Misi¨®n: renovar el paisaje urbano en Madrid
Una muestra repasa mediante fotograf¨ªas, planos y maquetas los 40 a?os de vida de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo, agente activo en la transformaci¨®n de la ciudad
Una comitiva de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS) de Madrid vol¨® a ?msterdam en los albores del siglo XXI. La ciudad holandesa se hab¨ªa colocado en el mapa de la arquitectura posmoderna tan solo dos a?os antes, de la mano del estudio MVRDV, que deline¨® un ic¨®nico edificio de apartamentos voladizos bautizado como WoZoCo. En aquel aprovechamiento de la parcela, elevada densidad en beneficio de unos jardines comunitarios, los consejeros del ente madrile?o encontraron la inspiraci¨®n necesaria para enfrentar su siguiente proyecto: Sanchinarro, al noreste de la capital. Tras contratar a los arquitectos holandeses, en 2001 comenzaron all¨ª los trabajos de la torre Mirador, que emula la manzana de un ensanche puesta en vertical. Esta orientaci¨®n heterodoxa convert¨ªa el patio interior en un gran balc¨®n recortado sobre el cielo y abierto hacia la sierra de Guadarrama: las vistas de una ¨¦poca floreciente para la vivienda protegida en la capital.
El edificio Mirador se inaugur¨® en 2005, a?o en el que la EMVS entreg¨® 1.958 pisos enclavados en 19 promociones, el triple de los asignados el a?o pasado. Buena parte de estos proyectos representativos aparecen recogidos en una exposici¨®n de la Biblioteca Eugenio Tr¨ªas de Madrid que repasa mediante fotograf¨ªas, planos y maquetas los 40 a?os de vida de la empresa p¨²blica. La muestra es gratuita y puede verse hasta el 26 de septiembre. Comienza con un reconocimiento a los empleados municipales, entre los que se encontraba el fallecido Oswaldo Rom¨¢n, primer gerente de la EMVS y el ¨²nico que la ha dirigido sin ser al tiempo concejal. Lo hizo bajo el mandato de Enrique Tierno Galv¨¢n, quien propugn¨® la creaci¨®n de este instrumento urban¨ªstico, coordinado al principio por una plantilla de tan solo cuatro trabajadores que empezaron a gestionar de golpe 7.453 inmuebles, herencia del antiguo Patronato Municipal de Vivienda y el Patronato Municipal de Casas Baratas.
El arquitecto Jos¨¦ Mar¨ªa P¨¦rez, m¨¢s conocido como Peridis en su faceta de dibujante y humorista, evoca el primer consejo de administraci¨®n de la EMVS, al que asisti¨® sin sueldo. ¡°Era una actividad casi filantr¨®pica, nunca vi un solo duro por ella¡±, rememora hoy. ¡°Hab¨ªa voluntad y expectativas. Tierno Galv¨¢n y sus jovenc¨ªsimos concejales gozaban de un cr¨¦dito popular enorme, todos ten¨ªamos ganas de hacer cosas para Madrid¡±. Dos a?os despu¨¦s de su fundaci¨®n, en 1983, la empresa ya hab¨ªa construido 336 viviendas protegidas en Carabanchel, Latina y Puente de Vallecas ¡ªtres barrios que han concentrado en mayor medida su actividad¡ª y hab¨ªa iniciado la rehabilitaci¨®n de 1.662 pisos en cinco colonias consecuencia del ¨¦xodo rural. La primera obra de nueva planta se financi¨® en La Fosforera, eje del General Ricardos, recuperando la tipolog¨ªa arquitect¨®nica madrile?a que gira en torno a un amplio patio com¨²n. Le siguieron dos torres gemelas en Vallecas que compart¨ªan bajos comerciales.
En seguida llegaron los cambios a la plaza de Oriente, limitada desde entonces al tr¨¢fico rodado, pero no fue hasta 1995 que la reordenaci¨®n del centro, bajo la promesa de una buena vida, adquiri¨® preponderancia en el programa de la EMVS. Al frente de esta se encontraba el popular Sigfrido Herr¨¢ez, una d¨¦cada como edil de Vivienda a sus espaldas. El hombre que m¨¢s a?os ha comandado la empresa entreg¨® a los madrile?os 12.000 pisos terminados. Hoy es decano de los arquitectos madrile?os, pero mantiene n¨ªtido el recuerdo de su etapa como servidor p¨²blico: ¡°Introdujimos la rehabilitaci¨®n ordenada, utilizo ese t¨¦rmino porque no se limitaba a actuaciones concretas, sino que interven¨ªa sobre ¨¢reas enteras, como ya se estaba haciendo en Ciutat Vella (Barcelona)¡±. A esos tiempos corresponde la reconceptualizaci¨®n de la plaza del Dos de mayo y su entorno, en el coraz¨®n del levantisco barrio de Malasa?a, que dedic¨® mayor espacio al peat¨®n.
De modo que en aquella zona mejor¨® la accesibilidad de las calles, con la reducci¨®n del tama?o de los bordillos, se renov¨® el alumbrado y nuevos ¨¢rboles frutales colorearon calles y plazuelas. Otro de los ejemplos de saneamiento urbano que puede encontrarse durante el recorrido expositivo sucedi¨® en el barrio de Lavapi¨¦s, zona de rehabilitaci¨®n preferente hasta 2002. Para armonizar el conjunto de edificios dispares y enjevecidos, se utilizaron revestimientos tan castizos como el revoco a la madrile?a, por el que la fachada se dibuja imitando bloques de piedra. Casi 40 corralas del siglo XIX se beneficiaron de estos planes, entre ellas la que se alza en la calle de Tribulete, patrimonio nacional desde 1977. ¡°Logramos un acuerdo entre las tres administraciones para obtener financiaci¨®n¡±, recuerda Herr¨¢ez. ¡°Tanto el ministerio de Obras P¨²blicas y Transportes que dirig¨ªa Josep Borrell como la Comunidad de Madrid presidida por Joaqu¨ªn Leguina y el Ayuntamiento de ?lvarez del Manzano entendieron nuestro proyecto. Un consenso as¨ª ser¨ªa hoy m¨¢s que improbable¡±.
Eran tiempos de comuni¨®n. La EMVS compr¨® suelo en Sanchinarro, Vallecas o Carabanchel, donde se fundaban unos PAU salpicados de arquitectura vanguardista. ¡°Compr¨¢bamos el metro cuadrado a 2.700 pesetas, parcelas en bruto, propiedad de la gente¡±, relata el actual decano de los arquitectos madrile?os. All¨ª vieron la luz las primeras promociones de Vivienda de Precio Tasado (VPT). La memoria le dicta a Herr¨¢ez que a menudo las entregas de llaves se convert¨ªan en aut¨¦nticas cat¨¢rsis emocionales para sus destinatarios: ¡°Se trataba de familias que nunca habr¨ªan podido acceder al mercado inmobiliario libre. Entonces construir pisos protegidos no resultaba deficitario, el valor de los terrenos se multiplicaba por seis tras la obra y dedicamos los beneficios a regenerar la ciudad¡±. El estallido de la burbuja inmobiliaria, sin embargo, acab¨® con los cr¨¦ditos bancarios que respaldaban semejantes operaciones. Y el modelo qued¨® obsoleto.
El otro pilar que ha sostenido el trabajo de la EMVS son las actuaciones en edificios singulares. Una muestra de ello puede constatarse en el Teatro Pav¨®n de la calle de Embajadores, inaugurado por el rey Alfonso XIII en 1925 y emblema del modernismo espa?ol. Tras convertirse en una sala de proyecciones, en 1940 sufri¨® una reforma que lo despoj¨® de los esgrafiados encintados de sus fachadas. No fue hasta 1999 cuando la Compan?i?a Zampano lo compro? y pudo rehabilitarlo gracias a los fondos de la Fundacio?n Caja Madrid y la direccio?n facultativa de los te?cnicos de la EMVS, que le devolvieron su aspecto original. Similar es el caso del sal¨®n de actos del Ateneo de Madrid, cuya b¨®veda con frescos ¡ªbelleza en tela sobre escayola¡ª de Arturo Me?lida y Carlos de Haes se restauraron en 2003. Un complejo sistema de celosi?as con lamas motorizadas ayud¨® a rescatar las antiguas carpinter¨ªas.
En estos an?os la EMVS ha invertido 2.540 millones de euros en obra nueva y regeneracio?n, aunque de forma desigual seg¨²n la ¨¦poca. Pese a la bajada presupuestaria, la empresa municipal ha tratado de mantenerse a la vanguardia. Ahora la lluvia de millones que arrojar¨¢n los fondos europeos Next Generation implica una nueva oportunidad, al tiempo que supone ¡°un reto en la gesti¨®n de recursos¡±, como ha escrito Jos¨¦ Antonio Acosta, actual gerente de la EMVS. Las subvenciones que llegar¨¢n a Espa?a tienen como objetivo la rehabilitaci¨®n energ¨¦tica de 480.000 viviendas en tres a?os. La Comunidad de Madrid, que cuenta con el 16% del parque nacional, se plantea como objetivo intervenir en 76.800 de toda la regi¨®n, 38.400 solo en la capital. ¡°La regeneraci¨®n de edificios y viviendas se convertir¨¢ en una de las principales palancas en la generaci¨®n de empleo¡±, plantea Acosta. Nuevos medios para lograr fines no tan recientes.
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