El doloroso limbo de las mujeres occidentales que fueron radicalizadas por el ISIS
La cineasta Alba Sotorra registra en un documental la vida en un campo de detenci¨®n sirio femenino que acoge a ciudadanas sin derecho a juicio y repudiadas por sus propios pa¨ªses
Existe un limbo, m¨¢s cercano al infierno que al cielo, en el que habita un grupo de mujeres occidentales. Se trata en un improvisado campo de detenci¨®n en Al-Roj, en el noreste de Siria, para aquellas que abandonaron su pa¨ªs de origen y dedicaron una parte de su vida al ISIS. Ahora buscan la oportunidad de poder reconstruirla, de regreso a sus hogares. El documental El retorno, la vida despu¨¦s del ISIS, de la cineasta Alba Sotorra (Reus, 40 a?os), muestra algunos de sus testimonios a partir del 4 de febrero en Movistar Plus+.
La catalana tuvo acceso exclusivo a este campo de detenci¨®n. Desde ¨¦l y durante dos a?os, registr¨® la realidad de estas mujeres que formaron parte de uno modo u otro del grupo terrorista. Manipuladas por un tipo de propaganda pensada para ser distribuida a trav¨¦s de las redes sociales, que evita la violencia y habla de libertad y paz, se vieron involucradas en un conflicto que aseguran no es como imaginaban. Ahora viven atrapadas por su pasado, repudiadas por sus pa¨ªses de nacimiento y, a menudo, con hijos a su cargo. Muchos de sus gobiernos aceptan el retorno de los ni?os pero no el suyo.
Cinco de ellas dan su testimonio a c¨¢mara, procedentes de Estados Unidos, Canad¨¢, Alemania, Reino Unido y Pa¨ªses Bajos. Con diferentes edades y contextos, el desarraigo y la esperanza de una vida mejor aparecen como puntos en com¨²n en sus historias que las llevaron a terminar as¨ª. De entre ellas, destaca el caso de la brit¨¢nica Shamima Begum. Ante una desalentadora situaci¨®n familiar, logr¨® con solo 15 a?os tomar un avi¨®n a Estambul con otras dos amigas, seducidas por las falsas promesas de los v¨ªdeos que ve¨ªan en internet. En este lustro fuera de su casa, ha visto fallecer a sus dos compa?eras de viaje y a los tres hijos que dio a luz, lo que le han obligado a construir un muro de protecci¨®n psicol¨®gica. Las fr¨ªas palabras en las primeras entrevistas que concedi¨® a los medios de comunicaci¨®n de su pa¨ªs, mostrando poca empat¨ªa y arrepentimiento ante las v¨ªctimas de terrorismo, hicieron de ella un rostro tristemente famoso y la sentenciaron para siempre entre sus compatriotas. ¡°Su ¨²nico juicio se basa en un testimonio basado en las palabras que los periodistas han reproducido de ella, sin tener el cuenta que las hizo en un entorno hostil en el que le pod¨ªa haber costado la vida decir lo contrario de lo que dijo¡±, puntualiza la directora en entrevista telem¨¢tica, durante la proyecci¨®n de la cinta en el Festival de Cine de Z¨²rich.
Nos preguntamos qu¨¦ significa ser ciudadano de un pa¨ªs si, en realidad, puedes dejar de serlo cuando no eres el ciudadano que tu naci¨®n deseaAlba Sotorra, directora del documental
Algunos de los testimonios que pueden verse en El retorno, la vida despu¨¦s del ISIS recuerdan que muchas de esas mujeres terminaron de inmediato en lugares similares a c¨¢rceles, a la espera de ser entregadas a un hombre. Por eso, algunas de las asociaciones internacionales que las defienden argumentan que, en la mayor¨ªa de los casos, han sido v¨ªctimas del tr¨¢fico de mujeres. Entre los matices de este complejo asunto que explora Sotorra se encuentra el de si los conceptos de culpable y v¨ªctima son excluyentes: ¡°Aunque s¨ª son responsables de haber tomado la decisi¨®n de irse y de haber formado parte de un grupo que ha asesinado, hay unos derechos humanos que en esta situaci¨®n particular no se respetan. Como los de tener un juicio, estar presente en ¨¦l, tener acceso a un abogado y a una asesor¨ªa legal antes de terminar encerradas en un lugar en contra de su voluntad¡±.
La directora, especializada en rodar en zonas de conflicto, admite que ella tambi¨¦n tuvo prejuicios con las que ahora son protagonistas de su pel¨ªcula. Su intenci¨®n inicial era la de dar voz ¨²nicamente a Sevinaz, una activista kurda que ayuda a estas mujeres impartiendo talleres psicol¨®gicos, a pesar de situarse en el bando contrario del conflicto. Al llegar all¨ª y conocer los casos de algunas de las mujeres, Sotorra decidi¨® darles voz. ¡°Me di cuenta de que en este tema faltaban puntos de vista. Y este trabajo ofrece uno de esos que no se han contado e intenta ayudar al espectador a tener una opini¨®n desde una posici¨®n m¨¢s informada. Se intenta buscar el acercamiento y el di¨¢logo¡±, defiende. ¡°La gente que m¨¢s nos ataca en redes sociales por haber hecho esta pel¨ªcula es gente que jam¨¢s ha estado cerca de una violencia de este calibre¡±.
Sin olvidar los atentados terroristas de Barcelona, Par¨ªs, Londres y Manchester, el documental tambi¨¦n reflexiona sobre la noci¨®n de patria, que en este caso no resulta bidireccional. ¡°Al conocer la situaci¨®n de estas mujeres, nos preguntamos qu¨¦ significa ser ciudadano de un pa¨ªs y en qu¨¦ se convierte ese concepto si en realidad puedes dejar de serlo cuando no eres el ciudadano que tu naci¨®n desea¡±, comenta la directora.
La Cineteca del Matadero de Madrid proyecta la pel¨ªcula la semana del 12 al 14 de octubre, en su sala Borau dentro del ciclo mensual de Docs Barcelona. [Aqu¨ª puedes consultar las proyecciones online en el resto de Espa?a]
Qu¨¦: proyecci¨®n del documental ¡®El retorno, la vida despu¨¦s del ISIS¡¯. Cu¨¢ndo: 12, 13 y 14 de octubre a las 19:30 horas. D¨®nde: Cineteca del Matadero de Madrid. Sala Borau ( Plaza de Legazpi, 8). Precio: 3 euros.
Suscr¨ªbete aqu¨ª a nuestra newsletter diaria sobre Madrid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.