¡°La educaci¨®n sexual del colectivo LGTBIQ queda en manos del porno¡±

Juan Conde (Madrid, 36 a?os) es profesor de historia en el IES Pintor Antonio L¨®pez de Tres Cantos, donde lleva un club de personas del colectivo LGTBIQ. Adem¨¢s, lleva m¨¢s de dos a?os form¨¢ndose como terapeuta Gestalt en la EMTG y siempre ha estado volcado en proyectos de este tipo en otros institutos. Un objeto que le caracteriza son sus llaves porque tiene una bandera del orgullo. Est¨¢ muy concienciado y esto lo hace precisamente por todas aquellas generaciones que lucharon por sus derechos, por eso, el d¨ªa de la entrevista vest¨ªa un polo negro con un tri¨¢ngulo rosa como homenaje a los homosexuales encerrados y asesinados en los campos de concentraci¨®n nazis.

?Qu¨¦ significa para los alumnos entrar en el club?

Atravesar la puerta supon¨ªa directamente salir del armario en la escuela. Es arrancar una historia que te acompa?a el resto de tu vida. Las personas LGTBIQ pasamos la vida saliendo del armario. Al principio con dificultad y miedo, pero luego es algo que ya necesitas. Esto significa reconocerse. Uno suele empezar por las situaciones m¨¢s seguras como los amigos o la familia. Despu¨¦s la vida avanza y necesitas ese reconocimiento propio y de la comunidad.

?Se ha producido alg¨²n caso de homofobia en el centro?

Lo normal. Insultos, referencias, comentarios sutiles. Casos graves no hemos tenido internos. Nos lleg¨® uno de fuera con sus familias y nosotros intent¨¢bamos mediar, acompa?ar y aconsejar a direcci¨®n que es la que trata estos temas, pero no nos podemos meter.

?Por qu¨¦ decidieron abrir este club?

Nosotros formamos parte de esta comunidad y la manera de estar, es ser visibles para que estemos integrados. Yo empec¨¦ el club junto a los profes Pablo Tejedor y Ricardo Cordero. A nosotros nos toca extender estos derechos hacia la infancia. Somos nosotros gracias a la generaci¨®n anterior que ha luchado. Alguien se jug¨® la cara para que yo tuviese una juventud en libertad y ahora me toca a m¨ª para reducir ese rango de edad y que no nos roben la adolescencia como le pasa a mucha gente. Era la primera vez que hac¨ªamos algo constante. Por un lado ten¨ªamos miedo y por otra verg¨¹enza, pero desde jefatura nos apoyaron en todo. Cuando se enteraron los estudiantes empezaron a se?alar a gente o hacer bromas, pero pronto se asent¨®. Muchos no vienen, pero somos referentes para ellos. En teor¨ªa el 10% de la sociedad no es heterosexual. Si aqu¨ª somos 800 personas, deber¨ªamos estar 80 y somos 15, la mayor¨ªa de segundo ciclo de la ESO y bachillerato.

?Qu¨¦ actividades hacen?

Proponemos un espacio de encuentro. Los j¨®venes vienen y decidimos entre todos que queremos hacer. Hemos hecho un cinef¨®rum, carteles, lectura de textos hist¨®ricos. Pero estas actividades dependen del tiempo que tengan. Ahora estamos en temporadas de ex¨¢menes y es m¨¢s complicado, pero ah¨ª entra la otra parte. Los alumnos pueden venir en cualquier momento a hablar con nosotros. Lo bueno es que tambi¨¦n vienen otros profesores y familiares. Principalmente nos comunicamos por redes sociales a trav¨¦s de Instagram. Tambi¨¦n tenemos un mail (lgtb@iespintorantoniolopez.org) para el alumnado que a¨²n no se acerca y consultas.

?Qu¨¦ problemas plantean los alumnos?

Muchas dudas de identidad y sexualidad. Aqu¨ª no resolvemos problemas, sino que acompa?amos. Un conflicto habitual es salir del armario en la familia y hay muchos miedos. No tenemos referentes LGTBI en la vida adulta y nosotros lo somos para algunos alumnos. Hicimos un listado de personas relevantes hist¨®ricas y descubrieron que muchas de las personas de las que estudian en la escuela eran del colectivo como Da Vinci o Alejandro Magno.

?Considera que el sistema educativo est¨¢ obsoleto?

El sistema educativo est¨¢ anticuado respecto a la sexualidad. Muchos colegios consideran que es un tema que no les corresponde, las familias hacen dejaci¨®n de funciones. Pues si los j¨®venes tienen inter¨¦s y van a encontrar esa informaci¨®n en internet y ven el porno. La educaci¨®n sexual del colectivo queda en manos de industrias internacionales con todo lo que implica de estereotipos de g¨¦nero, relaciones de riesgo. Por eso es importante cambiar el orden educativo. Las familias se ocupan de la crianza y nosotros de la educaci¨®n. Se tiene que poder hablar sin ning¨²n tab¨² y al menos, en la Comunidad de Madrid los colegios est¨¢n preparados.

?Qu¨¦ opina del pin parental?

Nosotros tenemos el pin de la sociedad desde la ONU a la Constituci¨®n. Tenemos una delegaci¨®n social de encargarnos de la educaci¨®n sexual de nuestros alumnos. Los derechos humanos no son una opini¨®n y no se pueden negociar en pleno siglo XXI y en este pa¨ªs. Es alimentar el miedo a una comunidad que ha sufrido mucho.

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