?ngel no quiso callarse y denunci¨®: ¡°Me enfrent¨¦ y le dije que s¨ª, soy maric¨®n y con orgullo¡±
El joven de 24 a?os fue increpado por una usuaria de Cercan¨ªas y decidi¨® formar parte del 30% de homosexuales insultados que acude a la polic¨ªa para que los ataques no queden sin castigo
?ngel viajaba el 28 de junio a la inauguraci¨®n de la fiesta del Orgullo en un vag¨®n del cercan¨ªas que conecta Fuenlabrada, su lugar de residencia, con el centro de Madrid. Llevaba una bandera y una mascarilla con los colores del colectivo LGTBI. Una usuaria le increp¨®, invadi¨® su espacio, le empez¨® a hablar de cerca sin mascarilla. Y lleg¨® el comentario que tanto tiempo ha tenido que o¨ªr con desprecio. ¡°Eres maric¨®n, ?no?¡±. El joven de 24 a?os, que se define como ¡°t¨ªmido¡± y que ha callado durante tanto tiempo ante este tipo de situaciones, decidi¨® no reprimirse m¨¢s. ¡°Me enfrent¨¦ y le dije que s¨ª, que lo era y con orgullo y que pod¨ªa denunciarla por lo que estaba haciendo¡±. Y es lo que hizo, un paso que no da el 70% de los homosexuales que sufren este tipo de agresiones, seg¨²n estimaciones de la polic¨ªa municipal.
Ninguno del resto de ocupantes del vag¨®n ayud¨® a ?ngel, que prefiri¨® cambiar de asiento para alejarse de su agresora. ¡°Eso es lo que pasa siempre, ?qu¨¦ esperas? Es muy raro que te apoyen¡±, se lamenta. Unas horas despu¨¦s, acudi¨® a asesorarse con miembros del Observatorio Madrile?o contra la LGTBfobia, donde le acompa?aron a interponer la denuncia en la polic¨ªa municipal. Las que escucharon su relato en comisar¨ªa son Arantxa y Carolina, dos agentes especializadas en delitos de odio.
Esta unidad se cre¨® en 2016 con el objetivo de reforzar la acci¨®n contra las agresiones por motivo de raza, orientaci¨®n sexual, etnia, religi¨®n o discapacidad. ¡°Lo que no se registra no existe¡±, resalta Arantxa. Ella misma ha posado para las campa?as informativas de la unidad como lesbiana. ¡°La gente tiene que saber que sus denuncias no caen en saco roto, que tenemos medios para investigarlo¡±, insiste. A principios de junio lleg¨® hasta la Audiencia Provincial el caso del un hombre que fue grabado insultando a una mujer musulmana en el metro. Lleg¨® a un acuerdo con la fiscal¨ªa para ser declarado culpable.
Entre 2017 y 2021 esta oficina ha registrado m¨¢s de 1.000 agresiones, de las que el 30% corresponden a ataques o insultos hom¨®fobos. La componen 30 agentes, aunque han llegado a ser 40. ¡°Somos una de las pocas oficinas de Espa?a que cuentan con este servicio, aunque hay inter¨¦s en que se implante en m¨¢s sitios¡±, resume Carolina. Sus integrantes reciben formaci¨®n espec¨ªfica de profesores universitarios y miembros de las asociaciones y est¨¢n en permanente contacto con los colectivos. ¡°Yo siempre digo que esto es como la violencia de g¨¦nero, que al principio se tomaba como un asunto familiar y poco a poco se fueron implantando protocolos¡±, recalca Arantxa. Una de los elementos clave de su trabajo es, por ejemplo, encontrar los indicios para demostrar que el delito ha sido motivado por el odio. Cuentan incluso con una furgoneta en la que disponen de todo lo necesario para elaborar las denuncias de forma port¨¢til.
Formaci¨®n para tratar estos casos
La empat¨ªa con la que tratan sus casos se transmite en las palabras de estas dos agentes. ¡°Una madre nos dio las gracias por ayudar a su hija que sufr¨ªa acoso transf¨®bico por redes. No castigamos a nadie, solo dimos formaci¨®n en el instituto de la chica y al acabar, los mensajes de acoso se hab¨ªan transformado en otros de apoyo¡±, resume Carolina. La agente relata otro caso en el que dos chicos denunciaron que les hab¨ªan dejado fuera de la discoteca por no ser blancos. ¡°Eran muy buenos estudiantes, deportistas y esa noche fueron conscientes por primera vez en su vida de que los estaban dejando fuera por ser racializados. Nos lo contaban llorando¡±, relata.
Hace dos a?os, estoy segura que ni se hubiera planteado ir a la polic¨ªa, pero hay un cambio de tendencia y cada vez la gente lo hace m¨¢sArantxa, agente de polic¨ªa
Sentados en un bar de Chueca, ellas le ayudan d¨ªas despu¨¦s a contar lo sucedido y por qu¨¦ decidi¨® dar el paso de denunciar. ?ngel repite unas palabras del director Javier Ambrossi, que estos d¨ªas han tenido mucho eco en las redes: ¡°?Qui¨¦n te devuelve tu vida hasta que sales del armario? Yo recuerdo callarme ante los comentarios hom¨®fobos de mis compa?eros de colegio, construirme otra identidad¡±. Arantxa se alegra de que la situaci¨®n est¨¦ evolucionando. ¡°Hace dos a?os, estoy segura que ni se hubiera planteado ir a la polic¨ªa, pero hay un cambio de tendencia y cada vez la gente lo hace m¨¢s¡±, defiende Arantxa.
En su ¨²ltimo informe, el Observatorio Madrile?o contra la LGTBfobia elaborado cada a?o por la asociaci¨®n Arc¨®poli cuantific¨® una reducci¨®n en los delitos de odio contra este colectivo, que pasaron de los 321 de 2019, a los 259 de 2020, teniendo en cuenta que fue el a?o en el que m¨¢s restricciones de movilidad hubo por la pandemia.
?ngel creci¨® en un pueblo de Toledo, despu¨¦s se mud¨® a Talavera y ha acabado en Madrid. ¡°Existen estudios que confirman la migraci¨®n de personas LGTBI de las zonas rurales a las urbanas, donde sienten m¨¢s libertad¡±, explica Arantxa. ¡°Pero vamos, para eso no hace falta ning¨²n estudio, ya te lo digo yo¡±, apostilla el joven.
Se acerca la hora del verm¨² en la plaza de Chueca. Las terrazas ya est¨¢n abarrotadas. La gente tiene ganas de celebrar. ¡°Ten¨¦is mucho trabajo por delante este fin de semana, ?no?¡±. Arantxa reconduce la respuesta: ¡°Lo que tenemos son muchas horas, pero esperamos que trabajo haya poco, porque eso querr¨¢ decir que ha habido pocas agresiones¡±.
Suscr¨ªbete aqu¨ª a nuestra nueva newsletter sobre Madrid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.