Hablar de Nada
Esta semana, cada vez que pensaba en alg¨²n tema para escribir, siempre me ven¨ªa el mismo a la cabeza y, la verdad, no me apetece
Todas las semanas me siento y pienso en el tema sobre el que quiero escribir, lo pienso con poco margen para la entrega, porque hasta el ¨²ltimo momento no s¨¦ c¨®mo respiro, qu¨¦ me apetece. Entonces me inspiro, (quiz¨¢s en las cosas m¨¢s absurdas) y me pongo a escribir. A veces fluye, otras, noooop.
El tema de esta semana ha sido complicado, no ten¨ªa ganas de escribir porque cada vez que pensaba en alg¨²n tema siempre me ven¨ªa el mismo a la cabeza y, la verdad, no me apetece.
As¨ª que he pensado que si a alguien m¨¢s no le apetece podemos quedarnos aqu¨ª a escribir de nada, a charlar con desgana, que alguien que charla contigo sin tener ningunas ganas tambi¨¦n puede ser un gran amigo.
Podemos cambiar de tema sin sentido solo por decir que ¡°hemos hablado de muchas cosas¡±, pero se puede estar sin hablar apenas de nada y tambi¨¦n vale.
Podemos escribir de nada y escribir, ?Yo que s¨¦! Que por las ma?anas de camino al colegio mi hijo siempre saluda al mismo se?or mayor que nunca contesta, le suger¨ª al ni?o que dejara de intentarlo, no me hizo ni caso, y ahora el se?or mayor le sonr¨ªe y le saluda.
Ciertamente le he criado para que sea mejor que Yo.
Me ralla pensar todos los d¨ªas en lo que tengo que cocinar, a todos nos mola marcarnos nuestra especialidad, con tiempo, copa de vino, m¨²sica y que en casa nos digan que est¨¢ bueno. Pero el men¨²¡el men¨² es un rollo, pensarlo es un rollo y por norma general lo piensan las mujeres. Seguimos hablando de nada, pero sugiero equilibrar los aplausos.
A mi hijo le gusta ir a casa de su abuelo porque tiene ascensor, pero vive en el primero. Ahora que ya sabe los n¨²meros un d¨ªa le dir¨¦ que le d¨¦ al quinto, a ver qu¨¦ cara pone. Qu¨¦ maravilla tener la felicidad a una ocurrencia.
Parece que empieza a hacer calor. Hasta Yo comienzo a tener calor y f¨ªjate que tengo el termostato estropeado.
Me contaba mi vecina que Ella siempre se tapa.
Le digo: ?S¨ª?
Y Ella: ?De siempre!. ?Qu¨¦ calor, la virgen!
Es una t¨ªa muy graciosa y no lo sabe. Si seguimos hablando de nada, un d¨ªa se lo digo.
Siempre me ha parecido curioso ese mito de hablar del tiempo para romper el hielo.
Yo soy muy de ¡°joder, c¨®mo llueve¡±
Y alguien contesta: ?Pues s¨ª!
(Como si no lo viera)
Llueve, s¨ª, y parece que sobre mojado. Igual toca rebajar las expectativas de nuestras disertaciones, Yo he vuelto a lo simple, os lo digo.
Me siento muy a gusto en el cobijo de restar distancias hablando de nada. Entablando conversaciones absurdas que hac¨ªa mucho que no ten¨ªa. Dejo de estar en la luna menguando mi mundo.
Hoy estoy as¨ª. A ver c¨®mo respiro el viernes que viene, qu¨¦ me apetece.
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