Apocalipsis contigo
El amor madrile?o en tiempos de pandemia
¡°Porque estoy a r¨¦gimen, si no, cog¨ªa¡¡± Nos lo suelta Paca la Pira?a, con su acento almeriense, mirando el plato lleno de chucher¨ªas encima de la mesa. Nos re¨ªmos, estamos sentados en la terraza del Gorila, con la tradici¨®n del verm¨². Ella sube por la Corredera Baja de San Pablo, cuando est¨¢ a punto de volverse Alta, y va cogida del brazo de Jedet, puro veneno para tu piel. De paseo.
De repente, Madrid vuelve a ser por unos pocos segundos esa ciudad en la que los extra?os te hablan, con esos momentos improvisados que nadie espera, que nadie calcula¡ Y que sol¨ªan ser se?a de identidad de la casa. Esa urbe abierta en la que los desconocidos se buscaban, olfateaban y encontraban, a ser posible entre sombras. Ahora apenas existen las palabras furtivas fuera de tu burbuja. Toca esperar a que pase la cuarta ola, que lleguen las vacunas, que el mundo vuelva a ser mundo. ¡°C¡¯est la vie¡±, como dir¨ªan en la mesa de al lado.
?S¨ª o no? ?Se estar¨¢n gustando? ?Tartamudea de nervios, no? Pon la oreja¡ ?Le ha dicho que tiene PCR negativa? Los miro disimuladamente y me resuena en la cabeza todo el rato el temazo, tan 2021,Retiro¡¯, de Auto Sacramental (trad¨²zcase en madrile?o como Jorge Mills). Sonidos ¡®new wave¡¯ pand¨¦micos. Le canta a dos amantes que quedan en el centro del parque, a los pies de la estatua del ?ngel Ca¨ªdo. S¨®lo pueden repetir: ¡°Apocalipsis contigo, apocalipsis contigo, apocalipsis contigo¡±. Que acabe ya este apocalipsis, estamos demasiado solos.s.n el dedo el final de la calle. Eso, lo m¨¢s valientes y arriesgados, porque el pavor de los centenares de miles de solteros en la ciudad es enfermar por un beso. Flirteo con ant¨ªgenos.
Madrid echa de menos ese cosquilleo del primer encuentro seguro, de esa primera vez que se queda. Un lugar m¨¢s o menos discreto, pero con gente alrededor para que no sea tan brusco. Cotizan al alza los ¨¢ticos con bar de los hoteles, a ser posible en la Gran V¨ªa. Hay intentos de amantes pasajeros tambi¨¦n en las mesas de la calle Argumosa, en los alrededores del mercado de Barcel¨®, en los veladores de Jorge Juan, sentados entre estufas en los caf¨¦s de la puerta de Alcal¨¢, al sol entre ca?as en Cascorro, esquinados en la plaza del Rey o murmurando en la calle del Rollo.
?S¨ª o no? ?Se estar¨¢n gustando? ?Tartamudea de nervios, no? Pon la oreja¡ ?Le ha dicho que tiene PCR negativa? Los miro disimuladamente y me resuena en la cabeza todo el rato el temazo, tan 2021, Retiro, de Auto Sacramental (trad¨²zcase en madrile?o como Jorge Mills). Sonidos new wave pand¨¦micos. Le canta a dos amantes que quedan en el centro del parque, a los pies de la estatua del ?ngel Ca¨ªdo. S¨®lo pueden repetir: ¡°Apocalipsis contigo, apocalipsis contigo, apocalipsis contigo¡±. Que acabe ya este apocalipsis, estamos demasiado solos.
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