Frenazo en seco al crecimiento de Rivas Vaciamadrid
El Ayuntamiento paraliza las licencias de obra residencial al menos durante un a?o con la intenci¨®n de garantizar servicios p¨²blicos de calidad y abre el urbanismo a la participaci¨®n ciudadana
Los 93.000 empadronados en Rivas Vaciamadrid ostentar¨¢n el poder del urbanista. Esa funci¨®n le otorga al ripense de a pie un programa bautizado como P¨¢rate a pensar, con el que el Ayuntamiento ¡ªcoalici¨®n de izquierdas¡ª recoger¨¢ hasta el 4 de abril propuestas acerca de la ciudad y su futuro desarrollo. Los ciudadanos van a identificar as¨ª las carencias del municipio, situado a 14 kil¨®metros de la capital, que en la medida de lo posible han de suplirse con la redacci¨®n de un nuevo plan general. Esta iniciativa viene precedida por otra acci¨®n consistorial mucho m¨¢s controvertida: la paralizaci¨®n de toda licencia de obra residencial al menos durante un a?o. El objetivo del regidor, Pedro del Cura (IU), es acompasar el crecimiento poblacional con los servicios p¨²blicos disponibles. Y de paso, encarrilar el futuro.
Con la mitad de la renta que los pueblos ricos, en Rivas hay calidad de vida. As¨ª lo sugiere el ¨²ltimo Indicadores urbanos que el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) public¨® en mayo. Es el sexto a?o consecutivo que la ciudad se sit¨²a con la mayor tasa de actividad (72,8%) de todo el pa¨ªs y el octavo menor desempleo (9,5%). Un bienestar que el exacerbado crecimiento poblacional podr¨ªa hacer peligrar. Seg¨²n el censo municipal, la localidad ripense ha acogido a una quinta parte de sus vecinos en la ¨²ltima d¨¦cada. El alcalde analiza: ¡°Lo lamento por las familias que tuvieran pensado mudarse y ahora no puedan hacerlo porque en noviembre cortamos las licencias de vivienda. Yo me preguntar¨ªa qu¨¦ sentido tiene residir aqu¨ª si tu hijo seguir¨¢ escolarizado en la capital porque no queda sitio en ning¨²n colegio¡±.
No se trata de un hipot¨¦tico ejemplo. El a?o pasado la ciudad se declar¨® en emergencia educativa cuando la demanda de centros super¨® a la oferta de plazas. Similar situaci¨®n experimenta la atenci¨®n primaria, a decir del alcalde, que reclama desde hace a?os un centro de salud para el ensanche de La Luna, donde residen 14.000 ripenses. ¡°No puede considerarse que uno vive en un barrio solo porque all¨ª tenga casa con garaje, trastero o piscina. Vives en un barrio si disfrutas de ciertos servicios p¨²blicos de proximidad, como un centro de salud, un colegio o una biblioteca, adem¨¢s de un entorno que permita el encuentro con los dem¨¢s. La pandemia ya ha dejado claro a d¨®nde nos lleva la vida en colmenas aisladas. Por eso deben ser los ciudadanos quienes decidan qu¨¦ urbanismo quieren, si no, lo determinar¨¢ la iniciativa privada¡±, defiende Del Cura.
Precisamente el sector del ladrillo ha empe?ado todo su capital discursivo en desacreditar estas medidas. Posici¨®n que emergi¨® con claridad en octubre, cuando el Ayuntamiento convoc¨® un referendo sobre la paralizaci¨®n del crecimiento urban¨ªstico y residencial. En un comunicado emitido d¨ªas antes de la cita electoral, la principal firma inmobiliaria de la ciudad ¡ªllamada Jarama¡ª cuestion¨® la transparencia del proceso. ¡°Tendr¨¢ graves consecuencias econ¨®micas y sociales para el municipio¡±, denunciaba adem¨¢s en el texto. Las urnas dieron una abultada mayor¨ªa al s¨ª (82% de los votos) y sacaron a la luz una participaci¨®n (14.200 residentes) nunca antes vista en esta clase de consultas, a las que Rivas recurre cada tanto, antes de resolver el nombre de una calle o la ubicaci¨®n de los puntos limpios.
¡°En la Comunidad de Madrid los constructores est¨¢n acostumbrados a campar a sus anchas, de ah¨ª que una empresa se permita deslegitimar as¨ª al Ayuntamiento. Mire, nosotros tenemos instrumentos legales de ordenaci¨®n territorial y los vamos a usar. Queremos que cuando un vecino se instale aqu¨ª tenga derechos, pelearemos porque as¨ª sea. Mientras tanto, uno no puede sorber y soplar¡±, declara Del Cura, quien quita importancia a las repercusiones laborales que estas decisiones puedan desencadenar. Considera que ha llegado el momento de escuchar a sus vecinos en un cierto ejercicio de cogobernanza urban¨ªstica. Un centro de lactancia frente al jard¨ªn de infancia, nuevos parques en viejos solares, ampliar las zonas de bajas emisiones o carriles bici m¨¢s ambiciosos son algunas de las sugerencias que van llegando al buz¨®n web municipal. Que puedan materializarse ya es otra cosa. Y solo el tiempo lo dir¨¢.
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