Cerrar la estaci¨®n de esqu¨ª de Navacerrada es abrir oportunidades a lo que m¨¢s vale
El esqu¨ª en el puerto de Navacerrada tiene un gran impacto ambiental y la sierra de Guadarrama vale mucho m¨¢s que lo que vale esquiar
Cualquier cambio genera incomodidad y cerrar las pistas de una de las primeras estaciones espa?olas de esqu¨ª no iba a ser una excepci¨®n. La decisi¨®n del Organismo Aut¨®nomo de Parques Nacionales de no renovar la licencia a tres pistas construidas en la Comunidad Aut¨®noma de Castilla y Leon ha despertado airadas cr¨ªticas por parte¡ ?de la Comunidad de Madrid! Sorprenden en esta agria reacci¨®n tres cosas: 1) que en la Comunidad de Madrid preocupe tanto lo que ocurre en una comunidad vecina, 2) que no comprendan que el cambio clim¨¢tico hace inviables a tan baja altitud actividades de nieve como estas en la Sierra de Guadarrama, mantenidas a base de nieve artificial, 3) que no vean la oportunidad de poner en valor precisamente lo m¨¢s valioso de la sierra de Guadarrama: su biodiversidad y sus ecosistemas de monta?a mediterr¨¢nea.
El proceso de creaci¨®n del Parque Nacional de Guadarrama fue complejo e inusual. Conferir la m¨¢xima figura de protecci¨®n ambiental de nuestro ordenamiento jur¨ªdico a un territorio densamente poblado y con actividades de todo tipo es favorecer objetivos contrapuestos. Preocupaba la posibilidad de que el Parque Nacional fuera tan solo un reclamo tur¨ªstico y no promoviera la conservaci¨®n del patrimonio natural. Sin embargo los m¨¦ritos ecol¨®gicos, geol¨®gicos, hist¨®ricos y sociales de la Sierra de Guadarrama justificaron la figura de protecci¨®n, id¨®nea para hacer frente a la vulnerabilidad de toda la Sierra al cambio global.
La figura de Parque Nacional nos conciencia sobre el patrimonio con el que cuenta Espa?a en t¨¦rminos de naturaleza, biodiversidad y paisaje. Un patrimonio que va al alza y que contrasta con su escasez en los pa¨ªses de nuestro entorno. Adem¨¢s, Espa?a acumul¨® buena parte de las primeras evidencias sobre el efecto del calentamiento antr¨®pico con investigaciones situadas precisamente en la sierra de Guadarrama.
En un contexto de conservaci¨®n, el mantenimiento de infraestructuras artificiales de uso masivo es una contradicci¨®n monumental. El esqu¨ª en el puerto de Navacerrada tiene un gran impacto ambiental y la sierra de Guadarrama vale mucho m¨¢s que lo que vale esquiar. Nos hace ricos a todos con su mera existencia. Detener este tipo de esqu¨ª reduce la ocupaci¨®n de muchos, pero no detendr¨¢ la afluencia de visitantes y abrir¨¢ muchas oportunidades de actividades compatibles con la conservaci¨®n. De hecho, una monta?a bien conservada es un atractivo para emprendedores y una fuente de bienestar para todos.
Resulta parad¨®jico que el gobierno de la Comunidad de Madrid reivindique la puesta en valor de ¡°lo madrile?o¡± sin apuntar a lo que define aquello de lo que dicen sentirse orgullosos. El Gobierno de la Comunidad de Madrid se ha olvidado de nuestras monta?as en favor de una explotaci¨®n banal del espacio y del paisaje. Hacerlo cuestiona su aprecio por lo que caracteriza a la regi¨®n.
Fernando Valladares es cient¨ªfico del CSIC y profesor asociado de la Universidad Rey Juan Carlos.
Adri¨¢n Escudero es catedr¨¢tico de Ecolog¨ªa de la Universidad Rey Juan Carlos.
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