El bosque que chilla por la naturaleza

Un peque?o bosque de 26 ¨¢rboles calcinados con miles de hojas ca¨ªdas en el suelo sorprende al visitante de la planta s¨®tano del Museo de Arte Contempor¨¢neo en Vidrio de Alcorc¨®n (MAVA), situado en los Castillos de Valderas. Se puede entrar y pisar. Llama la atenci¨®n su color negruzco, pero lo m¨¢s sorprendente es que a la altura del espectador hay dos vidrios y un espejo en el que uno se refleja. Es el montaje estrella de la exposici¨®n retrospectiva del artista Mario Vald¨¦s (Madrid, 56 a?os) que acoge una selecci¨®n de las obras creadas en los ¨²ltimos tres a?os con diferente tem¨¢tica.

Este bosque se convierte en una defensa del medio ambiente y de la naturaleza. Mientras el espectador se ve reflejado en los cristales y casi queda absorto, la parte verde, la vida, se va quemando. Y todo ello bajo el ruido de las hojas ca¨ªdas, como representaci¨®n de la p¨¦rdida. Estos ¨¢rboles proceden del incendio un planta de compostaje de San Sebasti¨¢n de los Reyes ocurrido a principios de septiembre y que fueron recuperado por Mario Vald¨¦s para crear El bosque secreto, una de las tres series que conforman la exposici¨®n, comisariada por Ana Iribas Rud¨ªn.

Al conjunto lo rodean 30 vidrios colocados en el suelo recubiertos recubiertos con im¨¢genes de un frondoso hayedo, provocando un contraste de realidades. ¡°No vemos que el Planeta est¨¢ siendo atacado. No vemos que todo est¨¢ quemado o muerto y nos fijamos en nuestro ¨¢ngulo, en lo que vemos reflejado en el espejo, sin mirar abajo a lo que est¨¢ pasando la Tierra¡±, afirma el artista, que adem¨¢s es m¨¦dico del Summa.

La serie la completan otras obras de mediano y gran formato tambi¨¦n montadas sobre ejemplares calcinados Bosque secreto 1, Bosque secreto 2, ?rbol grande, ?rbol peque?o y Reloj de ¨¢rbol. En todas ellas se unen lo verde de los vinilos del vidrio con la madera quemada, en una met¨¢fora entre la vida y la muerte fruto de la destrucci¨®n. En otra parte de la sala, Mario Vald¨¦s ha colocado la ¨²nica obra que no est¨¢ realizada en vidrio. Un peque?o estanque con plantas acu¨¢ticas y un peque?o pez de color se ve completado por una grabaci¨®n continua de sonidos de la naturaleza. Se llama El bosque secreto es un lugar del Alma. Surgi¨® cuando el artista fue atender en una de sus guardias como m¨¦dico a un paciente habitual en el municipio de Lozoyuela. Resid¨ªa en una casa completamente vac¨ªa en donde solo hab¨ªa una mesa con una silla y una cama. El hombre, de unos 60 a?os, estaba sentado cerca de la cama, semidesnudo y mirando hacia la pared. ¡°Me impresion¨® mucho porque su cara reflejaba soledad, castigo y dolor. Adem¨¢s, el hecho de haber fallecido en soledad y m¨¢s al tratarse de una persona que ya hab¨ªamos tratado y por la que ya no pudimos hacer nada me dej¨® muy impresionado. De ah¨ª, surgi¨® el hacerle esta obra en un claro recuerdo a su persona¡±, destaca Vald¨¦s con bastante emoci¨®n. Todas las piezas creadas por el artista madrile?o son originales y, por tanto, no existe m¨¢s que un ¨²nico ejemplar.

Versos de Lope de Vega

Las otras dos partes de la retrospectiva se encuentran en la parte superior del museo, en los Castillos de Valderas. En Delicias geom¨¦tricas, llama la atenci¨®n una peque?a obra que se ha convertido en la pieza angular de la obra de Mario Vald¨¦s. Bajo el t¨ªtulo No puede durar el mundo. Homenaje al cubo 9, el vinilo reproduce a distinto tama?o una estrofa de A mis soledades voy, de Lope de Vega: ¡°No puede durar el mundo / porque dicen, y lo creo, / que suena a vidrio quebrado / y que ha de romperse presto¡±. Vald¨¦s comprendi¨®, seg¨²n afirma, con estos versos que, si quer¨ªa trascender m¨¢s all¨¢ de la vida, deb¨ªa transmitir su creaci¨®n en obras art¨ªsticas. Y que estas transmitieran todos los sentimientos de la fugacidad de la vida y de la defensa de las personas y el medio ambiente. ¡°Buscaba que mi obra perdurara, pero tambi¨¦n quer¨ªa utilizar un material fr¨¢gil, delicado y transparente. Vi que el vidrio era el m¨¢s adecuado¡±, mantiene el artista, que se autodefine como neopl¨¢tonico y defiende que ¡°el alma individual est¨¢ unida al alma del mundo¡±.

En esta parte del proceso creativo, tambi¨¦n interviene su hija Olivia, de ocho a?os, que le ayuda a seleccionar las l¨¢minas acr¨ªlicas que decoran las piezas. Dos obras homenajean a las v¨ªctimas de la covid, y especialmente a su amigo fallecido, el artista Eduardo L¨®pez Coira, y a todos los que han luchado contra la pandemia. Si el visitante goza de tiempo, no debe perderse los v¨ªdeos creados por Vald¨¦s en los que muestra c¨®mo se ensamblan las piezas de cada obra. Tambi¨¦n invitan a la reflexi¨®n y a la serenidad.

La tercera parte de la retrospectiva se llama Symmetrias y est¨¢ formada por ocho piezas de medio y gran formato. Mario Vald¨¦s utiliza para todas ellas seis piezas de 18 por 10 cent¨ªmetros y otra de 20 por 20 cent¨ªmetros, con las que crea estructuras estables en las que no se requieren ni hierros ni tornillos con los que unirlos. ¡°Nunca utilizo bocetos, ni dibujos ni maquetas previas a construirlas. El vidrio tiene que ser autosuficiente para crear esas estructuras y encerrar un espacio dentro¡±, a?ade el autor. Tambi¨¦n sobresale el uso de las tonalidades de un mismo color empleado en cada creaci¨®n.

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