Gonzalo G¨®mez Jord¨¢n, el acuarelista sonriente

El acuarelista Gonzalo G¨®mez Jord¨¢n falleci¨® en la madrugada del s¨¢bado en su casa de Madrid a los 95 a?os, seg¨²n inform¨® su familia. Hab¨ªa nacido en la capital el 21 de julio de 1926, y desarroll¨® hasta su muerte una vida original y variopinta que le permiti¨® vivir siempre sonriente.

Ingeniero de profesi¨®n, particip¨® como t¨¦cnico o como directivo en proyectos muy dispares: el minizoo Aquarium de Madrid instalado en 1958 en la calle del Maestro Victoria, las f¨¢bricas de muebles de cocina Gromber, la vieja Compa?¨ªa Telef¨®nica, la originaria TVE del paseo de La Habana¡­

La jubilaci¨®n, hace ya m¨¢s de treinta a?os, le permiti¨® dedicarse por completo a su verdadera pasi¨®n: la acuarela, de la que a veces se distrajo para la escultura y la talla en madera. Sus cuadros mostraban paisajes, arboledas, objetos a su alcance concebidos como soporte para combinar colores y componer encuadres. A menudo con obras de gran tama?o, esas acuarelas pod¨ªan convertirse en ventanas que dejaban ver el campo y la naturaleza desde la pared m¨¢s desnuda.

Una de sus locomotoras (los trenes le fascinaban) ilustr¨® la portada de varias ediciones francesas de La B¨ºte humaine (la bestia humana), de ?mile Zola, la novela en la que un ferroviario atormentado solo parece congeniar con su propia m¨¢quina. Como ¨¦l, G¨®mez Jord¨¢n congeniaba con los vagones y el ferrocarril, y con los ¨¢rboles y las llanuras, ¡°due?o de una jugosa paleta¡±, escribi¨® el cr¨ªtico Antonio Marchamalo, ¡°que revela en todas sus manchas un temperamento apasionado, simbiosis de vigor y equilibrio¡±. Entre sus galardones figuran la Paleta de Plata de la Agrupaci¨®n Espa?ola de Acuarelistas (1979), la Medalla Felipe Trigo, del Ayuntamiento de Madrid (1980) y el segundo premio en el certamen nacional de acuarela (1993). Particip¨® en exposiciones individuales o colectivas a partir de 1979, la mayor¨ªa de ellas en la Comunidad de Madrid: en la galer¨ªa Donatello, en la galer¨ªa Verona¡­; pero tambi¨¦n en el palacio de Benacaz¨®n, en Toledo y en la estaci¨®n de Chamart¨ªn en 1981 (con las locomotoras). Y muchas veces en Valdemorillo (Madrid), el pueblo al que se sent¨ªa tan vinculado.

Sus cuadros est¨¢n colgados hoy en Espa?a, Alemania, Holanda, B¨¦lgica, Reino Unido, Francia, Estados Unidos, Colombia, Polonia, Rusia, Italia y Puerto Rico, seg¨²n consta en sus cat¨¢logos.

Gonzalo G¨®mez Jord¨¢n estaba casado con Pilar Escudero, y ten¨ªa cinco hijos, con quienes se reun¨ªa a menudo ¡ªantes de la pandemia¡ª para o¨ªrles cantar (alguno de ellos muy bien) en un karaoke de Chamber¨ª, diversi¨®n que fascinaba a toda la familia.

La vida de G¨®mez Jord¨¢n fue tan extensa como la inteligencia que volc¨® en el rigor de la ingenier¨ªa, en la imprecisi¨®n de las acuarelas y en la bonhom¨ªa del vivir contento.

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