Las granadas del patio del abuelo y las bombas en el chalet: los explosivos que a¨²n duermen en Madrid
La Polic¨ªa ha recogido en lo que va de a?o 170 artefactos de la Guerra Civil que permanecen ocultos en la regi¨®n, muchos de ellos en zonas en las que se construyen viviendas de lujo


¡ª¡±Hola, ver¨¢ es que vamos a vender la casa de nuestro padre, y nos ha comentado que en el patio hay enterradas unas granadas... ?Podr¨ªan venir a comprobarlo y sacarlas?¡±.
La llamada es real. La recibi¨® el grupo de Tedax de la Polic¨ªa Nacional de Madrid hace siete a?os. Poco despu¨¦s, pusieron rumbo a esta casa en Vallecas en busca de los explosivos que el abuelo hab¨ªa metido bajo tierra 80 a?os atr¨¢s, despu¨¦s de volver del frente de Rivas Vaciamadrid una vez finalizada la Guerra Civil. Javier es uno de los polic¨ªas que acudi¨® en busca de las granadas perdidas. ¡°Hab¨ªan remodelado la vivienda y no estaba todo como cuando enterr¨® las granadas, as¨ª que ¨¦l tuvo que ir indic¨¢ndonos d¨®nde cre¨ªa que pod¨ªan estar seg¨²n su memoria¡±, explica.
En lo que va de a?o, la Polic¨ªa Nacional ha desactivado alrededor de 170 artefactos de la contienda en la Comunidad de Madrid. Cada a?o, esta cifra var¨ªa mucho. ¡°Y los que quedan a¨²n por salir, en cuanto se remueve algo de tierra, sale algo¡±, apunta Fernando Bl¨¢zquez, jefe de grupo de los Tedax. ¡°Ayer mismo recogimos proyectiles en la Casa de Campo¡±, a?ade.

Una de las ¨²ltimas m¨¢s importantes la hallaron a finales de septiembre en la construcci¨®n de unos pisos en Aravaca. Una bomba a¨¦rea alemana con 25 kilos de explosivo en su interior. Bl¨¢zquez muestra la cola apoyada encima de la mesa del taller que se encuentra al fondo de las dependencias de los Tedax en el complejo policial de Moratalaz. La coloca al lado de otro artefacto ya limpio, para comparar el antes y el despu¨¦s. ¡°Todos los explosivos tienen que ser destruidos, en un lugar al aire libre, con todas las medidas de seguridad. Pero algunas cosas las guardamos para tener al menos una muestra o porque tiene una importancia especial¡±, apunta. Es el caso de esta bomba a¨¦rea, algo que no es tan com¨²n entre los dispositivos que recogen cada a?o. La zona de Aravaca, una de las de m¨¢s altas rentas de Madrid en la actualidad, pertenec¨ªa a los republicanos. ¡°Aqu¨ª apareci¨® por ejemplo una granada en una arqueta en un colegio, la encontr¨® un cr¨ªo¡±, indica Javier. Durante la construcci¨®n de muchos de los chalets de este distrito encontrar artefactos enterrados ha sido una t¨®nica habitual.
Los artefactos de la Guerra Civil suponen ¡°un porcentaje muy alto¡± de las intervenciones que realiza este grupo anualmente. Este episodio de la Historia de Espa?a sigue muy presente en el d¨ªa a d¨ªa de estos agentes. En una vitrina, a modo de peque?o museo, guardan vestigios de un pasado que esperan que no vuelva. Reproducciones de libros bomba utilizados por ETA, granadas que algunos militares traen de contiendas como recuerdo y luego dejan abandonadas incluso en papeleras y temporizadores de explosivos del Grapo. En este grupo utilizan una referencia temporal muy clara: lo que pas¨® antes del 11-M y lo que sucedi¨® despu¨¦s. Un hecho que marc¨® a los polic¨ªas que acudieron a los lugares de la matanza terrorista de Madrid y tuvieron que reconstruir milim¨¦tricamente las bombas utilizadas por los yihadistas. ¡°Aqu¨ª, en Espa?a, la escena tiene que estar limpia en cuesti¨®n de horas, as¨ª que solo podemos recogerlo todo lo m¨¢s r¨¢pido posible en bolsas para luego trabajar aqu¨ª en nuestras dependencias¡±, se?ala Bl¨¢zquez.

¡°No me importa que digan que soy un friki¡±, comenta Javier con media sonrisa. ?Qu¨¦ fue antes? ?El inter¨¦s por la Guerra Civil o el trabajo en el grupo Tedax? ¡°Todo fue de la mano, cu¨¢nto m¨¢s aprendas, mejor sabr¨¢s lo que tienes delante cuando tienes que desactivar una bomba¡±, completa. Tanto ¨¦l como su compa?ero Antonio han pasado horas interminables entre documentos de la Guerra Civil, tanto, que en una ocasi¨®n un archivero lleg¨® a decir a Javier: ¡°Si t¨² no sabes si este documento existe o no, no lo sabe nadie¡±. En un mapa colgado en un pasillo, este polic¨ªa se?ala las zonas en las que m¨¢s artefactos han encontrado. Se?ala la zona de La Finca. ¡°Esta es la urbanizaci¨®n en la que tienen las casas los famosos. Cuando se estaba construyendo aqu¨ª apareci¨® lo que no est¨¢ en los escritos¡±, apunta. A pesar de sus investigaciones, los polic¨ªas no tienen claro qu¨¦ hab¨ªa en esta zona para que quedaran tantos restos. ¡°Tal vez un puesto de mando de los nacionales...¡±.
En Espa?a, los constructores no tienen la obligaci¨®n de realizar una inspecci¨®n del terreno para comprobar si quedan restos de explosivos. ¡°En el caso de la bomba de Aravaca, fue el operario de la gr¨²a el que se dio cuenta en seguida, porque un tiempo atr¨¢s ya se hab¨ªa encontrado otra mientras trabajaba¡±, comenta Javier. ¡°Es cierto que a veces no avisan en el momento, esperan acabar el turno para que no haya retrasos¡±, se lamentan. ¡°Donde m¨¢s problema tienen con este tema es en Francia, ah¨ª aparecen por todas partes¡±, indican. Tanto, que all¨ª existen controles exhaustivos incluso en los campos agr¨ªcolas, y a¨²n as¨ª, existen descuidos. Hace unos a?os, un ayudante de cocina de un bar de Parla encontr¨® una granada entre un mont¨®n de patatas provenientes de ese pa¨ªs cuando estaba dedicado a pelarlas.

Los Tedax no son los ¨²nicos que rastrear la regi¨®n en busca de explosivos. ¡°Est¨¢n los que llamamos los locos del hierro¡±, comentan. Son ciudadanos con la afici¨®n de encontrar y coleccionar restos de la Guerra Civil. ¡°Algunos quieren relojes y otros objetos personales, pero s¨ª, tambi¨¦n est¨¢n los que se quedan con los proyectiles y las bombas sin tener claro c¨®mo hay que manipularlos¡±, se quejan. En alguna ocasi¨®n han sucedido accidentes cuando un ciudadano ha encontrado un explosivo.
Muchos de estos exploradores tienen en la Casa de Campo su terreno ideal. ¡°Todo ese terreno eran trincheras y en los a?os cincuenta, Franco se cans¨® de hacer limpieza y decidi¨® sepultarlo todo para poder volver a abrirlo al p¨²blico¡±, cuenta Javier. Al lado de los polic¨ªas miembros del grupo, una agente que est¨¢ realizando el curso para incorporarse toma fotos de algunos artefactos. ¡°Para querer pertenecer a este grupo, tienes que estar un poco loco¡±, reconoce entre risas. Cuando obtenga su plaza, seguir¨¢ enfrent¨¢ndose a las bombas que cayeron en Espa?a hace 80 a?os, como han hecho sus compa?eros hasta ahora. Una de las lecciones que deja clara Javier es que las bombas de la realidad no son como las de las pel¨ªculas: ¡°Aqu¨ª los malos no ponen un cable rojo y otro azul¡±.
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