Fascismo o Los Enemigos
El aguerrido grupo de Malasa?a, que dice que ¡°el ¡®rock and roll¡¯ siempre ha estado en la calle¡±, crea revuelo en las redes sociales ante su posicionamiento contra la ultraderecha
Son tiempos bestias, y quiz¨¢, por eso, para contrarrestar, haga falta bestieza. Bestieza procede del catal¨¢n bestiesa, una palabra que hace referencia a ¡°la cualidad de gente que act¨²a de manera irracional o con falta de sensatez¡±. Un palabro que surgi¨® en la cabeza de Josele Santiago para ponerle nombre al ¨²ltimo disco de Los Enemigos, publicado d¨ªas antes del estallido de la pandemia. Bestieza como reacci¨®n, con el fin de defenderse con garra ante aquellos que muerden en la yugular. Era cuando la vieja normalidad, cierto, pero la nueva normalidad no ha hecho m¨¢s que acentuar la bestialidad de nuestros d¨ªas.
Son tiempos bestias porque, como Josele cantaba en Bestieza, se mueven por los algoritmos y la predestinaci¨®n, pero tambi¨¦n se caracterizan por ¡°cuentas por saldar, agravios, ofensas¡± y, en definitiva, ¡°balas que no estaban muertas¡±. No tanto por balas que aparecen dentro de un sobre dirigidas a ministros sino por la falta de condena de estos actos, e incluso la negaci¨®n de los hechos en beneficio del avance de un pensamiento violento y totalitario. Antidemocr¨¢tico, en una sola palabra. De un pensamiento que, en mitad de unos tiempos tan hostiles por la emergencia sanitaria y otra nueva depresi¨®n econ¨®mica de proporciones may¨²sculas, alienta al nicho ya avivado de la derecha m¨¢s rancia, pero tambi¨¦n puede calar en aquel formado por todos los que se sienten maltratados por el sistema. De ah¨ª, el mensaje que, con bastante repercusi¨®n en las redes sociales, lanzaron el pasado 26 de abril Los Enemigos en sus cuentas oficiales de Twitter, Facebook e Instagram: ¡°Paremos al fascismo. Que no nos roben tambi¨¦n la libertad. El 4 de mayo no es una cita cualquiera. Votad, votad, votad¡±.
¡°No hacemos campa?as por un partido ni hostias. Pusimos ese mensaje con la idea de movilizar el voto de izquierdas. Como todos sabemos este voto est¨¢ fraccionado, desanimado, desenga?ado, quemado¡¡±, explica Josele. ¡°Creemos que la democracia est¨¢ en peligro. Por eso, Los Enemigos nos sumamos a lo que dec¨ªa el otro d¨ªa Jos¨¦ Sacrist¨¢n: ¡®No ir a votar es de imb¨¦ciles¡¯. As¨ª de simple¡±. Como esas canciones suyas, llenas de fuzz y urgencia existencial, Los Enemigos hablan de emergencia. ¡°Nos parece muy grave lo que est¨¢ pasando. Cualquiera que tenga ojos en la cara lo ve. El otro d¨ªa, se vio en el debate de la radio. Estamos preocupados con la existencia de un partido como Vox cuyo objetivo ha sido reventar la campa?a electoral. Hay que pararlo de alguna manera¡±.
Banda representante del Madrid m¨¢s callejero, Los Enemigos nacieron a mediados de los ochenta en un peligroso barrio de Malasa?a, nada gentrificado y que m¨¢s bien parec¨ªa un gueto, repleto de narcopisos, macarras e inmigrantes vendiendo hero¨ªna, coca¨ªna y marihuana. Quiz¨¢ pod¨ªan haber acabado como Miguel Bos¨¦ y todos esos luminarias ochenteros y noventeros ahora negacionistas, consider¨¢ndose inc¨®modos antes que chalados, o s¨²per liberales, abrazando a la ultraderecha sin sonrojo, pero los integrantes de este grupo est¨¢n hechos de otra pasta. Aseguran que ¡°el rock and roll siempre ha estado en la calle¡± y que, por tanto, lo que ocurre en la calle les importa. Y en la calle no solo hay ¡°m¨ªtines terror¨ªficos¡±, sino que tambi¨¦n aparecieron carteles como en los que Vox contrapon¨ªa a una mujer mayor de raza blanca con un joven embozado y de tez oscura, junto al lema: ¡°Un mena 4.700 euros al mes. Tu abuela 426 euros de pensi¨®n/mes¡±. ¡°Esta gente quiere devolver a sus pa¨ªses pobres a ni?os para que los rematen. Y lo hacen adem¨¢s fusilando carteles de la Alemania pre nazi¡±, brama Josele.
Paremos al fascismo. Que no nos roben tambi¨¦n la libertad. El 4 de mayo no es una cita cualquiera. Votad, votad, votad. pic.twitter.com/9YsTu3xcEL
— LosEnemigos(oficial) (@revueltaenemiga) April 26, 2021
Los Enemigos jam¨¢s han hecho soflamas pol¨ªticas. Por eso, sorprendi¨® un mensaje tan claro y contundente, como esos riffs suyos, marca enemigos, fieros e indomables. ¡°Me sorprende que haya habido seguidores del grupo que se indignen por nuestro mensaje, diciendo que nos dejan de seguir. Est¨¢ claro que no han entendido nada. No entienden de qu¨¦ va el fascismo, pero tampoco entienden de qu¨¦ van Los Enemigos¡±. Un mensaje que casi parece un grito en el desierto. Exceptuando a Nacho Vegas y otros pocos de su condici¨®n, la gran mayor¨ªa de m¨²sicos espa?oles no se han manifestado sobre la situaci¨®n pol¨ªtica y social. Inmersos en una crisis sin precedentes de la industria musical, los m¨²sicos parecen m¨¢s preocupados por encontrar la fecha adecuada para publicar sus discos o por la vuelta de las giras y los festivales. ¡°La percepci¨®n que se tiene del m¨²sico en Espa?a est¨¢ muy ligada a la de distraer al se?orito. Algo que viene del flamenco y de la fiesta popular¡±, dice el cantante, guitarrista y compositor de Los Enemigos. ¡°Pero el rock and roll no va de eso. El rock and roll se diferencia porque nuestra funci¨®n es tocarle los cojones al se?orito¡±.
De eso han sabido mucho en otros lugares fuera de Espa?a. Tradicionalmente, los m¨²sicos se han movilizado pol¨ªticamente en pa¨ªses como Estados Unidos, Reino Unido y Francia. En las ¨²ltimas elecciones presidenciales en EE UU, lo hicieron estrellas como Taylor Swift o Bruce Springsteen hasta un sinf¨ªn de grupos y m¨²sicos menores medi¨¢ticamente. ¡°La m¨²sica es un lugar de resistencia. En EE UU y Reino Unido, hay una sensaci¨®n de unidad que aqu¨ª no damos¡±, se?ala Josele. ¡°Como banda, nuestro objetivo sigue siendo hacer buenas canciones, sino me voy a una manifestaci¨®n y ya est¨¢. Pero los m¨²sicos somos como un amplificador en situaciones peliagudas. Y est¨¢ es m¨¢s que peliaguda. Por eso, subimos el volumen del amplificador y sabemos lo que queremos hacer¡±.
Como dec¨ªa Joe Strummer, cantante de The Clash: ¡°Preg¨²ntate si lo que est¨¢s haciendo hoy te acerca al lugar en el que quieres estar ma?ana¡±. En Espa?a, el hoy es un lugar extra?o, donde, como en la distop¨ªa de 1984, parece que nos hemos acostumbrado a vivir con una neolengua que busca acabar con el significado de palabras valiosas del viejo idioma. Como en la novela de George Orwell, palabras como libertad, democracia o pueblo han sido reducidas a tan poco y tan absurdo que condiciona el pensamiento de los hablantes. Lo reduce. ¡°Ahora libertad resulta que es tomarse ca?as en una terraza. Con Franco tambi¨¦n se tomaban ca?as¡±, apunta Josele.
Neolengua, posverdad y banalizaci¨®n. Ayer, Isabel D¨ªaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, asegur¨® que lo que diferencia a Madrid de otros lugares de Espa?a es que ¡°puedes cambiar de pareja y no volver a encontr¨¢rtelo nunca m¨¢s¡± y todo el mundo se dedic¨® a comentarlo mientras consigui¨® desviar la atenci¨®n de su objetivo de pactar con la ultraderecha en una regi¨®n con importante d¨¦ficit de pol¨ªticas sociales y desigualdad creciente. ¡°Es fascismo encubierto¡±, indica Josele Santiago. ¡°No me gusta hablar de temor ni miedo. Me gusta hablar m¨¢s de indignaci¨®n. El temor y el miedo es una victoria para ellos. Nada de eso. Si hay que plantar cara, pues se planta¡±.
Ante la bestialidad, bestieza. O, como dec¨ªa Albert Camus, en un mundo de conflictos, de verdugos y v¨ªctimas, la funci¨®n del hombre pensante debe ser no estar nunca en el lado de los verdugos. Los Enemigos lo saben y no se lo callan. Quiz¨¢ porque, como canta Josele en una de sus ¨²ltimas canciones, ¡°un soplo de aire guarda un vendaval¡±.
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