La juerga infinita
El grupo Karavana, formado por unos veintea?eros afincados en Madrid, compone canciones para los guateques y para re¨ªrse de los prejuicios del mundo ¡®indie¡¯
Los integrantes del grupo Karavana tienen entre 23 y 24 a?os y hablan en sus canciones de lo que supone para unos chavales como ellos el traslado de sus ciudades natales a Madrid. Pasar de estar sujetos a un horario de colegio inm¨®vil a tener la libertad de ir o no ir a la universidad y a no rendirle a nadie cuentas cuando vuelven de fiesta. Emilio Soriano, el bajo; Gonzalo Boatas, Fabi¨¢n Ferro, ambos guitarra y voz; y Jaime S¨¢nchez, el bater¨ªa; hicieron una canci¨®n sobre eso mismo: ¡°Me gustar¨ªa decir que no me mola salir en Madrid,/ pero me gusta con tal de verte a ti¡±. En realidad, a ellos les encanta, sin peros.
¡°B¨¢sicamente hablamos de lo que sentimos los chavales de nuestra edad cuando nos mudamos aqu¨ª¡±, explica Soriano, que vino junto a los vocalistas de Sevilla. Se conoc¨ªan del colegio, de toda la vida, y se unieron al bater¨ªa ¡ªque hab¨ªa llegado de A Coru?a¡ª para despegar el grupo de rock-pop en 2017. Sentado junto a sus compa?eros Boatas y S¨¢nchez, en los estudios del sello Vanana Records, cuentan que su objetivo es invocar a la diversi¨®n mientras beben unas cervezas. ¡°Queremos que al escucharlas la gente salte, no que est¨¦n moviendo los m¨®viles con las linternas al ritmo de la m¨²sica¡±, continua el bajo sobre lo que ellos definen como ¡°historias de la noche¡±.
El 22 de julio sacaron su single Muertos en la disco, y esta ¨²ltima palabra es quiz¨¢s la que m¨¢s se repite en su nuevo ¨¢lbum hom¨®nimo, que tendr¨¢ nueve canciones y se publicar¨¢ a finales de octubre o principios de noviembre. La letra de esa canci¨®n es la m¨¢s cr¨ªtica, se enfrenta a los prejuicios del mundo indie. ¡°Muchas veces hacemos las cosas tranquilamente, sin intenciones raras y recibimos opiniones contrarias. Por ejemplo, subimos una foto en la que Fabi¨¢n lleva una camisa puesta y nos critican¡±, define Soriano. S¨¢nchez recuerda que uno de los motivos de esta creaci¨®n fue una experiencia desagradable en un concierto: ¡°Nosotros est¨¢bamos tocando y no nos enter¨¢bamos, pero unos amigos m¨ªos estaban sentados al lado de unos chicos que empezaron a gritarnos que ¨¦ramos unos pijos¡±.
Ellos huyen de esa superioridad moral. ¡°?Quieres dejar de criticar todo y vivir tu vida?¡±, preguntan. Se?alan que hay quien juzga a los m¨²sicos de antes, a los de ahora, a los estilos. ¡°Puedes escuchar reguet¨®n y al d¨ªa siguiente, Chopin ?Por qu¨¦ no lo disfrutas?¡±, pide Soriano. Aunque ellos mismos en la canci¨®n concluyen con que todos acaban actuando de una manera similar, que es muy f¨¢cil caer en ese juego.
Empezaron a ser conscientes de su despegue cuando descubrieron que una de las canciones se hab¨ªa colado en el top virales de Spotify en Espa?a, pero se hizo serio justo antes de la cuarentena. La semana de antes de ese fat¨ªdico marzo grabaron tres temas que animaron a las personas encerradas en sus casas. Uno de ellos, Strokes, en honor al grupo de rock americano.
¡°Y que pongan los Strokes/ saltar¨¦ por tu ventana, si pones a C. Tangana¡±, alegran en la letra, pero puntualizan que el ¨²ltimo disco del artista, El Madrile?o, les ha encantado. El bater¨ªa apuntala que la demo ya ten¨ªa el nombre de la canci¨®n porque sonaba muy parecido. La letra fue el resultado de horas y horas de ensayo y error. Ferro y Boatas se reunieron un d¨ªa a las dos de la tarde para escribir varios versos y acabaron enviando la letra a las cinco de la ma?ana. Fue la ¨²nica con la que se quedaron, con aquella trasnochada.
Se definen a s¨ª mismos en Instagram como ¡°letras cursis y guitarras sucias¡±, y en esa red social comparten im¨¢genes de anal¨®gicas cuidadas, pero a su vez son retratos del d¨ªa a d¨ªa. Por ejemplo, Soriano aparece en una de ellas con una hamburguesa, en otra se ve una botella de alcohol, un cenicero a rebosar y una pierna y una mano que parecen de alguien que est¨¢ tumbado. ¡°La est¨¦tica s¨²per importante, un amigo nuestro nos hace las fotos, que son muy mundanas, porque nuestra m¨²sica tambi¨¦n es as¨ª. Si tu grupo es Izal o Viva Suecia tu est¨¦tica es diferente, m¨¢s de Power Rangers¡±, bromea Boatas sobre las t¨ªpicas poses de brazos cruzados. Para ellos, lo m¨¢s importante es encontrar el ¡°rollo personal¡±, sin juzgar.
¡ª ?Cu¨¢l es el vuestro?
¡ª Lev¨¢ntate y ponte lo primero que pilles. Si est¨¢ planchado, bien. Y si no, vamos a ver... ¡ª contin¨²a el guitarrista, con una carcajada.
Esa despreocupaci¨®n la plasman en unas im¨¢genes con aire vintage. ¡°Hay que llevarlas a revelar al estudio en Barcelona que est¨¢ de moda, pero los carretes cuestan un ojo de la cara. Por eso no subimos tantas fotos¡±, prosigue. Hablan de sus gastos con la misma naturalidad: de aquella vez que tocaron en Marbella y luego fueron a una discoteca en la que las copas eran car¨ªsimas, val¨ªan 40 euros. ¡°Lo de Marbella es otro nivelillo y nos pillaron desnudos¡±, rememora Boatas. De cachondeo, coinciden en que si les va mal (que esperan que no) podr¨ªan irse a tocar en los cruceros. Soriano se conforma hasta con el Yate de C.Tangana, le da igual las pol¨¦micas: ¡°A m¨ª me dicen que tengo que ir ah¨ª, salir en tanga, y despu¨¦s te invitan a cerveza todo el d¨ªa y voy para all¨¢¡±. Todos estallan en risas.
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