fen¨®meno, desde un lugar de distancia y privilegio, y la figura de la puta en may¨²sculas desaparece de un plumazo y aparecen muchas mujeres con necesidades diversas. El tema va m¨¢s all¨¢ de la prostituci¨®n, son las condiciones de trabajo, la emigraci¨®n y todo el sistema que lo arropa¡±, asegura Yuste.
Definitivamente, este montaje rompe la famosa cuarta pared del teatro. Carmen Machi confiesa su sorpresa por las reacciones de los espectadores. ¡°Durante los primeros ensayos de la obra yo pensaba que se iban a salir la mitad de los espectadores, porque es todo muy heavy, y no solo ocurre todo lo contrario, sino que nos hemos encontrado con un p¨²blico, principalmente de mujeres maduras, con una capacidad grandiosa de entender y empatizar¡±, dice esta actriz, que asegura que tambi¨¦n han notado que el tipo de aplauso es diferente. ¡°?Qu¨¦ estamos haciendo?¡±, se preguntaban desde las primeras funciones. ¡°Es un salto, un grito, aplauden por no gritar¡±, interviene Carolina Yuste. ¡°Notamos que es algo m¨¢s que un teatro puesto en pie. Es una locura, un agradecimiento. Y los primeros que se ponen en pie son los hombres¡±, exclama Machi. ¡°La escucha a lo largo de la funci¨®n es muy particular. Se nota una atenci¨®n y una curiosidad brutal, una necesidad de entrar en ese universo¡±, a?ade Poza.
Prostituci¨®n ha venido a romper un silencio, a intentar derrotar el estigma que arrastran las prostitutas y poner el foco en unas mujeres con derechos y deberes. Una de las claves de este montaje es, seg¨²n Andr¨¦s Lima (Madrid, 59 a?os), que se est¨¢ hablando de un secreto a voces. ¡°Hay algo que verdaderamente nos toca a todos y adem¨¢s en varios niveles. Todo el mundo ha tenido alguna experiencia con la prostituci¨®n, de manera m¨¢s directa o m¨¢s leve. O conoces a alguien que lo ha vivido o es un secreto en una familia o, m¨¢s sencillamente, sales de tu casa y pasas por alguna calle donde se ejerce la prostituci¨®n. El problema que hay alrededor de ese mundo es un secreto a voces. Est¨¢ ah¨ª y lo tenemos aparcado en todos los niveles del problema tanto en el personal como en el pol¨ªtico. El debate est¨¢ en la calle. Nosotros hemos intentando que todas las opiniones, tanto la abolicionista como la que defiende su regulaci¨®n, est¨¦n en la obra¡±.
La funci¨®n termina, entra un v¨ªdeo y se cierra la habitaci¨®n de uralita. Es entonces, fuera de la mirada del p¨²blico, cuando Carmen, Nathalie y Carolina se tiran a la cama y se abrazan, alborozadas. ¡°Es algo propio del estreno, pero con esta obra todo es diferente. Nos tiramos a la cama y nos abrazamos cada d¨ªa¡±.
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