De neones y verdades
Madrid arde por el d¨ªa pol¨ªticamente y tambi¨¦n entre terrazas por la noche


Los neones se van encendiendo, poco a poco, hasta casi completarse. Rosas, verdes, amarillos, azules¡ como si fuera un sue?o de Nicolas Winding Refn. Se puede casi tocar el cartel de Schweppes, s¨ªmbolo de una ciudad que se eleva y cae a la vez. La azotea de los cines Callao se ha abierto unos d¨ªas al p¨²blico y, de repente, uno se sumerge en otro ¨¢ngulo de la incansable Gran V¨ªa. Eterna, maldita. Huele a palomitas, contaminaci¨®n y julio. Canta sobre el escenario Andrea Dawson mientras al fondo se encienden las luces de algunos de los pisazos que quedan todav¨ªa en esa arteria. Se derrite la noche.
Vamos todos buscando refugios en estos d¨ªas de verano a todas horas. Del d¨ªa a la noche. Uno se olvida de la can¨ªcula al traspasar las puertas del museo Cerralbo, ese palacete en mitad de Ventura Rodr¨ªguez que tiene una de las escaleras... o la escalera m¨¢s bonita de la ciudad. Guarda con mimo ahora las fotograf¨ªas de Leopoldo Pom¨¦s, que nos traen algo de mediterraneidad barcelonesa al secano capitalino. Tertulias en las Ramblas, Bernadette, Laura Ponte, calendarios para cementos y cales Freixa. Su universo y sus obsesiones en blanco y negro.
Y arde pol¨ªticamente la villa y corte a la vez. ?Cu¨¢ndo no? Hay nuevos vecinos, que llegan en AVE, con mucho y joven poder desde que Pedro S¨¢nchez ha remodelado el Gobierno. La nueva ministra de Educaci¨®n, Pilar Alegr¨ªa, cogi¨® una peque?a maleta corriendo y se tuvo que venir con lo puesto, confesaba el otro d¨ªa tras la primera reuni¨®n del Consejo de Ministros en La Moncloa. La emergente portavoz, Isabel Rod¨ªguez, se trajo hasta el boli con el logo de su Puertollano. Pero hay ca¨ªdos tambi¨¦n que vagan por las noches de Madrid ahora, entre ceses y sin saber su futuro cenaban algunos monclovitas en la plaza de Olavide hace un par de noches. Y con copas de confidencias sobre lo que hab¨ªa pasado en Malasa?a.
Siempre mirando a La Moncloa est¨¢ Isabel D¨ªaz Ayuso y estos d¨ªas ya empieza a materializar lo que significaba su libertad a la hora de gobernar. La libertad era para callar u ocultar.
Siempre mirando a La Moncloa est¨¢ Isabel D¨ªaz Ayuso y estos d¨ªas ya empieza a materializar lo que significaba su libertad a la hora de gobernar. Aqu¨ª no hay playa, pero s¨ª chiringuitos para Toni Cant¨®, que est¨¢ concretando su defensa del espa?ol en tuits en los que se?ala hasta los hijos de los nuevos ministros. Con la complicidad de Vox tambi¨¦n ha desmontado la presidenta Telemadrid para convertirla en su MTV personal y borrar la palabra plural. Se habla de Catalu?a, ERC, indultos y el rey, pero impone el silencio, junto con Roc¨ªo Monasterio, para investigar lo que pas¨® en las residencias. El PP ha tumbado la comisi¨®n para saber la verdad del mayor drama de la comunidad, competencia de la propia autonom¨ªa. La libertad era para callar u ocultar. Todo ello en la quinta ola, con la atenci¨®n primaria bajo m¨ªnimos y estando la comunidad a la cola de la vacunaci¨®n. Menos hablar de la Espa?a secuestrada y m¨¢s de centros de salud. Suben los grados, y nos toca buscar algo de sombra. A esta placita en Fuencarral pronto le pondr¨¢n el nombre de Raffaella Carr¨¢.
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