Ayuso pisa el acelerador tras dos a?os de par¨¢lisis legislativa y llena de leyes el arranque de la legislatura
El Gobierno prepara los Presupuestos y una rebaja fiscal; quiere nuevas normas en Educaci¨®n, Medio Ambiente, Fiscalidad o Cultura; y ya ha cambiado las reglas en Telemadrid
Tras cerrar su primera legislatura como presidenta de la Comunidad de Madrid sin aprobar ni una sola ley nueva de calado, ni enviar un proyecto de Presupuestos a la Asamblea, Isabel D¨ªaz Ayuso ha pisado el acelerador en el inicio de su segunda legislatura en el poder. En las tres semanas que han pasado desde que tom¨® posesi¨®n como presidenta regional, la l¨ªder conservadora ha enviado a la C¨¢mara una nueva ley educativa para neutralizar la Lomloe; ha logrado que el PP apruebe cambios legales para controlar Telemadrid con Vox; se ha comprometido a presentar unos Presupuestos y una rebaja fiscal; y ha comenzado los tr¨¢mites para reformar la ley de Patrimonio Cultural, seg¨²n consta en el Portal de Transparencia.
¡°Espa?a necesita recobrar el pulso pol¨ªtico y social con medidas claras y eficaces¡±, asegur¨® Ayuso durante el discurso con el que abri¨® el debate para su investidura en la Asamblea de Madrid. ¡°Iniciamos la Duod¨¦cima Legislatura que es, en rigor, la segunda parte de la Und¨¦cima, ya que el recorrido de nuestro mandato anterior fue truncado cuando en algunos despachos decidieron que pod¨ªan cambiar el gobierno por la puerta de atr¨¢s¡±, sigui¨®, en referencia a la excusa que us¨® para adelantar elecciones: la posibilidad, nunca demostrada, de que PSOE y Cs se aliaran contra el PP en Madrid, tal y como hab¨ªan hecho en Murcia. Y record¨®: ¡°En el uso de mis competencias, decid¨ª convocar a las urnas para que fueran los ciudadanos de Madrid quienes decidieran en manos de qui¨¦n poner los proyectos de nuestra regi¨®n¡±.
En las elecciones del 4-M, Ayuso logr¨® 65 diputados, frente a los 30 que ten¨ªa antes. Y no solo eso. Pas¨® de tener que negociar con dos partidos (Cs y Vox) para sacar cualquier iniciativa adelante a depender ¨²nicamente de uno (la extrema derecha). De formar el primer Gobierno de coalici¨®n de la historia de la regi¨®n con la formaci¨®n naranja, a gobernar en solitario. Y de presidir un Ejecutivo lleno de tensiones y contradicciones, y muy desgastado por los conflictos internos, a encabezar un grupo elegido bajo el criterio de la lealtad total y la unidad de acci¨®n. Desde entonces, el cambio es absoluto. Sobran los ejemplos.
El Gobierno de coalici¨®n que formaron el PP y Cs entre agosto de 2019 y marzo de 2021 salt¨® por los aires sin haber aprobado ni una sola nueva ley de calado; con la reforma de la del suelo recurrida ante el Tribunal Constitucional; y con la creaci¨®n de una nueva universidad privada como todo balance legislativo. Por no hacer, aquel Ejecutivo ni siquiera present¨® un proyecto de cuentas p¨²blicas durante dos a?os: a¨²n siguen vigentes los de 2019, que dise?¨® el Ejecutivo de ?ngel Garrido cuando el coronavirus no exist¨ªa, y Madrid afrontaba una ¨¦poca de bonanza, no de crisis.
Ahora ocurre lo contrario. Con las elecciones de 2023 ya en el horizonte, y tras pasar de 30 a 65 diputados con las elecciones del 4-M, Ayuso ha llenado su agenda de compromisos legislativos.
Los hay ya culminados, como la reforma que permitir¨¢ a PP y Vox controlar la televisi¨®n y la radio p¨²blicas de la Comunidad de Madrid.
Los hay ya presentados, como la norma educativa con la que Ayuso pretende neutralizar en lo posible la llamada ley Cela¨¢ (Lomloe), blindando la educaci¨®n concertada y especial en la regi¨®n, y manteniendo la segregaci¨®n por sexos en centros sostenidos con fondos p¨²blicos (los privados concertados).
Los hay en plena tramitaci¨®n, como la nueva ley de Patrimonio Cultural, con la que la Comunidad quiere reconducir un texto reformulado por el Tribunal Constitucional, que anul¨® ocho de sus art¨ªculos en 2014. Se acaba de abrir el proceso de consulta p¨²blica, que acabar¨¢ en agosto.
Y los hay ya anunciados: entre otros, una ley de Presupuestos para 2022; otra de econom¨ªa circular que vendr¨¢ acompa?ada de cambios en 15 leyes para fomentar la econom¨ªa verde; la de autonom¨ªa fiscal; la de mercado abierto para que cualquier empresario asentado en Espa?a pueda operar en Madrid sin ning¨²n tr¨¢mite adicional; o una rebaja fiscal de medio punto del IRPF valorada en unos 300 millones de euros, y que favorecer¨¢ especialmente a las rentas m¨¢s altas.
Apoyo o abstenci¨®n de Vox
Para sacar adelante toda esas nuevas normas, el PP necesitar¨¢ del apoyo o la abstenci¨®n de Vox. Y en la formaci¨®n conservadora, explica un dirigente con galones, consideran que el inicio de la legislatura muestra que la extrema derecha no debe poner excesivos problemas.
As¨ª, en el PP consideran que Vox ya ha cometido dos errores estrat¨¦gicos en el breve periodo que ha transcurrido desde las elecciones del 4-M. El primero, anunciar su apoyo a la investigaci¨®n parlamentaria de las 5.000 muertes en las residencias durante lo peor de la pandemia, para luego retractarse. Y el segundo, echar un pulso al PP al vincular la formaci¨®n de la Mesa de la Asamblea a una reducci¨®n del n¨²mero de diputados de la C¨¢mara que los dos partidos no pueden sacar adelante sin el apoyo de la izquierda.
Los asesores de Ayuso interpretan esos movimientos como s¨ªmbolos de debilidad. Es, consideran, la constataci¨®n de la compleja situaci¨®n en la que se encuentra Vox: aunque tiene la llave de la legislatura, porque su voto negativo frenar¨ªa cualquier proyecto del PP, teme sufrir el desgaste de votar junto a la izquierda para hacerse valer. Una situaci¨®n, concluyen, que deber¨ªa favorecer que los proyectos de Ayuso salgan adelante.
Suscr¨ªbete aqu¨ª a nuestra nueva newsletter sobre Madrid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.