El laboratorio de la alianza de PP y Vox: as¨ª funciona el rodillo de la derecha en la Asamblea
Tras rechazar las enmiendas a los Presupuestos sin leerlas, los socios buscan una tramitaci¨®n expr¨¦s de la ley educativa y acusan a la izquierda de ralentizarla
Si la Asamblea de Madrid es el laboratorio en el que se experimenta c¨®mo es la alianza de PP y Vox sin el factor moderador de Cs, estos son los primeros resultados. Uno: las enmiendas de la izquierda a los Presupuestos se rechazan sin siquiera ser le¨ªdas. Dos: el PP estudia la ley de igualdad que patrocina la extrema derecha, y que incluye una disposici¨®n para derogar las leyes LGTBI regionales. Y tres: la ley impulsada por Isabel D¨ªaz Ayuso para neutralizar la nueva ley estatal de educaci¨®n se analiza el mi¨¦rcoles en la C¨¢mara sin debatir la mayor¨ªa de las propuestas de la oposici¨®n, que acaba protestando y analizando si puede acudir a los tribunales.
As¨ª, el PP y Vox cierran un acuerdo bilateral antes de la ponencia que trabaja sobre la Ley Maestra, a la que llegan convencidos de que la izquierda solo quiere retrasar la aprobaci¨®n de una norma elaborada para cortocircuitar la aplicaci¨®n de la ley Cela¨¢. Por eso los socios usan su mayor¨ªa para cambiar sobre la marcha el m¨¦todo de trabajo: defienden cerrar la ponencia sin escuchar la mayor¨ªa de enmiendas porque ya las han le¨ªdo antes, saben que votar¨¢n en contra, y creen que se est¨¢ consumiendo mucho tiempo en un debate que consideran reducido a leer textos ya conocidos y condenados a desaparecer por el peso de la mayor¨ªa que suman los dos partidos de derechas. Y se arma la de San Quint¨ªn.
¡°Esto va m¨¢s all¨¢ de aplicar una apisonadora parlamentaria impresentable¡±, se queja Agust¨ªn Moreno, diputado de Podemos, que describe ¡°un atentado al derecho del resto de los grupos parlamentarios, una negaci¨®n del debate¡±. Marta Bernardo, del PSOE, redunda en su enfado: ¡°PP y Vox no nos han dejado siquiera la posibilidad de exponer nuestras enmiendas¡±. Y Antonio S¨¢nchez, de M¨¢s Madrid, se lamenta: ¡°Ellos dec¨ªan que las enmiendas las ten¨ªan antes de la sesi¨®n y las hab¨ªan le¨ªdo. Pero el Parlamento no funcionan leyendo, sino hablando, intentando convencer al otro. Sin escuchar al adversario, se suprime de facto el parlamentarismo¡°.
Desde 2019, PP y Cs se han aliado para cogobernar cuatro regiones: Madrid, Murcia, Andaluc¨ªa y Castilla y Le¨®n. En las tres primeras, Vox ha sido un elemento indispensable para la investidura de los presidentes populares, la aprobaci¨®n de los presupuestos, y la gobernabilidad. Pero muchas cosas han cambiado durante la legislatura.
En Andaluc¨ªa suenan tambores de adelanto electoral porque los tres socios ya no se entienden. En Murcia, el PSOE y Cs se aliaron para una moci¨®n de censura que no logr¨® desalojar al PP del poder, donde se mantiene gracias a cuatro tr¨¢nsfugas que lograron su acta con los naranjas. Y en Castilla y Le¨®n la alianza se ha fortalecido gracias a la complicidad entre Alfonso Fernandez Ma?ueco (PP) y Francisco Igea (Cs).
Sin embargo, el gran terremoto se ha vivido en Madrid. Aqu¨ª PP y Cs protagonizaron una convivencia destinada desde el primer d¨ªa al divorcio. Aqu¨ª decidi¨® adelantar las elecciones Isabel D¨ªaz Ayuso. Y aqu¨ª, tras los comicios del 4-M, PP y Vox ya solo se necesitan el uno al otro, porque Cs ha desaparecido de la Asamblea. En consecuencia, Madrid es el principal escaparate de c¨®mo podr¨ªan funcionar las hipot¨¦ticas alianzas de los dos partidos de derechas que surjan tras el ciclo electoral 2022-2023, donde se dirimir¨¢ el poder municipal, la mayor parte del auton¨®mico, y el nacional.
Con la legitimidad y el respaldo de su estupendo resultado en las urnas, el PP y Vox se han combinado para controlar Telemadrid, nombrar como su administrador provisional al pol¨¦mico Jos¨¦ Antonio S¨¢nchez (votante confeso de la formaci¨®n conservadora que aparece en los Papeles de B¨¢rcenas), o acordar los Presupuestos.
Tambi¨¦n se han unido para vetar la investigaci¨®n sobre lo ocurrido en las residencias durante la primera ola de la pandemia (murieron miles de personas). O para impulsar una comisi¨®n sobre la influencia de los controles en el aeropuerto de Barajas en la evoluci¨®n de la enfermedad en la regi¨®n (uno de los frentes preferidos de D¨ªaz Ayuso en el choque con el Gobierno de Pedro S¨¢nchez).
Este jueves, con toda probabilidad, los socios volver¨¢n a sumarse para sacar adelante la rebaja del IRPF que los dos prometieron a sus votantes en campa?a (se tramita en lectura ¨²nica: sin debate previo en comisi¨®n ni posibilidad de que la oposici¨®n presente enmiendas), igual que el jueves 16 unir¨¢n esfuerzos para acabar con las tasas propias de la regi¨®n (que representan el 0,02% de la recaudaci¨®n).
Acelerar los tiempos legislativos
En medio, PP y Vox han dejado muestras de su apuesta por aprovechar la mayor¨ªa que les han dado las urnas para acelerar los tiempos legislativos, estrechando el margen de actuaci¨®n de una izquierda que tiene menos esca?os junta que el PP solo. La excusa viene a ser que no conviene apurar los plazos y gastar mucho tiempo cuando el resultado es de sobra conocido antes del inicio de cualquier tr¨¢mite: se impondr¨¢ la mayor¨ªa de derechas.
¡°Entre decir que no se va a aceptar ninguna enmienda, y no aceptar ninguna enmienda, el resultado es el mismo¡±, ironiz¨® Alfonso Serrano, el portavoz del PP, a cuenta de que el pacto presupuestario con Vox recoja negro sobre blanco que los firmantes no apoyar¨¢n ninguna propuesta de mejora de M¨¢s Madrid, PSOE y Podemos. Una decisi¨®n tomada con el plazo de registro abierto, y por lo tanto sin leer las enmiendas, ni valorar su contenido, o efecto presupuestario, ni mucho menos debatirlas.
Tras seis a?os de alta tensi¨®n para el PP, siempre pendiente de que el voto de Cs no inclinara los debates en favor de la izquierda, todo ha cambiado en la Asamblea. El PP y Vox son un binomio irrompible. Es muy dif¨ªcil que Vox vote una cuesti¨®n clave con PSOE, M¨¢s Madrid y Podemos. Y los dos partidos est¨¢n decididos a aprovechar su mayor¨ªa para sacar adelante lo m¨¢ximo posible de su agenda pol¨ªtica en una legislatura excepcionalmente corta: empez¨® en junio de este a?o y acaba en marzo de 2023.
¡°Toda la izquierda ha intentado obstaculizar y ralentizar la tramitaci¨®n de la ley educativa¡±, justifica Lorena de las Heras, diputada del PP, lo ocurrido en la ponencia del mi¨¦rcoles. ¡°Estaban buscando una artima?a para dilatar la tramitaci¨®n de la ley: cuando el debate se convierte en una mera lectura de enmiendas registradas en octubre, que todos hemos le¨ªdo y trabajado, es que hay una intenci¨®n de agotar los tiempos¡±, a?ade, recordando que el cambio sobre la marcha del m¨¦todo de trabajo fue adoptado con un letrado de la C¨¢mara presente, y por tanto fue avalado por este. Y remata: ¡°No es cierto que se les haya impedido explicar sus enmiendas. No han hecho un uso adecuado del tiempo para ello, ya que en nuestra primera intervenci¨®n los representantes de PP y Vox ya anunciamos nuestro voto contrario a las enmiendas. Y en lugar de debatir, utilizaron ese tiempo para leer las enmiendas, no para dar sus explicaciones¡±.
Aunque Vox declin¨® participar en esta informaci¨®n, fuentes parlamentarias aseguran que su representante en la ponencia, Jaime de Berenguer, intent¨® llegar a acuerdos con la izquierda antes de la reuni¨®n del mi¨¦rcoles, pese a que el PP consideraban inviable que los mismos partidos que hab¨ªan apoyado la ley Cela¨¢ en el Congreso (PSOE, Podemos y M¨¢s Pa¨ªs, la marca nacional de M¨¢s Madrid) pudieran aportar algo en la Asamblea a la norma regional con la que se pretende neutralizar la estatal.
Los observadores mejor informados de la C¨¢mara, en todo caso, atribuyen al calendario pol¨ªtico las prisas del PP por tramitar sus promesas electorales clave. Reci¨¦n alcanzado el acuerdo presupuestario con Vox, los dos partidos viven una luna de miel que nadie prev¨¦ duradera. En menos de un mes, arranca 2022. A?o preelectoral. Y antes de que vuelvan las cuitas entre los dos socios, hay que aprovechar el momento para sacar adelante cuantas m¨¢s cosas mejor.
Suscr¨ªbete aqu¨ª a nuestra newsletter diaria sobre Madrid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.