Vida normal
Es imposible no preguntarse c¨®mo mantenemos la normalidad cuando hay tanto odio en internet, en las calles o en el Congreso
Veo las nubes desplomarse sobre la terraza y corro a proteger los cojines de la lluvia. Bajo a comprar pan. Entro en la farmacia por aspirinas y hablo con el farmac¨¦utico. Me paso por el quiosco de flores y compro un ramo de margaritas blancas, porque las margaritas son las flores que mejor aguantan el paso del tiempo. Les hago una foto, con la luz cay¨¦ndoles de la forma adecuada para que queden m¨¢s bonitas en Instagram. Llego a casa y las pongo en agua en un jarr¨®n de cer¨¢mica que compr¨¦ cuando a¨²n viv¨ªa sola. Beso al hombre al que quiero. Le digo alguna tonter¨ªa, me quejo de alguna cosa absurda que me ha hecho enfadarme en el trabajo. Planeamos ir a cenar a casa de unos amigos. Le recuerdo que tiene que llevar el coche al taller. Hago la comida. Cocino pasta a la carbonara. Despu¨¦s tengo un arrebato y me apunto a clases de italiano por las tardes. ?Para qu¨¦? Para nada, me digo. Siempre quise aprender italiano. Me siento ante el escritorio a escribir esta columna mientras veo como la lluvia embiste contra el cristal de la ventana. Recuerdo c¨®mo me hace sentirme la lluvia. Intento sentirme as¨ª. Me viene a la mente una noticia que le¨ª por la ma?ana y la paz se disipa en jirones como la niebla con los primeros rayos de sol. Cojo un libro intentando recuperarme y leo: ¡°Hac¨ªa mucho ruido en las noches de insomnio¡± y siento que estoy de acuerdo con Hemingway y recuerdo que yo tambi¨¦n tengo insomnio desde hace a?os. Dejo el libro. La lluvia sigue cayendo y yo me dedico a mirar las gotas resbalar por el cristal hasta su muerte en el borde verde del marco de aluminio.
La lluvia sigue cayendo y yo me dedico a mirar las gotas resbalar por el cristal hasta su muerte en el borde verde del marco de aluminio
Pienso en m¨ª desde fuera. Como en las pel¨ªculas en las que alguien se muere y ¨¦l mismo se ve desde arriba mientras a¨²n est¨¢ tumbado sobre la acera o sobre una cama de hospital. Me miro como si yo no fuera yo y pienso que esa chica parece tranquila y parece que disfruta las flores y la lluvia y la pasta carbonara. Y pienso que en realidad se parece muy poco a alguien que a cada paso se pregunta y esto por qu¨¦, y esto por qu¨¦ as¨ª, y con esto qu¨¦ ocurre. Y se parece muy poco a alguien que sigue sin entender c¨®mo es que hay tanto odio en internet, c¨®mo es que hay tanto odio en las calles, tanto en el Congreso. C¨®mo les dejaron entrar. C¨®mo alguien pudo apalear en manada a un chico mientras le gritaban ¡°maric¨®n¡±. C¨®mo pudo alguien matar a la madre de sus hijos mientras le gritaba ¡°puta¡±. C¨®mo pudo alguien matar a una persona, una persona normal y corriente, mientras le gritaba ¡°moro de mierda¡±. Y c¨®mo es que esa chica, yo, t¨², nosotros, todos, seguimos haciendo vida normal cuando, con cada noticia, el hueco por dentro se hace cada vez m¨¢s grande.
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