Detenido un hombre que llevaba a dos menores ucranias a M¨¢laga para prostituirlas
Un miembro de una ONG dio la voz de alarma tras observar un comportamiento sospechoso del sujeto y los agentes lo interceptaron en la estaci¨®n Sur de Madrid
En el largo viaje en autob¨²s desde Varsovia, un voluntario observ¨® un comportamiento extra?o en aquel hombre que aseguraba ser el t¨ªo de las dos menores a las que acompa?aba. Las dos chicas, de 15 y 16 a?os, hab¨ªan escapado de la ciudad portuaria ucrania de Jers¨®n, cerca del mar Negro. Dejaban atr¨¢s las bombas de la guerra, pero se encaminaban a un destino de explotaci¨®n. Desde el autob¨²s, el voluntario llam¨® a una comisar¨ªa de C¨®rdoba y alert¨® de que algo raro estaba sucediendo. Los agentes de la ciudad andaluza alertaron a su vez a los de Madrid, que lograron interceptar el convoy de ayuda humanitaria en la estaci¨®n Sur el 24 de marzo. En ¨¦l viajaba el hombre de 41 a?os con las dos chicas. Bastaron unas comprobaciones y una charla con las menores para desmontar la historia del parentesco entre el detenido y las chicas. ?l fue detenido, acusado de trata de menores, y ellas est¨¢n ya bajo protecci¨®n.
A las pocas semanas de comenzar el masivo desplazamiento de refugiados por la ofensiva rusa en Ucrania, las ONG que trabajan en el terreno empezaron a alertar del peligro de trata de seres humanos. En el caos es donde mejor operan las mafias para pescar a sus v¨ªctimas y pasar desapercibidos. El detenido en este caso es ucranio, como las ni?as, y hab¨ªan partido de la capital polaca, Varsovia. El hombre mostr¨® una actitud muy violenta con los agentes cuando lo pararon en la estaci¨®n. Gritos, insultos e incluso golpes a los polic¨ªas, adem¨¢s de amenazas a sus v¨ªctimas. Los investigadores del Grupo VI de la Brigada Provincial de Extranjer¨ªa y Fronteras pudieron comprobar que el adulto no compart¨ªa ning¨²n apellido con las chicas, ni ellas entre s¨ª.
Una conversaci¨®n con las menores corrobor¨® a¨²n m¨¢s las sospechas. Bast¨® poco para que reconocieran que no guardaban ning¨²n parentesco entre s¨ª, e incluso fueron incapaces de coincidir a la hora de decir el color de la casa en la que supuestamente resid¨ªan en su Jers¨®n natal. Todos los pasos que dieron los polic¨ªas les llevaban a la triste conclusi¨®n de que efectivamente aquel voluntario hab¨ªa tenido buen ojo al desconfiar de ese sujeto. Cuando abrieron sus maletas, encontraron en las de ellas ropa que ¡°no era propia de esta ¨¦poca del a?o¡±, informan fuentes policiales y gran cantidad de cosm¨¦ticos. Al inspeccionar la de ¨¦l, hallaron droga, joyas y 4.300 euros en efectivo.
Cuando pudieron profundizar algo m¨¢s en la historia que hab¨ªa desembocado en este viaje hacia M¨¢laga, una de las chicas explic¨® que el hombre era su pareja y que, entre los dos, hab¨ªan convencido a la otra menor de que les acompa?ara a Espa?a, a pesar de la oposici¨®n de sus padres. Tambi¨¦n en este punto es reconocible una de las t¨¦cnicas que usan los proxenetas para atraer a chicas de entornos vulnerables en sus pa¨ªses de origen y explotarlas una vez que llegan a otros pa¨ªses. Se trata de la t¨¦cnica del lover boy, un chico, normalmente atractivo, enamora a las chicas y les promete una nueva vida lejos de sus casas, para entregarlas a la telara?a de la prostituci¨®n, una vez que est¨¢n solas y lejos de sus familias. Ahora ambas son consideradas menores extranjeras no acompa?adas, por lo que han quedado bajo la tutela de la Comunidad de Madrid.
Un coladero en la frontera
A pesar de las medidas que se est¨¢n tomando en las fronteras ucranias para evitar este tipo de casos, la marea humana que genera una guerra siempre representa un coladero ideal para las bandas dedicadas a la trata y la explotaci¨®n. Las autoridades polacas, pa¨ªs del que hab¨ªa partido este detenido con las ni?as, se afanan en repartir folletos informativos a los refugiados que llegan a su territorio. En ellos, les dan unas claves muy b¨¢sicas para evitar caer en estas redes. Adem¨¢s, los conductores de transportes autorizados para el traslado de refugiados est¨¢n obligados a llevar una pulsera identificativa.
¡°Hemos registrado los primeros casos de proxenetas acosando a mujeres ucranias cerca de los puntos de refugiados en Lublin; abord¨¢ndolas, a veces con agresividad, bajo la apariencia de ofrecer transporte, trabajo o alojamiento. No solo hombres, tambi¨¦n hay mujeres tratando de captar para la prostituci¨®n a refugiadas en las estaciones de autobuses. Esperan a que lleguen desde Ucrania y fingen ofrecer un viaje o alojamiento a mujeres angustiadas y exhaustas por el viaje¡±, avisaba hace apenas dos semanas Karolina Wierzbinska, coordinadora y cofundadora de la ONG polaca Homo Faber.
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