El ¡®Muay Thai¡¯ como filosof¨ªa de vida
La exposici¨®n ¡®Luchadores del Siam¡¯ ense?a el trabajo investigativo de ?ngel Guti¨¦rrez, quien viaj¨® por una d¨¦cada a Tailandia para fotografiar el mundo subterr¨¢neo del arte marcial
Un ni?o duerme en el suelo de un gimnasio con un biber¨®n a su lado, la prueba inconfundible de su infancia. Lleva puesto el pantal¨®n corto de combate y tiene un guante debajo de la cabeza como almohada. Es el hijo del director de uno de los miles de campamentos de Muay Thai, tambi¨¦n conocido como boxeo tailand¨¦s, del pa¨ªs asi¨¢tico. ?ngel Guti¨¦rrez lo retrat¨® a trav¨¦s de su c¨¢mara en 2014, cuando ten¨ªa menos de tres a?os. Es muy probable que este mismo ni?o ahora sea uno m¨¢s de los Luchadores de Siam que el fot¨®grafo conoci¨® durante los numerosos viajes a Tailandia para descubrir todos los secretos de esta disciplina sagrada. Doce a?os despu¨¦s del primer vuelo, el espacio expositivo de la sede madrile?a de B the travel brand Xperience acoge hasta el 10 de marzo el resultado de esta investigaci¨®n.
?ngel Guti¨¦rrez (Ciudad Real, 54 a?os) lleva m¨¢s de tres d¨¦cadas compaginando dos de sus grandes pasiones: los viajes a pa¨ªses lejanos y la fotograf¨ªa, siempre inseparables. Durante las escalas en Bangkok, la puerta para viajar al sudeste asi¨¢tico, conoci¨® el mundo de los estadios y combate de Muay Thai, ¡°una etapa obligatoria¡± en la capital tailandesa. ¡°La primera vez que vi un ring sent¨ª la necesidad de llegar a la ra¨ªz de este arte marcial. Sab¨ªa que no pod¨ªa simplemente entrar en un estadio y subirme a un ring, necesitaba acercarme a los protagonistas, ganarme su confianza, y tener mucha paciencia¡±, explica el fot¨®grafo.
Del primer encuentro de lucha que presenci¨® a¨²n recuerda el sonido del estadio ¡ªuna rara combinaci¨®n entre los gritos de los espectadores y la m¨²sica ceremonial que acompa?a los asaltos¡ª, aunque es el olor de los ung¨¹entos de los luchadores que lo enamor¨® y que lo convenci¨® a embarcarse en este proyecto. Empez¨® por los campamentos, los lugares donde los boxeadores, generalmente desde muy j¨®venes, se entrenan y viven: ¡°Los primeros que visitamos eran los sitios donde los turistas occidentales aprenden a practicar. Pero yo no quer¨ªa eso. Quer¨ªa conocer el aut¨¦ntico Muay Thai y los modernos guerreros del Siam [antiguo nombre del reino de Tailandia]¡±.
La exposici¨®n tiene en cuenta todos los momentos claves del arte marcial, resumidos en una pizarra como las que se encuentran en los campamentos y en los estadios. Aqu¨ª reunidos se pueden ver los carteles promocionales de los combates; las listas de los encuentros con los nombres y las caracter¨ªsticas f¨ªsicas de los luchadores ¡ªpara que el p¨²blico pueda apostar con conocimiento¡ª e incluso los papeles donde apuntar las jugadas. Los marcos de las fotos est¨¢n hechos con ca?as de bamb¨² procedentes de Tailandia y el ambiente viene aromatizado con el linimento Namman Muay que es utilizado antes de la pelea para calentar los m¨²sculos de los luchadores, y despu¨¦s del combate para paliar los dolores de las articulaciones. ¡°Es el olor caracter¨ªstico de cualquier campamento y estadio, no hay combate de Muay Thai que no huela as¨ª¡±, confirma Guti¨¦rrez.
¡°Nuestro objetivo es que el visitante termine el recorrido de la exposici¨®n habiendo experimentado los aspectos principales de esta disciplina¡±, comenta la comisaria B¨¢rbara Mur. Una experiencia que estimula vista, olfato e incluso o¨ªdo, gracias a la m¨²sica estridente que acompa?a los combates. ¡°Es una parte fundamental del ritual, marca el ritmo de la pelea. Empieza lenta, hasta volverse fren¨¦tica en los momentos m¨¢s emocionantes del combate. Una aceleraci¨®n continua desde el primero al quinto asalto¡±, explica Mur.
En una teca tambi¨¦n se pueden observar una serie de objetos que forman el equipamiento tradicional de Muay Thai perteneciente a Antonio Orden, campe¨®n nacional, europeo y mundial en esta disciplina. ¡°Desde que ten¨ªa 13 a?os me apasion¨¦ a las artes marciales, era muy fan de las pel¨ªculas de Jean-Claude Van Damme¡±, recuerda el espa?ol, que en Madrid tiene su propia escuela donde ense?a la disciplina. ¡°Al principio era una verdadera rareza, pero se est¨¢ convirtiendo siempre m¨¢s popular, cada mes hay un evento¡±.
Tras m¨¢s de 10 a?os viajando entre Madrid y Tailandia, Guti¨¦rrez acab¨® oficialmente su investigaci¨®n en 2018. En su ¨²ltima traves¨ªa pudo conocer el mundo de las mujeres luchadoras, una realidad a¨²n poco generalizada incluso en Tailandia, donde este arte marcial se ha convertido en un s¨ªmbolo nacional de la historia y la identidad del pa¨ªs. Su extenso trabajo ha quedado plasmado en el libro L¨¢grimas de Ruise?or ¡ªun t¨ªtulo que hace referencia a las fuertes emociones que experimentan los perdedores y vencedores al t¨¦rmino de un combate¡ª, con m¨¢s de 300 fotograf¨ªas en blanco y negro acompa?adas por los textos de Antonio Cabello. ¡°Ahora solo me queda un viaje por hacer: volver a Tailandia y ense?ar el libro a todas las personas que me ayudaron. No hubiera sido posible sin ellos¡±, aclara Guti¨¦rrez.
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