Madrid Central: salud y sentido com¨²n
Hacer pol¨ªticas verdes es atreverse a dar pasos hacia delante de la mano de la ciencia y con el apoyo de las organizaciones sociales y la ciudadan¨ªa
Cuando en 2015 llegamos al Ayuntamiento de Madrid la sostenibilidad no era prioritaria en la agenda pol¨ªtica a pesar de que la contaminaci¨®n ya era una de las principales preocupaciones de la ciudadan¨ªa.
Nada m¨¢s llegar nos encontramos con la seria advertencia de la Comisi¨®n Europea con respecto a la mala calidad del aire de la ciudad y la amenaza de una multa millonaria por su amplio historial de incumplimientos y su grave afectaci¨®n a la salud.
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Cuando en 2015 llegamos al Ayuntamiento de Madrid la sostenibilidad no era prioritaria en la agenda pol¨ªtica a pesar de que la contaminaci¨®n ya era una de las principales preocupaciones de la ciudadan¨ªa.
Nada m¨¢s llegar nos encontramos con la seria advertencia de la Comisi¨®n Europea con respecto a la mala calidad del aire de la ciudad y la amenaza de una multa millonaria por su amplio historial de incumplimientos y su grave afectaci¨®n a la salud.
Con ese objetivo desplegamos el Plan A de Calidad del Aire y Cambio Clim¨¢tico, un plan que conten¨ªa m¨¢s de 30 medidas para reducir los niveles de contaminaci¨®n e intervenir sobre las consecuencias de la emergencia clim¨¢tica en la ciudad de Madrid.
Una de esas 30 medidas, y la que tuvo m¨¢s repercusi¨®n p¨²blica, fue Madrid Central: una gran zona de bajas emisiones que englobaba y ampliaba las antiguas ¨¢reas prioridad residencial. El objetivo era evitar el tr¨¢fico de paso, ganar espacio p¨²blico para las vecinas y vecinos y reducir los niveles de contaminaci¨®n ac¨²stica y atmosf¨¦rica.
No fue un camino f¨¢cil. Hubo que convencer a propios y ajenos. Hubo presiones de todo tipo y color. Pero finalmente el Plan A se puso en marcha con un proceso de participaci¨®n que dur¨® m¨¢s de un a?o. Con la entrada en vigor de Madrid Central, con el que se limitaba la entrada de veh¨ªculos a la almendra central, la respuesta de las madrile?as y madrile?os comenz¨® a disipar todas las dudas: mientras los reporteros buscaban declaraciones indignadas contra las restricciones, la ciudadan¨ªa se mostr¨® conforme, porque hab¨ªa entendido que lo m¨¢s importante que debe hacer un gobierno es cuidar la salud.
Solo en su primer a?o de vida, Madrid Central logr¨® reducir un 20% de la contaminaci¨®n causada por el N02 sin producir el llamado ¡°efecto frontera¡±
Este a?o nos ha demostrado que somos fr¨¢giles, que nuestro cuerpo y nuestra salud se quiebran si no los cuidamos. Y frente al ruido, las pol¨¦micas y los insultos, los madrile?os y madrile?as comprendieron esto y lo incorporaron a su forma de vida.
Madrid Central fue vanguardia porque logr¨® abrir un debate sobre la movilidad en las ciudades que pronto se extendi¨® a otras partes de Espa?a. Sin saberlo, aquellos que con mentiras y bulos quisieron compararlo con el Muro de Berl¨ªn, le dieron altavoz a una medida que era necesaria y de sentido com¨²n. Tanto es as¨ª que la actual ley de Cambio Clim¨¢tico, en la que hemos trabajado intensamente desde Verdes Equo y M¨¢s Pa¨ªs en el Congreso, obliga a que las ciudades de m¨¢s de 50.000 habitantes tengan que tener obligatoriamente una zona de bajas emisiones. Por eso es especialmente sangrante que el actual alcalde de Madrid no haya hecho nada por preservar esta medida: finalmente tendr¨¢ que volver a la legalidad y al sentido com¨²n que se impone en toda Europa.
No cabe sorpresa alguna, sin embargo, en la actitud de Mart¨ªnez-Almeida ni de la Comunidad de Madrid, que actu¨® en todo momento con gran deslealtad institucional. El Partido Popular lo quiso criminalizar llev¨¢ndolo ante la justicia cuando era oposici¨®n, lo convirti¨® en su principal eje de campa?a y ha hecho todo lo posible por destruir una de las Zonas de Bajas Emisiones que m¨¢s ¨¦xito ha tenido en Europa. S¨®lo en su primer a?o de vida, logr¨® reducir un 20% de la contaminaci¨®n causada por el N02 sin producir el llamado ¡°efecto frontera¡±.
La puesta en marcha de Madrid Central cambi¨® nuestra ciudad. Era el comienzo del sue?o de una ciudad m¨¢s amable, paseable, donde conversar con los vecinos, saludable y segura
La puesta en marcha de Madrid Central cambi¨® nuestra ciudad. Era el comienzo del sue?o de una ciudad m¨¢s amable, paseable, donde conversar con los vecinos, saludable y segura. Una ciudad del siglo XXI.
Ahora que est¨¢ tan de moda ser verde, es importante recordar que Madrid Central ya lo era cuando no era tan f¨¢cil. Porque eso es hacer pol¨ªticas verdes: so?ar, imaginar y dise?ar el mundo que viene, que ya est¨¢ aqu¨ª. Hacer pol¨ªticas verdes es atreverse a dar pasos hacia delante de la mano de la ciencia y con el apoyo de las organizaciones sociales y la ciudadan¨ªa. Porque en el acierto de esos pasos y en los avances que suponen, nos jugamos las cosas que de verdad importan: nuestra salud, nuestra forma de vida y el planeta.
A pesar de esta sentencia del Tribunal Supremo, Madrid Central ha ganado. Gan¨® aquella tarde de agosto cuando miles de personas se echaron a la calle para defender su derecho a respirar un aire limpio. Gan¨® el d¨ªa que cambi¨® el paradigma y hasta las marcas de coches comenzaron a anunciar por la radio ofertas en veh¨ªculos h¨ªbridos y el¨¦ctricos para circular por Madrid Central. Gan¨® el d¨ªa en que las madrile?as y madrile?os, las asociaciones vecinales y las ecologistas lo hicieron suyo y como tal lo defendieron.
Madrid Central volver¨¢, m¨¢s pronto que tarde, porque as¨ª lo demanda la ciudadan¨ªa y el sentido com¨²n.
In¨¦s Saban¨¦s es diputada M¨¢s Pa¨ªs-Verdes Equo en el Congreso de los Diputados y coportavoz federal de Verdes Equo